El Museo ‘Florentino Ameghino’ reabrió sus puertas al público este fin de semana. Tras el cierre en 2018 por problemas edilicios, la Municipalidad realizó obras de mejora y modernización en el edificio ubicado en La Cultural y tras arduo trabajo se logró ‘devolverlo’ a la comunidad.
Desde 2020, el equipo encabezado por la museóloga Aldana Lora trabaja en un proyecto de recuperación de dos de las cuatro salas que tiene el Museo, además de realizar un nuevo registro e inventario, de acuerdo a los formatos museológicos más modernos.
Así, el ‘Ameghino’ retoma su actividad esta semana con una exposición denominada ‘Devito Hnos. Un nombre, una ciudad’, que recorre la vida de la familia bolivarense Devito y la historia de la empresa. Todos los objetos y documentos históricos que se encuentran en el lugar fueron donados por Carlos Devito en febrero de este año.
“Después de mucho tiempo, el museo abrió sus puertas con una exposición. La idea es que las exposiciones sean temporarias mientras contemos con dos salas y decidimos empezar con esta que es sobre la historia de la familia Devito y la construcción llevada adelante por la empresa. Carlos Devito donó al Museo Municipal todos los objetos y al Archivo Histórico todos los documentos. Esto fue en febrero y estuvimos todo el año trabajando en el ordenamiento de documentación y objetos, y nos pareció ideal, dada la importancia de la donación, empezar y hacer la apertura con esta exposición”, explicó la encargada del Museo, Aldana Lora.
“El Museo tiene en total cuatro salas, se recuperaron dos e incluyó todo lo que es instalación eléctrica, pintura, pisos, nueva iluminación. Estamos programando todo lo que es nuevos recursos museográficos como vitrinas, tecnología. Porque había una cuestión fundamental: el Museo venía reciclando cartelería -teníamos cartelería de los años ’90-, y es muy difícil comunicarte con los chicos que están acostumbrados a la tecnología con otros mecanismos. Por eso es importante contar con ello y de a poco lo vamos logrando”, agregó.
Recuperación edilicia y reordenamiento de las colecciones, es parte de lo mucho en lo que ha venido trabajando el equipo del Museo. “Mientras tanto decidimos recuperar dos salas y en este tiempo de pandemia hicimos un fuerte trabajo interno, sobre todo de reconocimiento de la colección, porque en su gran mayoría no tiene información. Cada objeto debe tener una ficha con información, que no la tenía, e incluso si no está el inventario hecho, no tenés el número total de piezas; y son datos importantes además, por ejemplo, a la hora de pedir subsidios porque los solicitan. Laua Bertelli, mi compañera, es quien se está ocupando de eso; investiga un objeto, de punta a punta, y busca toda la información posible. Hay objetos que sabemos quién lo donó, cuándo, quién lo usó, pero de una gran mayoría no tenemos esa información. Por eso también prevemos volver a contactarnos con la gente que donó para que nos cuente al respecto”, remarcó Aldana.
También hay una idea diferente de cómo concebir un Museo. “La idea es que haya un ida y vuelta con la gente que venga, que traigan proyectos, que el Museo sea un espacio de la comunidad. Va a estar abierto los fines de semana para que en el recorrido que la gente hace, frenen y pasen, que lo incorporen al paseo. Durante mucho tiempo el Museo trabajó con un público netamente escolar y consideramos que hay muchos otros públicos. Y también queremos que los vecinos sumen proyectos; que puedan proponer exposiciones temporarias. Me imagino coleccionistas que quieran mostrar sus colecciones; artistas que quieran exponer sus obras, si bien es un museo histórico, arqueológico y paleontológico, queremos que sea también un espacio abierto a los artistas locales; docentes que quieran hacer proyectos de exposición con sus alumnos. Y que también vean el proceso de trabajo de un museo: investigar el objeto, pensar en cómo exponerlo”, resaltó.
“Apuntamos a mostrar que hay una museología renovada. Durante muchos años se trabajó con una museología con una mirada muy europea, de la colección como algo intocable, y ahora tenemos, por suerte, trabajos e investigaciones de una museología mucho más latinoamericana, mucho más cercana a nuestra realidad. Sin olvidarnos de cuál es la función del Museo. Uno pretende llegar al público desde un montón de lugares nuevos, pero tenemos también la misión de la conservación, por eso es necesario un equilibrio entre el cuidado del objeto y su comunicación para que la gente pueda apropiárselo. En eso estamos”, dijo para finalizar.
El ‘Florentino Ameghino’ permanecerá abierto de lunes a viernes de 10 a 15 horas, y los sábados y domingos de 17 a 20 horas, con entrada libre y gratuita. Para visitas o más información los interesados pueden comunicarse al mail: museommfa@ gmail.com. Su dirección es avenida San Martín 1065.
V.G.
