Ayer se cumplió un año de su desaparición física. Javier Costa, fotógrafo municipal, querido colega, se fue cuando su cuerpo ya no pudo darle batalla al virus que tanto daño nos ha causado en la sociedad.

Fue un golpe duro para los trabajadores de prensa, de medios, de la comunicación (por supuesto, nunca comparable con el dolor de su familia y seres queridos). Un tipo querido, sencillo, alegre, con quien compartimos tantas horas de laburo, a quien aprendimos a conocer charlando entre cobertura y cobertura, a quien supimos querer y a quien se extraña desde que no está entre nosotros.

Desde el Municipio se decidió homenajearlo, una manera de eternizar más aún su obra, con esta iniciativa, proyecto que fue presentado y aprobado en la última sesión del Concejo Deliberante. Hubo otras ideas; seres que lo quieren bien pensaron, amasaron con genuino afecto, que se guardaron en su corazón y no pudieron darle forma definitiva. En esta oportunidad, el espacio fotográfico que lleva su nombre incluye una serie de 21 fotos de autoría de Javier, elegidas en conjunto con su familia, que estuvo en el homenaje, conmovidos profundamente. Son algunas de las tantísimas que capturó con su cámara desde 2015, cuando comenzó como fotógrafo municipal; cinco años antes había comenzado a despuntar esta pasión de eternizar el tiempo y volverlo imagen, presente y pasado de una comunidad. Testimonio de la historia, de la ciudad y su gente.

Se descubrieron las placas de rigor, el padre Mauricio bendijo el espacio y tuvo sentidas palabras para recordarlo. Incluso se mencionó que la Asociación de Fotógrafos Institucionales de la República Argentina (AFIRA), espacio independiente que incluye a todo el colectivo de fotógrafos/as institucionales de Argentina, del que Javier formaba parte, en el marco de la elección para su muestra anual -trabajos que se presentan, ante un jurado que elige sin saber previamente los autores de los mismos-, entre unas 200 que se presentaron eligieron 20, entre las que se encontraron 2 de captadas por su lente. Qué mejor manera de reconocer su labor.

Muchas de las imágenes que tomó pueden verse desde ahora al ingresar a la Municipalidad y conocer así cómo nos veía a diario, a través de su cámara. En sus fotos, además de lo y los retratados, sigue estando él. Nuestro cariño siempre, y nuestro recuerdo.