Política. “Que a esta altura se tenga que proponer formación contra negacionismo, es muy triste”

El bloque de Unión por la Patria presentó un proyecto de adhesión a la iniciativa de la diputada Alvado, que pide formación obligatoria en derechos humanos para funcionarios públicos. La intención es ponerle un freno a la corriente negacionista que intenta desplegarse en el país. “Que a esta altura se tenga que proponer eso, es muy triste”, consideró la concejala Mónica Ochoa. “El negacionismo es la trinchera de los cómplices de las peores atrocidades”, definió en entrevista con el diario.

Nos convoca el tema negacionismo, lamentablemente. Se va formando toda una corriente de líderes de opinión que pretenden instalar una cultura negacionista, dar por tierra con mojones en materia de derechos humanos que la sociedad argentina supo instalar a través de su lucha, y vos como concejal tenés algo para decir y una iniciativa al respecto.

Concejala Mónica Ochoa: -Sí. La idea es que se hable de esta cuestión en el recinto, que las comisiones se ocupen, y finalmente que el HCD lo irradie hacia la sociedad.

¿De qué manera lo harán? Porque es una iniciativa tuya que obviamente cursarán como bloque.

- El proyecto que presentamos como bloque es declarar el acompañamiento del HCD de Bolívar, para lo que la iniciativa obviamente será sometida a la votación de todos los bloques, a un proyecto de ley que a principios de este mes presentó la diputada provincial de Unión por la Patria Maite Alvado, junto al Consejo Nacional Armenio en Sudamérica. Propugna fijar capacitaciones en derechos humanos a quienes trabajen en la función pública en todo el territorio bonaerense. El texto ingresó por Secretaría del HCD el 7 del corriente, y formará parte del orden del día de la próxima sesión del Concejo. Fundamentará la concejala Ochoa, y de acuerdo al reglamento del órgano, pasará a comisión para su análisis por todas las bancadas.

¿Qué expresa, a grandes trazos y más allá de la idea central de capacitar en materia de derechos humanos a funcionarios públicos, la iniciativa de Alvado?

- Da a conocer el por qué de la necesidad de que, a cuarenta años de recuperada la democracia, los argentinos desgraciadamente debamos salir a instalar otra vez ciertos temas. Ella cree que una capacitación así debe ser obligatoria, pero que una diputada tenga, a esta altura del debate nacional, que proponer formación por tópicos como negacionismo, discursos de odio y genocidio, es muy triste.

Tomo una palabra que empleaste recién: desgracia. Corren días en los que alguien que se ha erigido en un adalid del negacionismo, puede convertirse en nuestro próximo presidente. Y no estamos lejos de que se proponga para el próximo 24 de marzo un acto reivindicatorio de la figura de Videla.

- Cuando hablamos de negacionismo, lo primero a preguntarse es de qué hablamos: ¿es negar explícitamente algo, es solo eso? Podemos negar muchas cosas, el cambio climático también se está negando.

¿Y de qué hablamos entonces, en relación al proyecto de Alvado?

- Lo que dio origen al proyecto es el acto reivindicatorio que organizó Victoria Villarruel, candidata a vicepresidenta de Milei. El negacionismo es la propaganda política de la nueva derecha, pero no en la Argentina, sino en el mundo. Es un negacionismo que, haciendo como que niega, afirma otras cosas. Lo que hace es cambiarte los roles, fundamentalmente eso. La señora Villarruel pidió disculpas a parte de los asistentes a su acto por los problemas al ingresar, y aseveró que los intolerantes estaban afuera de ese recinto. ¿Es eso dar vuelta una situación o no? Según ella, los intolerantes eran los que permanecían afuera reclamando, no los que estaban en su reunión.

Dar vuelta la historia “sembrando dudas, reabriendo viejas heridas, justificando” Se pretende instalar a los victimarios como víctimas, y a las víctimas como victimarios. Con núcleo en el golpe de estado de 1976 y la atroz dictadura que se instauró en el país.

- Y desgraciadamente es una corriente que va en aumento. Hoy los argentinos, para poder desenmascararlo, debemos entender al negacionismo como un movimiento que viene a revertir las historias oficiales relativas a los derechos humanos. Su metodología es instalar dudas, golpear viejas heridas que la sociedad creía cerradas para tratar de reabrirlas, y fundamentalmente el negacionismo es la trinchera que encuentran quienes fueron cómplices de las peores atrocidades que se han cometido en los países, en Argentina fue la dictadura del ’76, en Alemania el exterminio nazi, en España el franquismo, etc.

En el fondo, quieren rescribir la historia.

- Y la trampa está en que caigamos en que niegan, cuando lo que hacen es reafirmar lo que se hizo en momentos aciagos de un país, justificar cosas. Para eso tienden un manto de dudas, intentan poner en tela de juicio cosas que la sociedad sufrió mucho. Acá se empezó a poner en dudas cosa que hacía mucho nadie ponía en tela de juicio, pero no a partir de la irrupción de la ultraderecha representada por La Libertad Avanza, porque recuerdo que bastante antes, ya a principios del año pasado, yo presenté un proyecto en el Concejo a raíz de que Rosenkrantz, miembro de la Corte Suprema, afirmó en Chile que detrás de cada derecho no había una necesidad. Eso puede ser una idea política, pero también por esa época hubo toda una movida tendiente a desintegrar ideas estructuradas en la sociedad argentina. Una representación de eso tuvo lugar cuando Darío Lopérfido salió a poner en duda la cifra de 30 mil, dijo que en realidad no se sabía cuántos habían sido. Además de calificar Macri a los derechos humanos como un curro. Quienes saben mucho de derechos humanos, explican que el negacionismo es procesual, opera con pasos, y que lo primero es sembrar la duda, llevar a la gente a pensar que aquello que parece cerrado, tal vez no lo esté tanto y sea conveniente reabrirlo.

Chino Castro