La fuerte ola de calor que azotó a la ciudad en los últimos días hizo que el servicio eléctrico, ya maltrecho de hace años a la espera de la Línea 132, se viera al borde del colapso en varias ocasiones y que la Cooperativa Eléctrica, como lo ha hecho durante todo este verano, volviera al programa de cortes programados, que nunca abandonó; pero que en ocasiones cuando tenía algún mega de más por autogeneración, estiró en tiempo en las distintas zonas demarcadas.
Fue así que pasadas las 19 horas de lunes, de un lunes agobiante como sus antecesores domingo, sábado y así para atrás, el corte fue definitivo. Había sobrevolado sobre Bolívar ciudad una tormenta que no arrojó más que, literalmente, 3 gotas de agua. Parecía brava; pero pasó. Y como viene ocurriendo ya desde hace tiempo, el sur del Partido se vio afectado, hubo lluvia en Pirovano con algunas ráfagas de viento que se acrecentaron a su paso por Henderson, y ahí comenzaron los problemas.
Desde la ciudad de las diagonales llegan a Bolívar dos líneas de 33 (un cuarto de la famosa y esperada 132), una se avecina a la vera de la ruta 65 y pasa por Urdampilleta, y la otra sube a la 226 y viene del lado de Herrera Vegas. Hay cortes que afectan la ciudad porque hay problemas en una o en otra; pero esta vez las dos dejaron de funcionar.
No hubo mayor detalle informativo sobre a qué hora se ubicó el verdadero motivo por el que Bolívar se quedó sin luz, que fue una vez más que varios postes se vinieron al suelo. Pero la realidad es que para solucionar el inconveniente se tardaron unas 11 horas, aproximadamente, hasta que el servicio se restituyó al menos en la mayor parte de la ciudad.
Desde el Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica informaron ya con la noche en ciernes que el problema revestía gravedad y por ello una comitiva partió hacia Henderson para verificar los problemas. Desde 25 de Mayo y Edison también aseguraron tener una fluida comunicación con el municipio e incluso trascendió una comunicación entre Jorge Campos y Marcos Pisano, y el intendente, por su parte, habría enviado gente hacia la ciudad vecina.
Mientras Bolívar permanecía a oscuras, las noticias que llegaban eran a cuenta gotas y no alentadoras. Primero se dijo, ya entrado el martes, que la energía podría volver a las 4 de la madrugada, tiempo estimativo que tenía la cuadrilla de la Cooperativa, junto a la gente de Edén para solucionar el inconveniente generado por la tormenta.
Los miembros del Consejo de Administración de la Cooperativa que se movilizaron el lunes fueron informados en Henderson por funcionarios de la empresa EDEN, que provée del fluido eléctrico a esta ciudad, que luego de recorrer la línea verificaron 4 vanos caídos producto del fuerte viento que azotó a esa zona rural en horas de la tarde del lunes.
También pudieron corroborar la existencia de un aislador de suspensión averiado. Ahí, ya a la 1 de la madrugada del lunes, se empezó a estimar que el tiempo de trabajo para la reparación iba a demandar aproximadamente 3 horas y así poder devolver el servicio a los usuarios. Si bien por el apagón Internet dejó de funcionar en algunos casos, la gente a medida que iba avanzando la extensión horaria del apagón manifestaba su descontento en las redes sociales.
Hubo tweets de todo tipo. Desde aquellos que aseguran que no pagarán más la tarifa a otros que ironizaron al preguntarse si habría sido “otra comadreja” la que originó el problema. Otro que reapareció con un reel de Instagram fue Nicolás Carbajo, dueño de la Heladería Oasis y que gran protagonismo tuvo en épocas de pandemia cuando reclamaba por mayores libertades para poder trabajar.
En esta oportunidad, volvió sobre un tema que es recurrente en sus descargos, la prometida línea 132 K, y propuso ideas como dejar de festejar el Me Encanta Bolívar o de repartir locro los 25 de Mayo para destinar esos fondos a solucionar el problema energético. También deslizó la posibilidad de llevar al Centro Cívico los electrodomésticos quemados a causa de los cortes y que en su caso se trataría de un freezer, indispensable para llevar a cabo su labor industrial.
A consecuencia de todo ello, este diario no es una isla y también se vio afectado, es por ello que la edición papel del martes 7 de marzo de 2023 no se podrá encontrar en los archivos del futuro, porque no pudo salir por falta de energía, algo que ocurrió no muchas veces; pero sí pasó en algunas ocasiones de fuerza mayor.
Y como el diario papel no estuvo en la calle ayer, es que hoy les brindamos a nuestros lectores este relato de lo que, minuto a minuto fue pasando en un Bolívar sin luz y desconectado del mundo a causa de un ventarrón que pasó por Henderson y que afectó a las líneas de 33 que abastecen de energía a nuestra ciudad.
Angel Pesce
