María Celeste Marina habría cumplido hoy 69 años. Nacida un 18 de octubre de 1952, como tantos estudiantes se radicó en La Plata al terminar la secundaria para iniciar allí una carrera. Su participación, aunque no fuera una ‘militante profunda’ tal como la describe Miguel Gargiulo en ‘Policronía’, en el Partido Comunista Marxista Leninista de La Plata sellaría su suerte en aquellos nefastos años de la década del ’70.
En enero de 1978 Celeste, ‘Azulita’ como todos la conocían, nunca llegó a destino. Para ese entonces ya residía en la Capital Federal. Su novio y sus amigos la buscaron por todas las comisarías y hospitales, sin éxito.
Miguel Gargiulo cuenta en su libro –indispensable conocer para nuestra historia reciente- que, según consta en los archivos de la CO.NA.DE.P., Azulita habría pasado por el centro clandestino de detención ‘El Banco’; fue abordada en la vía pública por un grupo de tareas. En abril de 1978 formó parte de un ‘traslado común’ junto a otros secuestrados y desde entonces nada más se supo de ella.
Ayer por la tarde, sus amigos y ex compañeros la recordaron. Lo hicieron plantando un árbol en su memoria en la rambla frente al que fue el último domicilio en Bolívar de ‘Azulita’, en el numeral 300 de avenida Gral. Paz, esquina Pellegrini.
Hablaron en la ocasión Miguel Gargiulo y José María ‘Mono’ Alabart. La planta fue gestionada por Mariana Cobiella. Sentido momento para recordar a alguien que si bien no físicamente, sigue estando presente en el cariño y la memoria de quienes la conocieron.
