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domingo, 12 de mayo de 2024
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“Para mí fue una experiencia hermosa”

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En estos tiempos de pandemia, en los que la vida toda en sus diferentes ámbitos parece haberse tenido que refugiar, de alguna manera, al interior del hogar, el arte en todas sus facetas debió encontrar nuevos rumbos para llegar a su público. Conciertos por streaming, estrenos y covers grabados y editados para redes sociales, museos on line; el teatro no podía estar ajeno y descubrió una alternativa para ofrecer su magia. 

Así nació Souvenir, teatro fugaz, en su versión varieté virtual, una creación de Nadia Marchione y Lorena Mega, una serie de micromónologos protagonizados por actores y actrices -locales en lo que fue su estreno en septiembre- sobre textos de autores de Bolívar y del país que pudo verse a través de la plataforma virtual Zoom.

Cada actor/actriz recreó su escena en su domicilio. La sala virtual tuvo una capacidad para 50 personas, las funciones –hubo tres, dada la respuesta del público- fueron ‘a la gorra virtual’ (se ofreció un CBU a los espectadores para que depositaran a voluntad, a modo de entrada). La coordinación general le correspondió a Lorena Mega. 

Seis fueron los micromonólogos de la primera versión de Souvenir; una de las actrices que salió a escena fue Patricia Galaz, de vasta experiencia sobre las tablas bolivarense (lleva más de dos décadas dando vida a distintos personajes). Para Patricia fue un disfrute esta posibilidad, a la que vivió con toda la singularidad de quien sale a escena, con la preparación que conlleva y la emoción de ponerse en la piel de otro. 

“Me imaginaba que estaba en el teatro. Había una creación de escena, la había armado en un rincón de mi casa, la caminé, la moví, todo partiendo de la experiencia que uno tiene de tantos años de teatro”, recuerda Patricia. “La función era a las 20 horas, y yo a las 19 ya empezaba a vestirme, a maquillarme, peinarme, a poner en práctica todos los rituales que tenía para cada función de teatro ‘convencional’”, cuenta.

No le costó adaptarse. “No, me encantó la idea porque era poder volver a actuar.  Por supuesto que sabía que no iba a estar el público presente, mirándome, ahí cerca, que para los actores significa una retroalimentación. Pero, de alguna manera, yo sentía que del otro lado había gente mirándome. En el estreno, por ejemplo, yo sabía que estaba mi familia, amigos y familiares que viven en otros lugares”, dirá Pato, quien durante ese teatro fugaz fue Consuelo, la mamá de ‘Gody’ Alvarez, quien espera a su hijo para Navidad.

La virtualidad del formato no le quitó, a la actriz, la magia del hecho teatral. “El nerviosismo que uno tiene antes de entrar a una escena también lo tuve. Yo sentí que estaba actuando, más allá del entorno virtual, y me sentí cómoda. Además, yo hacía mucho que no actuaba y para mí fue una experiencia hermosa. Me gustaría volver”, expresa Patricia. “Preparé la letra, como hago siempre. Lo único diferente fue que estuve sola en la escena. Además, nunca había hecho un monólogo. Por otra parte, todas funciones fueron deferentes, ninguna fue igual. Así como lo noté yo, lo notaron quiénes estaban alrededor mío”, afirma.

Esta opción teatral puede verse como una forma de acercar al teatro a aquellas personas que por diferentes motivos les cuesta ir a las salas. El hecho de que el teatro entre de alguna manera a sus casas puede verse como una oportunidad para llegar a más gente. “Si, increíblemente mucha gente lo vio, mucha más de la que habitualmente va a la sala. Incluso hubo varias personas reunidas en las casas para ver las funciones”, sentencia.

Lorena Mega fue una cuasi espectadora de la nota, disfrutando ver a Patricia expresar sus sensaciones tras esta vivencia de teatro virtual. Pero le gustó la definición: “es linda la idea de que el teatro ingrese a la casa. Hubo espectadores que nos decían que estaban en pijama, tomándose un vino, comiendo una picadita mientras estaban conectados. El público estaba, la plataforma Zoom tiene esa posibilidad, de saber quiénes son los que están en la reunión. En algunas funciones hubo gente que habitualmente no consume teatro, y les encantó la experiencia”.

La respuesta del público fue muy buena. Hicieron tres funciones, lo que parece expresar que a la gente le gustó este, que es un nuevo formato. “Claro. Nadie pretende reemplazar nada. No estamos ni salvando al teatro, ni reinventándolo, ni construyendo nada, es una alternativa y que se está utilizando en un montón de ciudades. Muchos grupos de teatro lo ponen en práctica, sobre todo aquellos que viven de esta profesión y tuvieron que recurrir a esta opción. Y la plataforma Zoom es la que más se adapta a esta situación, porque da la posibilidad de que en algún momento puedan prender su cámara y verlos”, define Lorena en su rol de técnica de esta varieté.

Es clara en sus conceptos. “El teatro es irreemplazable, y en su convención volverá cuando todos podamos hacer teatro de la misma manera, podamos estar en el cuerpo a cuerpo. Esta es una alternativa que funciona. Es lo que elegimos para seguir produciendo”, dice Lorena.

En cuanto a los riesgos de este nuevo formato, los tiene, así como los tiene el teatro de siempre. “En esta virtualidad corrés el riesgo que se corte la conexión, pero pienso que en el teatro también corrés el riesgo de que se corte la luz, o que llueva muy fuerte y no se escuche bien la obra”, reconoce.

A modo de conclusión, Patricia manifiesta una y otra vez su satisfacción por haber sido parte de esta puesta y repite que desea volver, cosa que hará en las presentaciones que este ciclo prevé para el mes de noviembre. El monólogo al que le puso el cuerpo Patricia es el que estaba pensado para el 24 de marzo, en el ciclo de Teatro por la Identidad. “Yo venía ya trabajando en eso y para mí fue una gran satisfacción poder realizarlo”, afirma contenta. 

 

Souvenir de octubre

Quedan pocos días para Souvenir, en su segunda presentación. En octubre volverán al ruedo las varietés virtuales con dos elencos y dos espectáculos diferentes, con 6 micromonólogos cada uno.

El programa es el siguiente: Lado A: viernes 16 y domingo 18, a las 20, con Valentina Laborde, Ignacio Rodríguez, Horacio Zárate, Bettina Garayalde, Lorena Mega y Pepo Sanzano (de Tandil). Lado B: viernes 23 y domingo 25, a la misma hora, con Celia González, Federico Zárate (hijo de Patricia, que vive en Buenos Aires), Nadia Marchione, Clara Tiani, Franco Midú (de Saladillo), Maximiliano Leopardo (hijo de Alejandro, que vive en San Juan) y Sofía Cajal.     V.G.

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