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jueves, 25 de abril de 2024
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Opinión: De esto y aquello: Nota 1484 – (4ª Época)

Por el Dr. Felipe Martínez Pérez.

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Ahora que andan todos y todas tratando de sostener el puestito ya puesto o  corriendo a altas velocidades tras el prometido que no se sostiene del todo, me llaman la atención sus rostros y sus calvas o sus guedejas al viento. Los de ellos y los de ellas. Y se les ve un rostro de yono he sido pero ya van a ver. Una fotografía que se repite entre todos ellos. Y por supuesto unos son sanos y otros carcomidos por el odio. Pero sin duda y a todo lo alto prestos para la fotografía que son su índole. Se ven a sí mismos como corderos y algunos crecerán para bien y a otros ya enel orillo se les anuncia el lobo. Pero sin embargo, ahí están vestidos de solvencia, con caras adustas ellos y risueñas ellas como aseverando que son los justos para la patria; y que ya están de vuelta y se saben muy bien sus quehaceres domésticos y patrióticos.

 No cabe duda que los habrá buenos y excelentes y hasta pragmáticos, sin salirse de madre. Sin embargo, resulta extraño conociendo a los que se conocen, pues se sabe que después va a ser todo distinto y distante; a la vez que surgirán de sus gargantas reflejos de sus rostros sapos y culebras de alto calibre. Bueno no sé si las serpientes tienen alto calibre pero muerden como buena parte de estas gentecillas; y además vituperan. Yo espero que los radicales se pongan los largos y sobre todo cada vez vayan más solos como partido  y después voten todos juntos. Pero creo que las listas me dictan lo contrario. Y menos mal que han tomado conciencia de quienes son, y no se han dejado no ser, por quienes nos han entregado atados de pies y manos a la actual hecatombe.

Lo del nuestro es una clase magistral de cómo se asciende al podio pisando cabezas y traicionando a todos y todas, pero sobre todo a quienes le han hecho camino, a quienes le debe la gloria; y hasta puede ser presidente que es su desiderátum. Pues la verdad tiene dos cosas a favor, la primera que es tránsfuga y la segunda que tiene edad para esperar. Pisar cabezas y olvidar a los que lo auparon parece ser una buena fórmula.  Es el típico caso de los políticos malos y deshonestos que solo venden abalorios y viven básicamente de las ubres generosas de la obra pública, que en Argentina siempre dio y que unos cuantos, demasiados, saben usarla o mal usarla que para este caso da igual. Y además en esta carrera malsana ponen su sapiencia y entorno al mejor postor.

 Son de esos tipos que cuando les ayudas y logran lo que estaba en juego no se acuerdan más del que puso la cara. Y si cae tampoco lo va a ayudar. Y hay algunos que de verdad, son pocos, pero aprenden y andan del brazo con la patria, y otros que vuelven al redil que les vio nacer pero que con el tiempo está peor y lleno de goteras, derrengadas las aberturas y sin fundamento los cimientos intelectuales. Ponen cara de yo no he sido, pero no cabe duda que la traición debe ser grande para que quien le dio el espaldarazo y le ayudó a subir desusados peldaños; y sobre todo, lo hizo crecer y llegar a los que cortan el estofado. Sin embargo, sucede que al punto de armar listas quien le ayudó venga al pueblo y lo ignore a  metros de su casa, arme la lista sin él, y ante la respectiva pregunta de rigor contesta con desdén y trayendo a colación aquello de la vergüenza ajena. De lo que no cabe duda es que estamos, aunque parezca mentira, dando vueltas alrededor del paso que marca la montonera. Aquella que salió viva y ganando de la hecatombe de los casi diez mil muertos, que es lo que estaba escrito; y que de a poco le han ido cambiando vestimenta hasta llegar a esto que falto de ideología solo es perversidad. Mucho colmillo y ninguna zalema.

En el camino que conduce  al agraciado al puesto prometido   siempre, porque pocas veces cambia, me ha llamado la atención los cambios de manos y casilleros que se producen en los momentos de armar las listas y una vez que ha entrado y tiene cobijo, y tiene que pagar el peaje, sucede muchas  veces, que los armadores de la faena no tienen el reconocimiento esperado en estas cuasi democracias. Sucede por doquier pero sobre todo entre la gente que en estos momentos anda por altos niveles. Siempre me he preguntado por qué el Anses o el Pami van a parar a unos jóvenes desgarramantas de ambos sexos que nunca, nunca jamás trabajaron, por lo tanto en el mejor de los casos ni se enteran a quienes brindan su trabajo, y en el peor,el bendito por quésiempre hay que expoliar a los viejos. Porque ni bien se individualice al agraciado o agraciada además de nunca ha trabajado, tampoco en sus casas sus padres les han dado la dirección de ellas.

Y en consecuencia cae pésimo que si no mandan en sus casas por edad deberían  aprender antesde manejar miles de millones de dólares pertenecientes a los que cariñosamente llaman adultos mayores; y que como es de público conocimiento poco les rinden. Y por otra parte mal no estaría fueran manejadas ambas instituciones por adultos mayores y en el mejor de los casos jubilados. Que en una de esas sale mejor la acción y llegado el caso anómalo la corrupción sería menor, por una cuestión etaria. De igual manera que distintos institutos sociales estatales, o sea, provinciales, aparecen de golpe y porrazo atendidos por mozalbetes; y en los tiempos que corren por lo regular con ánimos torcidos. Y siempre a dedo. Nada de concursos. Por otra parte a esta altura estarían las oficinas sin gente, así preguntaran por el color del caballo blanco de San Martín

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