El martes de esta semana, a través de un comunicado de prensa, el Municipio informó acerca de una determinación tomada por el propio intendente municipal, Marcos Pisano, por la cual el Hospital Miguel Capredoni, único efector de salud de la ciudad, suspendió la atención de prácticas programadas a los usuarios de los sistema prepagos de salud OSDE, Swiss Medical, La Pequeña Familia y Medicus. En tales caso, es decir aquellos vecinos con esas coberturas de salud, se enfatizó, solamente accederán a la atención de urgencias y emergencias.

La decisión del mandatario comunal se basó en el deficiente e insuficiente pago que las prestadoras antedichas efectúan al hospital local en cada una de las prácticas facturadas, poniendo el foco además en la desregulación de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) impulsada por el Presidente de la Nación, Javier Milei, circunstancia que “pone en una situación por demás compleja a los nosocomios, y perjudica de forma directa a los afiliados” ya que, explicaron, “las prepagas aumentaron durante el último año, valores que superan el 200% y que no se ven representados en lo que las mismas financian al hospital”.

Al momento de formularse este anuncio, este medio reclamó mayores precisiones respecto a la real aplicación de esta medida, presuponiendo que la misma acarrearía dudas a los vecinos y que también podía generar conflictos internos dentro del propio hospital, toda vez que los médicos, amparándose en su Juramento Hipocrático, podrían disconformarse con esta determinación.

Lamentablemente, pese a nuestras solicitudes, fue imposible acceder al diálogo con el intendente o la secretaria de Salud, quienes seguramente estaban imposibilitados de hacerlo atendiendo cuestiones más urgentes.

En la tarde de ayer se conoció que el Servicio de Oncología del hospital local, o más específicamente los profesionales que allí atienden, no acatarán esta medida dictada por Marcos Pisano. “Oncología Bolívar seguirá atendiendo a todas las obras sociales! Todas! Somos único efector de salud y el cáncer no espera!, dice el breve posteo en redes sociales que, inmediatamente, generó una gran cantidad de comentarios a favor de esta decisión.

En diálogo con un integrante de ese equipo de profesionales La Mañana confirmó la veracidad de esta actitud asumida, que implica “aceptar las consecuencia que ello implique”, según afirmó la fuente consultada.

Quizás sea ésta una primera muestra de lo que comience a suceder en otras áreas del nosocomio. A propósito de ello, se supo que algunos médicos (entre ellos un jefe de servicio) calificó la medida como “inviable” en el marco de diálogos mantenidos entre profesionales médicos hospitalarios y que, en esas mismas charlas internas, se discutió la medida refiriendo que son muy pocas las intervenciones programadas cubiertas por las 4 prepagas suspendidas, ya que el volumen mayor se corresponden con coberturas de PAMI e IOMA -aproximadamente el 85 % de las prácticas, según estimaciones-, en tanto el 15 por ciento restante son cubiertas por el resto de los sistemas, incluyendo las 4 prepagas ya nombradas.

Es dable suponer que, a partir de la determinación del Servicio de Oncología, haya un replanteo de la medida tomada o, al menos, una explicación más clara acerca de sus alcances.