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Oligarquía vs. pueblo: “Cambian los nombres y los contextos, pero no los actores”

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Tenía apenas 17 años y el irrefrenable anhelo de bajar de sus pedestales a todos los genocidas, empezando por Roca, cuando sin trámite previo Marcos Lede Mendoza tocó en 2012 la puerta de Olga Garay, vecina bolivarense descendiente de mapuches. Enseguida ‘pegaron onda’, y así comenzó a crecer el proyecto de remover de la plaza de la terminal el nombre del asesino, reemplazándolo por Pueblos Originarios, cosa que se formalizó el viernes pasado en el lugar (ver edición del lunes).

Lede Mendoza, que hoy es periodista y militante social y vive en La Plata desde 2013, presentó su proyecto dentro del colectivo Mujer Originaria, que integra, y tras siete años de bregar fue aprobado unánimemente por el HCD e impulsado por el Ejecutivo local, con un rol determinante de la Dirección de Derechos Humanos que encabeza Marianela Zanassi.

En el segmento de los discursos del acto del viernes pasado que organizaron DD.HH municipal y el colectivo Mujer Originaria, ‘Pichu’ dijo que no olvidará la fecha 10 de septiembre de 2012: “Se venía el acto por el Día del Maestro y yo me preguntaba cómo la enseñanza reivindicaba la figura de Domingo Faustino Sarmiento pero no revisaba la doctrina anti indígena, anti gauchesca y anti todo lo que fuera popular en estas tierras; Sarmiento despreciaba todo lo que fuera popular en este país”. El entonces estudiante secundario preparó un discurso crítico para el acto escolar, se lo mostró a una docente para corregirlo y mejorarlo juntos pero la reacción no fue la esperada y se armó una gran discusión en la Dirección, “donde yo mostraba una postura revisionista” en la que Sarmiento aparecía como un racista, a lo que en su intento por cerrar la polémica la docente oponía la rotunda sentencia de que “con el pretexto del progreso, todo lo que se hizo estuvo bien”. Ese fue el germen que maduró en Lede Mendoza hasta transformarlo en periodista, siguiendo la luz que emana de dos faros del periodismo argentino: Rodolfo Walsh y Osvaldo Bayer. Ese año, 2012, comenzaría a elaborar la propuesta de quitar el nombre de Roca a la plaza ubicada frente a la terminal de ómnibus de Bolívar, iniciativa que pronto hallaría cobijo en el colectivo Mujer Originaria, integrado por varias docentes.

Más adelante, ‘Pichu’ puso el acento en que en una semana como la pasada, donde se homenajeó a las víctimas del terrorismo de estado y se renovó la condena a los verdugos de la última dictadura, “nos vemos ante la necesidad de reafirmar que los desaparecidos fueron 30 mil, no 9 mil como dijo el presidente Mauricio Macri en una entrevista con el periodista Jorge Lanata. Tampoco que los familiares mintieron acerca de las cifras para cobrar planes sociales, como dijo un ex funcionario de Cambiemos en capital federal, Darío Lóperfido, obligado a renunciar luego del reclamo popular”. Hechos “de por sí graves”, que “no distan demasiado de aquel editorial de La Nación a poco de asumir Macri, donde se le pedía expresamente terminar con la venganza y que no se mienta más sobre lo que pasó en la década del setenta. Esa mentira que mencionaba el diario es la verdad que nosotros sabemos gracias a las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, que fueron perseguidas en esa época. Otra vez la teoría de los dos demonios, civilización o barbarie. Hay que recordar que en 1979 la dictadura reivindicó la campaña del desierto”, historió el periodista.

 

“A LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS PUEBLOS QUE SE CANSAN”

Luego trazó una línea de tiempo histórica que va desde los tiempos del perito Moreno infiltrándose en las comunidades originarias del sur para pasarle información al Ejército y que elaborara el plan de exterminio de nuestros antepasados para quedarse con sus tierras, y llega a episodios de nuestra urgente actualidad política tras conectar con la dictadura del ’76. Esa línea “cambia de nombres y de contextos, pero de lo que no cambia es de actores. Yo elijo llamarle a esta dicotomía, oligarquía versus pueblo”, puntualizó el orador, representado hoy el primer grupo por históricos apellidos de esa tradición que integran el equipo de gobierno de Macri, empezando por el propio presidente, Blanco Villegas por parte de madre, y siguiendo por Bullrich, Pinedo, Peña Braun y Rodríguez Larreta. “La necesidad es batallar contra esos discursos que se elaboran desde la cúpula del poder político y empresarial, porque como bien sabemos a la historia la escriben los pueblos cansados de que se violen sistemáticamente sus derechos, y particularmente creo que este 2019 constituye una buena oportunidad para no dejar de hacerlo”.

El acto siguió con más discursos, el descubrimiento de la inscripción con el nuevo nombre y otros puntos, como informamos el lunes. Además de denominarse Pueblos Originarios, la plaza de la terminal tiene desde el viernes una protectora espiritual: Olga Garay.

Chino Castro

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