Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la Dirección de Derechos Humanos municipal organizó, con la participación del colectivo Ni una menos Bolívar, una jornada de reflexión que se desarrolló en el Centro Cívico.
“Este año nos encuentra de una forma particular. En años anteriores este día era el elegido para el acto protocolar de presentación del libro y si algo nos ha permitido la pandemia es pensar un poco en los tiempos, en la presencialidad, así que la presentación del libro se hará la última semana de marzo. Y hoy decidimos sumarnos, ya que el colectivo Ni una menos y otros grupos y mujeres se convocan en el Centro Cívico, en una jornada de reflexión, para pensar en conjunto todas las cosas que nos debemos, que nos faltan, que necesitamos cambiar; poder estar juntas, cuidándonos también, manteniendo las distancias, usando nuestros barbijos, no compartiendo mate, pero era una fecha que no queríamos dejar pasar”, sostuvo Marianela Zanassi, titular de la cartera municipal. “Hay gente acá que siempre está, en la calle, porque la base de las cosas que se consiguen ha estado ahí, después llegan a los órganos y lugares que tienen que llegar”, destacó.
Precisamente el colectivo mencionado comenzó con las acciones previstas con una intervención alrededor del mástil central, luego de lo cual se sumó a la propuesta de lectura de textos de los libros ‘Escritos de Mujeres Bolivarenses I, II y III’ –este último aún no publicado-, del que tomaron parte, entre otras, Silvana Alcaraz, Ana Karina Martínez, Verónica Badoza, Candela Castillo y Nadia Marchione. El micrófono abierto le dio la posibilidad a otras mujeres de hacer oír su voz, lecturas que fueron escuchadas en un marco de profundo respeto y comunión.
Hubo testimonios fuertes, crudos, en primera persona; testimonios de redescubrimiento y empoderamiento, de vivencias de esas que laceran carne y alma; palabras de mujeres que luchan, se deconstruyen y vuelven al escenario de la vida desde otro lugar, después de atravesar esos caminos que no cualquiera puede sortear airoso. También reflexiones sobre el rol de la docencia y la ESI, sobre la realidad de la mujer en nuestro país, las luchas ganadas, las que hay que dar y lo que falta. No faltó la palabra fresca de la juventud, la profundidad con que las ‘nuevas generaciones’ viven las costumbres anquilosadas y su efecto en las mujeres, aún en aquellas situaciones en las que una acción sin ‘mala intención’ lleva la impronta de la cultura patriarcal que atraviesa buena parte de tantas masculinidades e individualidades que no necesariamente son propiedad del hombre. El texto de autoría de Candela Castillo, una perla.
“No es un día para festejar, para celebrar, sino que es un día de lucha, de reivindicación de nuestros derechos. Tenemos que seguir luchando y visibilizando la conquista de los derechos, y seguir en la lucha por los que faltan todavía”, presentó la propuesta Lara López Curtio, integrante del staff de la Dirección de DDHH.
La música, sentida, comprometida, estuvo a cargo de Micaela Giménez, Elena Rodríguez y Valentina Lautre, a las que acompañó Lucía Sarnari con su danza. Al término de su actuación se marchó por las avenidas céntricas, haciendo oír una vez más su voz, esa que vienen alzando para lograr cambiar esta sociedad.
V.G.
