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viernes, 29 de marzo de 2024
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“Nunca hemos podido recuperarnos del menemismo”

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El director de Artecon, Duilio Lanzoni, afirma que “nunca hemos podido recuperarnos del menemismo”; que aún hay, incluso dentro de un peronismo que el propio Menem estuvo a un tris de liquidar, “sectores nostálgicos” de ese período; que sin el desastre de la década del riojano y la Alianza, el poder económico “no hubiese dejado llegar” a los por entonces poco conocidos Néstor y Cristina; que sin menemismo “no existiría el macrismo”, y que lo único bueno del gobierno del ex mandatario que falleció el domingo fue la “destrucción del ‘partido’ militar”. 

 

¿Habría habido macrismo sin menemismo, Macri sin Menem?

-Sin ninguna duda que sin Menem no hubiese existido el macrismo y todo lo que significa. Fue la única forma que tuvo el neoliberalismo de entrar por el voto popular, el caballo de Troya a través del cual, prometiendo revolución productiva y salariazo, nos encontramos con un tipo y un grupo de gente que vino a desmontar todo el estado de bienestar que básicamente había construido el primer  peronismo.

Los que transitamos esa época y que veníamos por historia en el peronismo, nos encontramos corriéndonos de un espacio que no nos contenía, mas lejos de eso no nos representaba en absoluto. Aunque había militado por Cafiero en el ’88, no tengo ningún problema en decir que voté a Menem en el ‘89, porque creía que con la revolución productiva y el salariazo, y a pesar de las formas, representaba al peronismo.

 

Les pasó a millones.

-Les pasó a millones. No así en el ’95, donde un gran sector que luego terminó siendo parte del FREPASO, militamos a Bordón, que era su oposición. A poco andar la tuvimos clara, cuando empezaron las famosas privatizaciones encabezadas por Roberto Dromi, el que dijo en un fallido que en realidad expresaba lo que hicieron, que “nada que deba permanecer en manos del estado va a permanecer en el estado”. Pero creo que nunca hemos podido recuperarnos ni económica, ni cultural ni socialmente de lo que fue el menemismo: porque arrasó con todos los valores que traíamos, porque instauró la disciplina del sálvese quien pueda, porque rompió el tejido social, porque acabó con la solidaridad, porque perdimos ENTEL, YPF, los ferrocarriles, Aerolíneas Argentinas, las vías navegables. En fin, creo que justamente todo lo que era estatal y formaba parte de nuestra soberanía política y económica, fue destruido por el peronismo.

 

“FUE EL GRAN CORRUPTOR DE NUESTRA HISTORIA RECIENTE”

“Su muerte no me significa nada”, dijo el dramaturgo acerca del adiós del hombre bajo cuya presidencia el establishment, que en el orden capitalista siempre es económico, puso de rodillas a la política y en definitiva al pueblo, en la década en la que en la Argentina se fundaron los countries o barrios privados y comenzaron los shoppings, signos del progreso para algunos, y para otros, de la injusticia social, el declive moral y finalmente la decadencia humana. “Es simplemente haber visto cómo se apaga la vida de un tipo que fue el gran corruptor de la historia argentina de los últimos tiempos. Y creo que las imágenes de su velatorio representan eso: esa poca gente, esa frialdad”, afirmó Lanzoni.

Su legado político sólo acumula defecciones, traiciones al pueblo y medidas siempre al servicio de las grandes corporaciones económicas y el capital financiero internacional, con una sola excepción, analizó el director de Artecon: “La eliminación del servicio militar y la destrucción del ‘partido militar’, porque una cosa trajo la otra: sin fuerza, lo que era el ‘partido militar’ perdió su preponderancia dentro de la escena política y alejamos definitivamente la posibilidad de ese tipo de golpes, aunque ahora el siglo XXI trajo otros”.

 

Fernando Borroni, columnista del programa de Víctor Hugo en la AM 750, dijo hoy -el lunes- que no había pueblo alrededor de ese féretro, y que esa era una foto elocuente.

-No había pueblo. Hay una nota creo que de Luis Bruschtein en Página/12 donde dice que se perpetuó diez años haciendo exactamente lo contrario de lo que venía a representar. Uno leyendo muchas de sus historias ve las contradicciones permanentes de este Carlos Saúl Menem, desde sus primeras épocas en la Democracia Cristiana hasta incorporarse al peronismo; desde su cierta cercanía a Montoneros y la tendencia revolucionaria, que no fue tal, a haber dejado a la buena de Dios justamente a Angelelli, que se enfrentaba a su familia, entre otros, y esto le ocasionó la muerte. La Rioja ha sido tierra de caudillos, Menem se instauró como tal, y con sus patillas y su decir con cierto gracejo, levantando una ambulancia con todos los caídos y los heridos de las internas peronistas pasadas ganó sorpresivamente aquella elección interna del ’88 a un Cafiero que la dio por ganada. A partir de allí, la historia que vivimos se construyó sobre aquel riojano que nos dio vuelta todo lo que sabíamos de la Argentina y el peronismo.

 

Hasta estuvo muy cerca de liquidar al propio peronismo.

-A nada estuvo.

 

LOS KIRCHNER, “GRACIAS” A MENEM Y LA ALIANZA

Ahí es donde aparecen Néstor y Cristina a rescatar al verdadero peronismo, al fundacional, a ‘limpiar’ el desastre menemista. Quizá sin Menem tampoco habrían habido Néstor y Cristina.

-A esa década de Menem sumales los años de la Alianza, y eso hizo que estuvieran con la guardia baja los factores de poder económico que atraviesan la historia argentina, lo que permitió que llegaran los Kirchner, a los que no conocían demasiado. Si no hubiese sucedido lo que sucedió con el menemismo y con la Alianza, si no hubiera estado el país en el estado en que estaba, seguramente no los hubiesen dejado llegar. Después, cuando se dieron cuenta, empezó la guerra que pervive y perdura, y que no es una batalla sino una guerra cultural que ha atravesado la historia de la Argentina pero que se ve más crudamente en este tiempo. No hay una grieta nueva, es la misma de siempre. Menem se paró en algún punto con un pie de cada lado de la grieta, hasta que la mayoría de la gente se dio cuenta de que era mentira, porque desde que nombra a su primer ministro de Economía, Miguel Ángel Roig, que era un hombre de Bunge y Born y que fallece a los pocos días (su sucesor, Néstor Rapanelli, también formaba parte de Bunge y Born), queda claro de qué lado tenía sus dos pies.

 

¿El pueblo argentino ha hecho su autocrítica por Menem? Ganó dos elecciones generales, presidió el país durante diez años consecutivos gracias al voto popular…

-No. Yo creo que no. Un sector puede ser. Pero hay un sector, incluso dentro del peronismo, que todavía tiene nostalgia del menemismo. Ahí quedan, en un lugar aparentemente distanciado pero con la misma imagen, Duhalde y el duhaldismo residual. Y muchos sectores que ahora en los obituarios lo saludan entusiastas y que supuestamente formaron parte del kirchnerismo. Pero si tenés nostalgia de Menem, has estado raramente ubicado en este otro sector.

 

Chino Castro

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