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jueves, 28 de marzo de 2024
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“Nuestra personalidad hace que seamos nosotras mismas al margen de nuestro esposo o nuestro sobrino”

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El 10 de diciembre de 2019 quedará en la historia del Honorable Concejo Deliberante de Bolívar como el día en que el legislativo local volvió a tener tres bloques, volvió a sentar en el medio a dos concejales, emulando tiempos de la Democracia Cristiana, la Unión Vecinal, el Frepaso, Recrear, Beto Rivas, la Coalición Cívica y Salamanco con el massismo. Ese día, en el que Marcos Pisano juraba como intendente por cuatro años, Laura Hernández y Alejandra Andrés se iban del hasta entonces denominado bloque de Cambiemos para, solas, formar el de Juntos por el Cambio.

Esas dos mujeres se animaron a hacer lo que otros no. Romper con la hipocresía reinante dentro del bloque en el que coexistían a regañadientes cuatro grupos políticos. Andrés había ingresado a la lista de 2017 de la mano de Manuel Mosca, y Laura por el apoyo de Ricardo Criado. Pero en el tiempo que compartieron en el bloque nació una empatía que las llevó a que una propusiera “¿nos vamos?”, y la otra respondiera “dale”.

En el recinto el pasado 10 de diciembre, cuando decidieron patear el tablero.

Después de la primera sesión de prórroga, la única que se ha realizado hasta el momento luego de que el bloque de Cambiemos se rompiera, “las chicas malas” hablaron con LA MAÑANA sobre todo lo que las llevó a tomar la decisión de partir solas hacia un rumbo que parece desconocido; pero al que no le temen, conscientes de que hicieron lo que debían hacer para poder ganar paz para trabajar en el Concejo.

Hay una foto juntas, de 2017, en el bunker de la San Martín, que fue una de las primeras que se les tomó juntas. Hoy esa foto se repite, paradójicamente, con las dos compartiendo bloque…

– Sí, recuerdo claramente ese momento, es cierto, yo con Ale no tenía ningún tipo de conocimiento previo, ni personal ni político, y esa foto de ese momento fue la primera vez que nos encontramos en el mundo de la política y en el marco de una campaña. A veces sucede que uno se encuentra con alguien y hay una cuestión de que parece que lo conoce de hace mucho tiempo atrás. Recuerdo que en alguna charla, cuando alguien me preguntó qué impresión me había dado Alejandra, dije que me parece alguien auténtico, genuino, que se expresa con afectividad, a quien uno puede abrazar.

Por mi forma de ser, que lo llevo a esto, al trabajo en el agro, lo llevé en la docencia, me gusta trabajar con aquellas personas con las que tengo empatía, y surgió así, no hubo nada prejuicioso que me condicionara a pensar con algún preconcepto de Ale, me di la oportunidad de conocerla y surgió una buena manera de trabajar juntas, que es lo que más valoro. Tiene una enorme capacitad de trabajo, me encanta la gente que es apasionada e intensa con lo que hace, eso también me sucede en la vida personal. De a poco pudimos, con gestiones, salidas a territorio y demás, ir conociéndonos cada día más y hoy estamos formando este bloque que justamente lo que tiene es una enorme proyección de trabajo en común por el bien de la comunidad, que es lo que siempre tenemos adelante como lucecita, lo que verdaderamente nos importa (Hernández).

Hace dos años que se conocen y eso hizo también que fuera más natural el hecho de plantearse irse junta a un bloque aparte…

– Sí, tal cual. También recuerdo aquel día en la avenida San Martín, en la vereda, que estábamos para hacer la nota. Cuando salió esa foto era la primera vez que coincidíamos, después empezamos a caminar el paso a las elecciones generales juntas y ahí empezaos a trabajar ese vínculo con el resto de las compañeras de trabajo que teníamos y que hoy no están en esta foto. Hoy somos esa cara; pero detrás nuestro hay gente que nos acompaña, sobre todo un grupo importante de mujeres que nos dieron la fuera para que nosotras en estos dos años podamos constuir.

Cuando salió esa foto, la gente que nos conocía a nosotras por separado, me dijo que con quien iba a tener empatía y con quien iba a poder trabajar era con Laura, y no nos conocíamos. Las dos coincidimos que venimos del ámbito privado, las dos trabajamos en educación, tenemos esa mirada que nos permite ver la política desde otro lugar, desde la construcción. En mi primera nota dije que vengo a representar a los vecinos y el día que no pueda hacerlo daré un paso al costado, más allá de los colores políticos o del bloque al que representemos, nuestro objetivo es el vecino, sabemos que estamos de paso y para dejar algo en ese paso, y todo lo que hacemos es en ese sentido. Nosotros hacemos política de gestión, para nosotros no todo vale, y a partir de eso trabajamos esta decisión de formar este bloque de Juntos por el Cambio.

Nosotros no somos de sacarnos fotos con los vecinos; pero eso no significa que no estemos trabajando. Cuando en su momento pedimos informes sobre la Casa de la Cultura en Urdampilleta era porque estábamos detrás de un proyecto y muchas veces esas cosas no se ven. Estos dos años nosotras caminamos muchísimo, estuvimos con los vecinos, con las instituciones y no nos vieron en fotos. Estamos convencidas que vamos a ser la oposición más fuerte que va a tener Marcos Pisano, porque hablamos de frente, lo vamos a acompañar en lo que esté bien, en lo que nos parezca que no, no.

Nos está acompañando nuestra secretaria de bloque, Ana Lisa Leonetti, que es una persona de confianza, que tiene nuestros mismos ideales. Todas hemos trabajado en el ámbito social sin recibir ninguna remuneración. Nací en Quiroga, viví en La Plata 20 años, adopté Bolívar, mis hijos nacieron acá. Cuando el ex diputado Manuel Mosca me propuso esto, y se lo agradezco, él sabía cuál era el trabajo que yo había hecho (Andrés).

Después de la elección general de 2017 daba la sensación de que el bloque de Cambiemos eran cuatro bloque en uno, y que después de todo lo que pasó en el 2019 lo más sano era que se sinceraran, que es lo que hicieron ustedes…

– Sí, creo que los sinceramientos son beneficiosos. Llegamos a la sesión preparatoria sin la decisión plenamente tomada, y lo primero que hicimos fue ir a hablar al bloque, no queríamos de ninguna manera tomar la decisión sin primero haber mirado a la cara y haber dicho lo que teníamos que decir a cada uno de los concejales, a los que venían con nosotros y a los que ingresaban. Es más, al momento de hacerlo les dijimos que pensábamos que era mucho más beneficioso y saludable para el ambiente de trabajo, para ellos y para nosotros. Seguramente vayamos a ser un bloque que acompañe muchas de sus iniciativas.

Vengo de un mandato anterior (2009-2013) en el que aprendí que podía estar en desacuerdo con todo; pero no me podía faltar el diálogo. Con Gustavo García en el 80 por ciento de las veces estábamos en desacuerdo; pero dialogábamos y llegábamos a un consenso. La mayoría de las Ordenanzas que surgieron, que podrían hoy ser un programa de gobierno para cualquier Ejecutivo y siguen estando a disposición, siendo nosotros un bloque absolutamente minoritario salieron por unanimidad. Tiene que haber equipo de trabajo, pero no para una cuestión político partidaria sino para políticas de Estado que perduren en el tiempo con la gestión que sea.

Quienes han cuestionado nuestro accionar es por prejuicio, no se sentaron a dialogar a decirnos las cosas de frente, como fue el día que nosotros tomamos la decisión. Nosotros traíamos la nota para escindir el bloque; pero no teníamos la decisión tomada, primero fuimos y hablamos de frente. Fue una charla muy amigable y muy respetuosa, no hubo ninguna respuesta en ese momento (Hernández).

¿Le ofrecieron a José Gabriel Erreca que se les uniera?

– No, no hubo una charla previa con José. Cuando tomamos la decisión y expresamos todo lo que teníamos que expresar en el bloque, salimos al pasillo y nos encontramos con que nuestro lugar era el silloncito (risas). Pasó José y nos dijo por qué no lo habíamos llamado previamente para hablar del tema, y Ale con la frescura que tiene le dijo “vení, acá estamos”, y yo le dije que no había nada más lindo que la libertad. Ese fue el único comentario que surgió en ese momento de tensión; pero que fue transitado con amabilidad y respeto, lo cual agradecemos a los concejales que hoy forman el otro bloque (Hernández).

– Nuestro modo de trabajar fue siempre ir y decir lo que pensábamos, a mí en el bloque anterior me tocó votar sola, de nosotras nunca encontraron una sorpresa. Nuestro bloque es abierto, no sólo para el que se quiera sumar, sino para todos los vecinos. Al otro día ya teníamos a disposición un espacio físico para que viniéramos a trabajar, y acá estamos todos los días por la mañana, alguna de nosotras o Ana Lisa.

Nosotros estamos al servicio de los bolivarenses, cuando tuvimos que votar a favor de la comunidad, lo hicimos sin distinción de partido político, cuando acompañamos algunas decisiones que tienen que ver con educación, también trabajamos en forma silenciosa. Lejos estamos de que alguien nos diga lo que tenemos que hacer, tenemos nuestra capacidad para tomar decisiones, muchas veces escuchamos eso y está bueno poder aclararlo, nosotras decidimos por nosotras mismas (Andrés).

– No somos chicas fáciles, somos las chicas malas (risas) (Hernández).

– Siempre está ese preconcepto; pero a nosotros nadie nos dice lo que tenemos que hacer, podemos pedir un acompañamiento, una sugerencia por experiencia y demás; pero la decisión es nuestra junto a nuestro equipo de trabajo (Andrés).

El lugar del medio en el Concejo Deliberante no es fácil, Laura vos estuvimos cuatro años ahí previamente y ahora volvés…

– Justamente de eso se trata, poder surfear la ola. Sin lugar a dudas es el estado en el que yo me muevo más naturalmente, no soy fácil de presionar, comparto mucho de lo que dijo Ale en esto de poder tener independencia de criterio, somos mujeres con pensamiento crítico propio, muy definido, en mi caso soy una gallega terca; pero también sé escuchar y decidir en base a todos los aportes que vamos recibiendo, fundamentalmente de los vecinos.

Ese camino del medio es el que más te permite recepcionar las voces de todos, por eso este es un bloque abierto, abierto al que piensa diferente.

En la sesión preparatoria, cuando salimos hacia el recinto, José nos preguntó quién era la presidenta del bloque, la miré a Alejandra y le dije “vos”, no teníamos nada pensado. Y ella me dijo que me iba a proponer como vicepresidenta primera del Cuerpo (Hernández).

Recuerdo pasacalles del 2009 que decían “Laura H. de Alzueta” y en el último tiempo personas que se refieren a “la tía de Mosca”, y ambas han demostrado que además de sus referencias masculinas, lograron ser ustedes mismas…

– Sí, eso lo hemos demostrado por dos cuestiones: por nuestra personalidad, nuestra formación, y porque quienes son mi sobrino y su esposo nos han dado esa posibilidad de ser y de actuar.

Angel Pesce

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