Lo que generó el resultado electoral a nivel Frente de Todos a nivel nacional no se replicó en lo local. La Carta de Cristina Fernández marcando errores y otras cosas desnudó aún más la interna del gobierno; pero también es bueno saber que los funcionarios tras la derrota pusieron su renuncia a disposición y a algunos se las aceptaron, haciendo caso a la carta o no, es algo concreto que ocurrió.
En el ámbito local la derrota del oficialismo del domingo 12 no generó ninguna publicación de nadie del gobierno o del entorno, y se desconoce si los funcionarios del Ejecutivo pusieron a disposición del intendente su renuncia como debe ser antes un revés electoral. Hay cuestiones que son “de manual” que parecieran haber caído en desuso.
Si nos guiamos por lo que ha ocurrido a lo largo de los años, ni la “paliza” de 2017 representó grandes cambios en el Ejecutivo. Aquella aventura con Cumplir le propinó al Balibuquismo la primera gran derrota, en ese momento en la representación de Luis María Mariano como cabeza de lista. Si bien fue 5 a 3 en concejales y 3 a 0 en consejeros escolares, Bali entró como diputado nacional como para amortizar algunos magullones.
Si bien el Ejecutivo que comenzó a gobernar hace 10 años ya no es el mismo, y prácticamente no están los mismos en casi ninguna de las áreas, tanto Bali Bucca en su momento como Marcos Pisano más acá no son proclives a grandes cambios aunque vengan tsunamis o terremotos devastadores. Ya lo dijo Pisano en 2019: “Equipo que gana no se toca”, haciendo un parangón con el fútbol, cuando se le consultó si ahora que le tocaba gobernar a él iba a hacer algún retoque, para muchos necesario.
Hasta hoy los cambios que se avizoran en el horizontes son los “necesarios”, es decir, habrá que nombrar alguien en la Secretaría de Desarrollo (Lorena Gallego será concejal a partir del 10 de diciembre), un delegado en Pirovano (misma suerte que Gallego correrá Alejandro Lappena) y alguien en la Secretaría de Gobierno, ya que todo hace presumir que en octubre la elección deparará un 4 a 4 en concejales y Fernanda Colombo regresará “arriba”.
Muchos hablan de una oxigenación necesaria, del cambio de algunas caras, mientras otros aseguran que a Pisano le anda mal el embriague por ende no va a meter los cambios que algunos creen que serían convenientes. Es potestad del intendente elegir los “soldados” que lo acompañan en la batalla diaria, y él sabrá los riesgos que asume si realiza cambios o no, no empezó a gobernar ayer, ya lleva casi 4 años al mando.
Bolívar tampoco es que reclama grandes cosas. Si uno habla con la gente, la mayoría se queja de los baches, de la suciedad que se encuentra en la ciudad en general, de los perros en la calle, son problemas “a priori” solucionables con un ajuste en las áreas que tienen que ver con estas cuestiones. Buena parte de la comunidad pide que se recupere el ABL (Alumbrado, Barrido y Limpieza), que parece haberse descuidado por ir detrás de grandes obras como la 132, que aún no está finalizada, más allá de su grado de avance.
Dio la sensación que el Ejecutivo apostó a la campaña de vacunación y a la salud como bandera, y una parte de la población no respaldó esas acciones, al menos eso se notó en los votos del 12. Quizás no lo vieron, quizás interpretaron que era una “obligación” del Estado hacerlo. Y estamos hablando de una elección de medio término, donde se eligen concejales que no pueden modificar nada, porque el que tiene la manija, y la seguirá teniendo por los próximos dos años es el actual.
¿Habrá cambios en el gabinete? No parece, no por ahora. ¿Puede el Ejecutivo revertir la elección en noviembre? Todo depende de lo que haga, cómo lo haga y cómo lo muestre. ¿Lo de septiembre fue un tirón de orejas para que haya cambios? Puede que sí, puede que no. ¿Hay una estrategia para revertir el resultado de las PASO? Lo desconocemos, y si la hubiera no la mostrarían ahora.
La elección del domingo 12 le propinó al oficialismo la tercera derrota en PASO legislativas, en 2013 fue 9.069 que sumaron las 4 listas del Frente Progresista Cívico y Social contra los 7.755 del Frente para la Victoria. En 2017 fue 10.252 para las dos listas de la Alianza Cambiemos contra los 4.226 de Cumplir. En 2013 el oficialismo la dio vuelta en las generales, en 2017 no pudo y perdió feo. Veremos qué resultad esta vez.
Angel Pesce
