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viernes, 19 de abril de 2024
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Muchacho hermoso

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El invitado de hoy nació en Liverpool y cumplió años el 9 de octubre pasado. Cuando tenía cuatro años sus padres se separaron, fue criado por su tía. A los dieciséis reanudó la relación con su madre por cuatro años hasta que ella murió atropellada por un policía borracho. John Lennon se llamaba ese joven. Con talento, rudeza y perseverancia y junto a otros tres muchachos de los suburbios de Liverpool trasformaron el mundo a través de sus canciones.
Durante el período de los Beatles John tuvo a su primer hijo, Julian, pero no estaba preparado para ser padre. La juventud, la música, el vértigo, los excesos eran prioridad en esos días y Julian debió crecer al lado de su madre, viendo cada tanto a su padre. Cuando nació su segundo hijo, Sean, John decidió no repetir el error.
En 1975 los Beatles ya eran historia. John Lennon y Yoko Ono vivían en el Hotel Dakota en Nueva York. A principios de ese año Yoko quedó embarazada y a partir de ese instante John se abocó a su vida familiar, cuando nació Sean, se dedicó a criar a su hijo, dejó la música y Yoko se hizo cargo de los temas administrativos y comerciales de la carrera de John.
“Quería darle cinco años enteros de estar siempre allí – dijo Lennon en su momento – No había visto crecer a mi primer hijo, Julian. No estuve presente durante su infancia, en absoluto. Estaba de gira. Y mi niñez fue cosa seria. No sé qué precio se debe pagar por desatender a los niños. Y si no le brindo atención hasta los cinco años, sin duda tendré que brindársela a los dieciséis años hasta los veinte, porque se les debe, es como la ley del universo.”
Cada mañana John se levantaba a las seis: preparaba el desayuno para Yoko y Sean, se ocupaba de las tareas domésticas, compartía el día entero con el niño mientras Yoko manejaba eficazmente los intereses de la familia. En la planta baja del hotel abrieron la productora Lennono Music y era allí donde cada mañana trabajaba Yoko mientras John horneaba pan casero, bañaba a su hijo o disfrutaban junto a su hijo del parque.
“Sean nació el 9 de octubre, igual que yo, por eso somos casi mellizos – decía John en “Imagine”, el film de Andrew Solt – Me gusta quedarme en casa, siempre fui una persona hogareña. Muchos músicos son así. He estado tan encerrado en el mundo hogareño que no pensé en la música para nada. Mi guitarra estaba colgada detrás de la cama, no creo que la haya tocado en cinco años.”
“Me hace sentir bien el hecho de que mi padre haya prácticamente interrumpido la música para criarme – recuerda Sean en la misma película – Sé eso. Solía tocar música a mi alrededor. En realidad nunca me había dado cuenta de que era un beatle hasta que vi la película titulada ‘Yellow Submarine’. Ahí me di cuenta. Él decía: ‘Sí, estos son los Beatles. Yo era un beatle, pero eso ya terminó y ahora paso el tiempo contigo’.”
En 1980 Lennon viajó solo a las islas Bermudas. Tanto disfrutó del lugar que pidió que enviaran a Sean con su nodriza. Un día, paseando por los Jardines Botánicos John vio una hermosa flor blanca llamada ‘doble fantasía’. Esa visión lo inspiró para comenzar a componer un álbum. Luego de seis años de inactividad y un mes antes de su muerte, surgiría su último disco, “Double Fantasy”, álbum compartido con Yoko Ono.
“A veces entraba en pánico porque no figuraba entre los primeros o no me habían visto en Studio 54 con Mick o Bianca – comentaba Lennon – No existía. Y me daba cuenta que la vida existía igual. Me recordaba cuando tenía quince años, no tenía que escribir canciones, si quería, lo hacía. Fue entonces que pude volver a hacerlo con facilidad. Todas las canciones de “Double Fantasy” surgieron en tres semanas. Cuando estaba cantando, trabajando con Yoko, estaba visualizando a toda la gente de mi edad y cantándoles: ‘¿Cómo están? ¿Cómo van sus relaciones? ¿Qué aburrida la década del 70, no? Aquí estamos, tratemos de hacer buena la década del 80’.”
Las canciones que grabó Lennon en “Double Fantasy” lo muestran a John como era en esos días, medido, maduro, feliz. Habla de comenzar de nuevo en ‘(Just Like) Starting Over’; dice que la vida empieza a los 40 y ha estado muerto por 39 años en ‘Life Begins At 40’ y canta que no hay problemas, sólo soluciones en ‘Watching The Wheels’, pero también está ‘Beautiful Boy’, el tema que Lennon le compuso a Sean, una canción que seguramente todo padre sueña con escribirle a su hijo:

Close Your Eyes, Have No Fear (Cierra tus ojos, no tengas miedo)
The Monster´s Gone (El monstruo se ha ido)
He´s On The Run and (Él está en fuga y tu padre está aquí)
Your Daddy´s Here

Before You Go to Sleep (Antes de ir a dormir
Say a Little Prayer di una pequeña plegaria)
Every Day in Every Way (Cada día y de cada manera
It´s Getting Better and Better está mejorando y mejorando)

Beautiful, Beautiful, Beautiful Boy (Hermoso, hermoso muchacho)

Out On the Ocean Sailing Away (Allá lejos en el océano, navegando,
I Can Hardly Wait apenas puedo esperar
To See You Come of Age para verte crecer)

But I Guess We´Both (Pero supongo que ambos
Just Have to Be Patient tendremos que ser pacientes)
‘Cause It´s a Long Way to Go (Es un largo camino para volver)
A Hard Row to Hoe (Una dura hilera por cavar)

Yes, It´s a Long Way to Go (Sí, es un largo camino para volver)
But Meantime (Pero mientras tanto
Before You Cross the Street antes de que cruces la calle)
Take My Hand (Toma mi mano)
Life It´s What Happens to You (La vida es lo que te pasa mientras estás
While You´re Busy Making Other Plans ocupado haciendo otros planes)

Beautiful, Beautiful Boy (Hermoso, hermoso muchacho
Darling, Darling Sean Querido, querido Sean)

El 8 de diciembre de 1980 John Lennon fue absurdamente acribillado decinco balazos cuando entraba al Dakota. Dos días después Yoko Ono publicó la siguiente carta en los periódicos:
“He contado a Sean lo sucedido. Le he mostrado la foto de su padre en la portada del diario y le he explicado la situación. He llevado a Sean al lugar donde yació John después de ser tiroteado. Sean quiso saber por qué esa persona disparó a John si lo estimaba. Le he explicado que probablemente sea una persona confundida. Sean ha dicho que debíamos averiguar si estaba confuso o sí realmente se había propuesto matar a John. Le he dicho que eso corresponde a los tribunales. Sean y su padre eran compinches. Más tarde Sean lloró. También ha dicho: ‘Ahora papá forma parte de Dios. Creo que cuando uno muere, se vuelve mucho más grande, porque forma parte de todo’.”

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