Juan Carlos Morán lanzó el pasado viernes su precandidatura a intendente dentro de la estructura de Cambiemos, alianza que ahora con la incorporación de Miguel Pichetto cambiará de nombre. Lo hizo en Villa Juana, en una cena a la que acudieron unas 400 personas que lo acompañaron, algunas firmaron el aval y todas escucharon atentas los 40 minutos que duró el discurso del final.
Morán no es candidato en Bolívar desde hace justamente 20 años. En aquel entonces, 1999, se lo tildaba de “pibe” y de “inexperto”. Enfrentó al mejor Simón electoralmente hablando, la primera reelección del intendente que gobernó Bolívar durante 14 años. Nunca el luego senador provincial logró vencer por tanta diferencia en las generales como en aquel 1999, contra Alicia March. Meses antes, Morán en una interna muy recordada le sacaba el 42 % de los votos, con el apoyo de figuras como Rubén Arturo Palacios (hoy fallecido, fue concejal por aquella lista).
Los tiempos han cambiado, ya Morán no es un “pibe inexperto”, hoy pisa el medio siglo de vida y acumula en su currículum una diputación provincial (2003-2007) y una diputación nacional (2007-2011), además de haber manejado el Registro Nacional de las Personas en el inicio de la gestión de Mauricio Macri como presidente y luego pasar por la Subsecretaría del Ministerio del Interior. A eso hay que sumarle varios viajes al exterior para capacitarse.
Desde hace ya alrededor de un año que avisó que iba a ir por la intendencia, primero a una primaria, algo a lo que se enfrenta como candidato por primera vez ya que en su anterior participación el sistema era de internas cerradas. Había habido en principio un entendimiento con José Gabriel Erreca para ir juntos de acuerdo a quién midiera más al momento de definir las listas; pero eso no prosperó y avanzó por su lado.
Ha recorrido la ciudad caminando, los barrios, las localidades, buscando que la gente lo conozca en persona, ya que muchos lo tienen visto de sus exposiciones en los medios nacionales, sobre todo cuando saltó el caso de los cuadernos. Y en los últimos días invita a desayunar un día a la semana a vecinos para escucharlos y darles a conocer sus propuestas.
Trazando un paralelismo entre una campaña y otra (la de 1999 y esta), hay muchas cosas distintas. En aquel momento el radicalismo gobernaba el municipio (lo perdió en 2011), y muchos radicales se encolumnaban detrás de Juan Carlos Simón, el intendente de turno, el que pagaba los sueldos, el que había recuperado el municipio para el Partido. En aquel entonces Morán cerró la campaña con un acto en la vereda del comité, con el urdampilletense Straccia como presentador.
Ya no está Simón en la carrera (sí dos que compartieron muchos años de política con el ex intendente como José Gabriel Erreca y Ricardo Criado), y es más formal un lanzamiento con cena incluida que un acto en la vereda. 20 años atrás estaban sus padres en el acto de inicio de la campaña, hoy siguen estando; pero le sumó a ellos a sus hijos, lo que demuestra un crecimiento y una realización como persona. Y están sus sobrinos, que por aquel entonces apenas si iban a la primaria, y hoy uno es concejal (Nicolás).
Morán ha sido siempre señalado como el hijo político de Carlos Díaz, quien fuera precandidato a intendente en varias ocasiones y quien llegó a ser presidente del comité de la Unión Cívica Radical, puesto que ostentaba cuando falleció todavía joven. De sus “formadores” no está Carlitos; pero en la cena lo acompañaron Daniel Salazar (quien tomó el lugar de Díaz) y Alfredo López, otro hombre de la recordad Corriente de Opinión Nacional que encabezaba Federico Storani.
Hasta hoy Juan Carlos Morán ha tenido un recorrido político más provincial y nacional que local. Incluso en sus épocas de juventud, cuando llegó a ser presidente por varios períodos de los jóvenes radicales bonaerenses. Si hasta fue incluido en una lista local como candidato a concejal y no pudo asumir porque no le daba la edad, denotando lo joven que comenzó en la política, y lo mucho que ha recorrido con todavía 49 años.
El discurso de Villa Juana, con el que se cerró la noche, fue bien a lo Morán. Con una dialéctica y una oratoria envidiable para cualquiera, no se quedó quieto sobre la tarima, salió a recorrer el pasillo entre las mesas y dio detalles de lo recorrido en este tiempo de reconocimiento con los vecinos, dando nombres propios de con quienes había estado, un albañil de Casariego, un ama de casa de Pompeya, y así puntualizó varios ejemplos.
Fue un Morán menos crítico desde lo discursivo, si bien tuvo algún párrafo para el gasto que tuvo el municipio en los artistas del último Me Encanta Bolívar y de lo que se debió invertir a su criterio en las escuelas y no se ha hecho. Fue un Morán más de propuestas, reafirmando que tiene los contactos en los distintos estamentos para ir a tocar la puerta correcta cuando haya que peticionar por algún tema.
Habló mucho de la recuperación del municipio; aunque antes tendrá que sortear una primaria nada fácil, ante los dos candidatos más votados que tuvieron las primarias de 2017, la elección más reciente: José Gabriel Erreca y Ricardo Criado. Y saliendo airoso de ella, todavía quedará un escollo mayor, Marcos Pisano, el intendente que irá por la reelección y que, vaya con quien vaya arriba, será un rival durísimo, los números de cualquier encuesta lo confirman.
Pero Morán no se achica, el viernes lanzó su precandidatura. No dio detalles de su lista; aunque dijo que habrá mucha juventud, y esperará al sábado para conocer a su o sus rivales en las primarias de Cambiemos o el nombre que tome de cara a las primarias. Hace 20 años jugaba una parada brava, en una interna difícil, y si bien no la ganó, sacó un resultado para muchos inesperado. Hoy, a las puertas de una nueva elección, vuelve a aparecer en la escena como un contrincante duro, que ha trabajado mucho para instalarse.
A menos de una semana para que se conozcan las listas, Cambiemos tiene un candidato que ya se lanzó (lo había hecho hacía tiempo de manera extraoficial). Ahora espera al sábado para conocer rivales y comenzar el camino a la primaria, donde estará esperando la llave que abrirá la puerta de cara a la general de octubre.
Angel Pesce
