El expediente venía mal barajado. Cuando se presentó el de relocalización de la planta depuradora de residuos cloacales ya de entrada la oposición no le dio tratamiento sobre tablas y empezaron los cruces. Hubo pedidos de informes, algunos evacuados en comisión y otros no. Y cuando llegaron al recinto, era obvio que el agua iba a llegar al río.
Marcos Beorlegui recobró vida en el bloque oficialista con este expediente y fue la voz cantante, secundado en parte por Mónica Ochoa. Del otro lado Luciano Carballo Laveglia, conocedor del tema, le planteó batalla. Y a falta de Ariel Alomar, ausente, hubo sólo dos bloques.
Luciano pidió la palabra y anunció la abstención del bloque que preside. Con eso, ya el proyecto que necesitaba los dos tercios de los votos, no avanzaba. E informó que habían elaborado una resolución como despacho alternativo y justificó que “más allá de las explicaciones que nos envío el Departamento Ejecutivo con algunos pedidos que se hicieron, está faltando uno de los más importantes que pedimos, que es el del Tribunal de Cuentas, por lo que este expediente no tendría que haber tenido despacho. Y a su vez sigue teniendo algunas incongruencias. Por eso le pedimos al intendente que proceda de manera urgente e inicie el procedimiento de licitación pública para la compra o permuta de un terreno en esa zona para el mencionado traslado”.
Beorlegui escuchó atentamente del otro lado, ya sabiendo que no tenía los votos para sacar el expediente, y fue trepando en enojo por la situación: “Esperaba otra cosa, siento que estamos perdiendo una oportunidad muy grande para el desarrollo de nuestra ciudad. En 25 años se repite la historia con los mismos actores, hace 25 años dirigentes del mismo color político del bloque hoy opositor le dijo que no a la licitación de las cloacas de Urdampilleta, y hasta el día de hoy las cloacas de la localidad no están hechas. El concejal Carballo Laveglia no me va a dejar mentir porque él era secretario de Obras Públicas”.
El hombre del Frente de Todos agregó que “estamos obstruyendo la posibilidad de que la planta depuradora que está en un lugar que se ha urbanizado, se traslade a un lugar más adecuado a los efectos de nuestra comunidad. Esta obra no se ve, no tiene rédito electoral, va enterrada. La abstención es una negativa, abstenerse es negarse a que el municipio adquiera el predio para relocalizar la planta”.
Carballo Laveglia agarró el escudo y se defendió: “Nosotros no nos oponemos a la relocalización de la planta sino a la compra directa de un inmueble por parte del municipio, pedimos transparencia, por eso le pedimos que llame a licitación pública”.
Beorlegui insistió en que “parece que están objetando que acá de la noche a la mañana se pensó en hacer negocio con un privado, acá hay una negativa al proyecto”.
Luciano del otro lado siguió con sus justificaciones: “Este proyecto hace un año que se está gestando y no tuvieron la deferencia de compartirlo con este bloque, nos llamaron y nos dijeron que en cinco días lo teníamos que votar. Insisto, que mañana el intendente llame a licitación y si después tenemos que hacer una extraordinaria para tratar el tema, la haremos”.
Beorlegui insistió en que “los argumentos del rechazo son meramente políticos, no tiene un solo punto de irregular, e insisto, hace 25 años pasó lo mismo y Urdampilleta no tiene cloacas”.
Luciano respondió que “estamos en desacuerdo con el procedimiento que efectuó el municipio a partir de que la empresa le dijo que el terreno del parque industrial no era válido, ahí tendrían que haber llamado a licitación pública con el espacio determinado por la empresa para la relocalización de la planta”.
Por momentos los concejales se cruzaron sin tener la palabra del presidente y Luis María Mariano debió intervenir para que guardaran las formas que marca el reglamento.
Intervinieron en el debate, además, Mónica Ochoa, Andrés Porris y Emilia Palomino; pero la pelea principal se dio entre Beorlegui y Carballo Laveglia, que siguieron repitiendo sus verdades hasta el final de la discusión.
Ángel Pesce.
