La Promoción de Bachilleres 1971 del ex Colegio Nacional ya se venía preparando para el 50° aniversario del egreso. Hace dos años un grupo de ese curso plantó un árbol en la puerta del edificio de Güemes entre San Martín y Alsina, donde funcionó durante la institución hasta mediados de la década de 1980. En aquel momento Marcelo Vignau, Juan Carlos Reina, Marcelo Ravassi, Amilcar Natiello y Alberto Waks fueron parte de la reposición del árbol en la vereda del hoy Instituto de Formación Docente y Técnica N° 27.
Ya en aquel momento tenían la idea de juntarse, como lo han hecho otras promociones años atrás, y la terminaron concretando ahora, con este respiro que da la pandemia y que permite que se puedan realizar juntadas, agasajos, almuerzos de varias personas, etc.
Marcelo Vignau operó casi todo el tiempo de organizador, con la insistencia de Marcelo Ravassi, uno de los promotores del encuentro, que finalmente no pudo estar presente el sábado. De todas formas una buena parte de aquella promoción dijo presente a media mañana en el viejo edificio de la familia Naranjo, donde, según comentaron varios, pasaron los mejores años de sus vidas, algo que repiten todas las promociones, ese paso de la infancia a la pre adolescencia y luego a la adolescencia es quizás el que más marca, también quizás porque es la última etapa de la vida en que no se tienen grandes compromisos, que precisamente comienzan cuando se termina la escuela secundaria.
Los bachilleres egresados en 1971 se juntaron en la vereda de la casa de Vignau, justo frente al ex Colegio Nacional, allí se los vio, entre otros, a Susana Olmos, María Rosa Bellomo, Juan Carlos Reina, Amilcar Natiello, Alberto Waks y Mario Volpe. De las docentes de aquella época estuvo presente Silvia Crespi, y de las preceptoras, Raquel Martínez.
A la hora señalada, los egresados 1971 cruzaron, volvieron a ingresar al edificio de la calle Güemes como lo hicieron durante los 5 años que duró su estadía en el ex Colegio Nacional. Ya adentro, y frente a la placa, todavía cubierta por un paño blanco, fue el ex combatiente Mario Volpe quien se dirigió a sus compañeros de secundaria, resumiendo en palabras los sentimientos encontrados de todos ante un aniversario tan importante y a su vez tan lejano de aquel egreso.
Tras las palabras de Volpe, que hicieron lagrimear a más de uno, se descubrió la placa que dice Bachilleres 1971, que queda descolgada en el edificio actual, porque si bien ellos cursaron el secundario allí, hoy el ex Colegio Nacional tiene otra sede, que ha sido la receptora de la mayoría de las placas recordatorias, aún de los que no cursaron sus estudios en la avenida profesor Cancio. Pero los del 71 decidieron dejar su recuerdo donde cursaron de 1° a 5°.
Luego de recordar varias anécdotas, de aplaudir por cada nombre que se decía de los que ya no están, tanto los de aquel Bachiller como los compañeros de Comercial, el grupo, de unas 20 personas, recorrió el viejo edificio de calle Güemes, buscando encontrar similitudes con aquel que vieron cada día escolar hace 50 años atrás.
El remate de la jornada y de la juntada (vinieron varios que no están radicados en Bolívar en la actualidad) se dio con un almuerzo en la Pulpería de Mira Mar.
Ángel Pesce.
