‘Se me pasó ese cartel’… ‘A mí también, tengo todas panorámicas Javi’… El chat me marca las 00.57 del 2 de abril de 2021. No hacía demasiados minutos que cada uno había vuelto de cubrir el acto conmemorativo por un nuevo aniversario del Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas.
En esta oportunidad, y en forma extraordinaria, se concretó a partir de la medianoche con el pretexto de inaugurar el Paseo ‘Héroes de Malvinas’, con la nueva iluminación y la finalización de la obra de modernización del tramo de la avenida Venezuela comprendido precisamente entre la plazoleta con ese nombre, ubicada en esa arteria y su intersección con Matheu, y el Complejo ‘República de Venezuela’.
Y a los dos ‘se nos pasó’ sacar un primer plano, o plano corto del cartel que nombra el paseo. Gajes del oficio.
Subo en el chat y con fecha 8 de marzo tengo otro intercambio. Ambos cubrimos las actividades propuestas por la Dirección de Derechos Humanos en el ‘Día Internacional de la Mujer’ en el Centro Cívico. Un programa variado y extenso nos da lugar a un intervalo en la toma de imágenes. Javier va y viene, nos comunicamos para atender la continuidad de la jornada. Le aviso que está por comenzar la marcha y regresa; nos adelantamos a la marea verde y violeta que camina por Alsina rumbo a Alte. Brown para buscar una toma que nos permita ilustrar el momento de la mejor manera. Lo pierdo entre la gente… Al rato, cuando ya estoy frente a la computadora escribiendo la crónica, una serie de fotografías con la luz y el contraste indicado para tomas nocturnas llega en sucesión a mi celular. Se acordó, como tantas veces, de mi pedido: ‘Javi, vos asegurate una buena foto y después me la mandás’.
Bajo en el chat y ya con fecha 11 de mayo le pregunto cómo está. Para ese entonces Javier Costa, de él se trata, ya estaba internado en el Hospital ‘Capredoni’ dándole batalla a este virus cruel que se lleva cada día a más y más seres. Le decía, en ese mensaje que le mandé, que no bajara los brazos, que le diera pelea, que así nos podíamos juntar más adelante y formar una suerte de ‘club de trabajadores de medios recuperados’ ya que éramos varios los que lo habíamos cursado y veníamos saliendo adelante. Él no pudo. Su cuadro fue grave. El COVID lo sorprendió a principios de mayo, fueron muchos los días en los que este virus se ensañó con él hasta que le hizo bajar los brazos. Ayer se fue.
Buen tipo, alegre, ocurrente, siempre con algún comentario -a veces con una cierta dosis de acritud muy propia suya- que despertaba risas entre la ‘tribu de prensa’ cuando nos tocaba esperar en conferencias, coberturas, actos. Porque los laburantes de prensa somos una especie de tribu -al menos acá, en nuestra ciudad-, que vamos en malón a muchos lados, nos ayudamos, compartimos horas y experiencias personales. Porque esos ratos de espera nos servían para charlar, intercambiar ideas y vivencias, porque más allá de periodistas o fotógrafos somos padres, parejas, hijos, amigos y de eso charlábamos.
Tuvo su paso en Guardia Urbana, antes de llegar al área de Prensa municipal como fotógrafo. Las maniobras de primeros auxilios o tips que aprendió en esa etapa le quedaron grabadas, y de eso hablábamos también en esos intervalos entre foto y foto, entre cobertura y cobertura.
Gran golpe su partida. Esta tribu quedó rota, herida. Así como tantas familias bolivarenses que han perdido sus seres queridos en esta pandemia de porquería, nosotros, los laburantes de medios, perdimos uno de los nuestros.
Al conocerse la noticia, sus compañeros de Prensa municipal, siguiendo lo dispuesto por el intendente Marcos Pisano, arriaron la bandera nacional en el mástil central y la dejaron a media asta. También fueron decretadas 48 horas de duelo.
Abrazo inmenso a su familia. No hay palabras de consuelo en este momento. Hasta la próxima foto Javi. Ya nos volveremos a encontrar.
V.G.
