Mamba Negra, una de las bandas bolivarenses más convocantes, se presentó en La Lomada el pasado viernes, siendo esa la última fecha, al menos por un tiempo.
Juan Pedro Garavano en guitarra, Bruno Irastorza en bajo, Lorenzo Blandamuro en batería y Nicolás Álvarez en saxo son Mamba Negra, un cuarteto bolivarense que ofrece música de alto nivel, recorriendo géneros tales como funk, soul y blues principalmente, y este pasado viernes se presentaron en La Lomada, la casa de bandas de Raúl Chillón y Romina García.
Fue, según anunciaron sus integrantes en el show, la última presentación de la banda, al menos por tiempo indefinido, y para ser fiel a su impronta, La Mamba la “descoció” en su última presentación.
Y es que cada uno desde lo singular, y los cuatro de manera grupal, la rompen de principio a fin. El virtuosismo de cada uno de los integrantes de Mamba Negra hacen que el cuarteto resulte explosivo, y que suene muy poderoso todo lo que hacen.
Tanto los integrantes de la Mamba, así como el público presente, disfrutaron de principio a fin cada uno de los temas que tocaron, siendo un completo disfrute todo lo que sucedió en la casa de bandas.
El show contó con dos partes; la primera de ellas se abrió con el tema Chamaleon, de Herbie Hancock, y la cerraron con Mr. Blues, de Hank Crawford; entre medio, sonaron grandes gemas, que la Mamba muy bien sabe mencionar y darle su impronta, dando lugar a que cada uno de sus integrantes pueda lucirse en su posición.
La segunda tanda se inició con Grape Jelly, de Gatemouth Brown, y entre otras, sonaron Gibraltar, de Stanley Turrentine, una exquisita versión de New Disco de Quique Ferrari, y el cierre fue con Soul Power, de Maceo Parker.
Todo, de principio a fin estuvo en su correcto lugar. La Mamba, en su despedida, sonó afiladísima como siempre, y la gente disfrutó mucho de eso, de la perfecta combinación entre la magia musical del cuarteto, y La Lomada, que lució impecable, como siempre, resultando ser una noche maravillosa.
Gracias por la música Mamba Negra, y hasta pronto, porque, lo del viernes no fue un adiós, sino un hasta luego; seguramente, hasta el próximo verano, donde sus músicos se volverán a encontrar en canciones, y tras ello, con su público, que los estará esperando.
L.G.L.
