Desde hace ya varios años y a modo de homenaje a Jorge y Jorgito Martínez Boero, el gobierno municipal con buen tino dispuso colocar una gigantografía con la imagen ambos en el acceso sur de la ciudad, en la intersección de la ruta 226 con la avenida Calfucurá, y se le puso “Paseo Martínez Boero” (se inauguró el pase en junio de 2019, el cartel estaba desde 2007 y fue reemplazado por el que se rompió ahora en 2014, el que se iluminó en 2016).
El paso del tiempo, de los fenómenos climáticos, el sol, el agua, etc., hicieron que poco a poco la imagen se fuera desdibujando y las últimas lluvias terminaron por quitarlo del chapón en el que estaba pegada.
Martínez Boero padre fue quien puso a Bolívar en el mapa, aún sin ser nativo. Mucho antes de que a los bolivarenses nos asociaran con Tinelli, lo hacían con el Gaucho. Campeón de TC en 1981, fue un ícono del automovilismo nacional con seguidores y fanáticos en distintos puntos del país aún hoy, a ya más de una década de su desaparición física. La trágica muerte de su hijo Jorgito en el Dakar (único argentino fallecido en esa prueba), hizo que los homenajes se hicieran en simultáneo uno y otro.
La familia de los Martínez Boero en redes sociales dio a conocer esta noticia. Seguramente se trabajará en la reparación y reposición del mismo, y habría que pensar en algo más duradero que se pueda instalar en ese paseo que recuerda a ambos fierreros.
Angel Pesce
