Con la colocación de una placa en su memoria, en la plazoleta del barrio, y palabras alusivas, la Kolina Bolívar rindió homenaje a nuestros desaparecidos por la última dictadura militar, en el marco del Mes de la Memoria.
Ocurrió el miércoles, unos días después del 24 de marzo, la fecha central del Mes, y que este año significó la evocación de los cuarenta y cinco años del Golpe militar que inauguró el período más horroroso de nuestra historia, en términos sociales, políticos, económicos y culturales.
El acto en San José fue motorizado por Mariana Coviella, integrante de Kolina pero en este caso también como representante de la familia Coviella, referencia histórica del barrio. También se hicieron presentes las hermanas de Mariana; Martín Berreterreix, Mónica Ochoa y otros integrantes de la Kolina; gente del lugar y público en general, el poco que puede acercarse en un marco de pandemia y distanciamiento social.
Naturalmente, el homenaje incluyó a aquellos/as militantes políticos/as que lucharon por un país más justo e inclusivo y contra el régimen de terror que asaltó el poder el 24 de marzo de 1976, lo que también contempla a exiliados y a gente que no padeció la incomparable desgracia de ser asesinada y desaparecida.
Un párrafo aparte fue para evocar la figura de Horacio Coviella, un querido luchador político bolivarense y uno de los máximos referentes históricos de la izquierda local, que vivió en San José. De hecho, la plazoleta donde se realizó la ceremonia lleva el nombre de Horacio Salvador Coviella.
Durante el acto, fue leída una carta enviada para la ocasión por el sacerdote urdampilletense Omar Dinelli, desde hace décadas radicado en Francia y que también padeció en carne propia a los militares, que lo secuestraron meses antes del Golpe; pronunció palabras alusivas Mónica Mabel Ochoa, que además de portavoz de la mencionada franja política de filiación kirchnerista es concejal por el oficialismo local, y vecinos del barrio contaron sus experiencias relativas a cómo los dictadores, a través de sus esbirros, perseguían en esos años oscuros a los dirigentes sindicales y las comisiones interbarriales.
También fue plantado un árbol.
De este modo, Kolina y el barrio San José se sumaron a la campaña Plantamos Memoria, lanzada este año por los organismos de derechos humanos.
Ch.C.
