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Escribe sobre cine, Ariel Dadante.

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Estamos a unos días de Halloween y el cine de terror está en la agenda de muchos, ese género que tanto gusta, aunque sea incómodo de ver, el terror nos atrae. Pero no voy a hacer un análisis del género, quizás en otra columna. Hoy me voy a centrar en una gran película basada en una novela de Stephen King (cuando no), la primera adaptación de una de sus novelas que llegó al cine, estoy hablando de Carrie (Carrie, 1976), dirigida por el gran Brian De Palma.

Carrie White, interpretada por Sissy Spacek, es una adolescente tímida que es blanco de todas la cargadas (bullyng) en la secundaria, sobreprotegida por su fanática y religiosa madre, que desata el terror con su poder telequinético en un pequeño pueblo donde vive, cuando es llevada al límite en el baile de fin de curso.

Hay muchas historias detrás del rodaje de este film y ahora les voy a contar varias curiosidades, desde que la novela terminó en la basura, hasta que la protagonista no fue la primera elección.

Carrie fue la cuarta novela que escribió King, pero fue la primera en publicarse, la escribió cuando vivía en un remolque en Maine en la máquina de escribir de su esposa. Cuando sólo había escrito cuatro páginas, descontento con el material, lo tiró a la basura. Su mujer Tabitha, sacó las páginas de la basura y lo obligó a que termine de escribir la historia. Carrie White está inspirada en una compañera del secundario de Stephen King y una alumna del escritor cuando daba clases de inglés.

El papel protagónico fue ofrecido a Linda Blair (El Exorcista, 1973, de la cual ya hablé en otra columna), pero lo rechazó porque o quería quedar encasillada en el género. También fueron consideradas para el papel, Melanie Griffith y Farrah Fawcett, quetuvo que decir que no porque estaba en plena producción de la serie de Los Angeles de Charlie. Sissy spacek se presentó en el casting con un vestido de marinerita que le había hecho su madre y todo su pelo lacio y largo todo lleno de vaselina que le caía por el rostro, De Palma al ver esa imagen quedo encantado por la lectura que había hecho de personaje y la dejó desplegar todo su talento en el casting. El resto es historia. Como dato de color Brian De Palma y George Lucas (grandes amigos), compartieron el lugar de castings y Sissy Spacek fue considerada para ser la Princesa Leia.

Para la escena más icónica del film, (entre tantas que tiene), toda la secuencia del baile de gradación en ese enorme salón, se tardó dos semanas en rodarse, por lo que la actriz tuvo que pasar varios días cubierta de un preparado cosmético que simulaba la sangra animal. El mayor inconveniente era que ese maquillaje se secaba con el intenso calor de las luces y tenían que estar rociándola con agua porque esa mezcla se le pegaba a la piel y no daba el efecto en la cámara que el director buscaba. Tan molesto era todo el proceso de maquillaje que la protagonista prefería descansar y hasta a veces dormir en su tráiler que estaba cerca del set de filmación.

Carrie tiene uno de los finales más impactantes del cine, se la recuerda por muchas escenas, como la descripta arriba y muchas más, pero el final tomó por sorpresa a una generación que tuvieron la suerte de poder disfrutar de esa obra en la pantalla gigante de un cine lleno. Hay historias al respecto de cómo reaccionó el público, y todos coinciden en que fue un grito sostenido (en el Viejo Cine Avenida ocurrió lo mismo cuando se proyectó y algunos de esos afectados fueron mis padres). Pero para aquellos que no saben de qué se está hablando, es la escena donde una de las sobrevivientes va a visitar la tumba de Carrie. De Palma contó que esa escena se le ocurrió a la mitad del rodaje porque el final del libro no le parecía que tuviera el impacto necesario, y que el gran mérito de esa escena es de Sissy Spacek que, no quiso una doble y estaba convencida que tenía que ser su mano. Dato de color, estuvo enterrada viva un par de horas para la escena y la persona encargada de echarle tierra fue su marido que era el director de arte.

Carrie es una obra cinematográfica que marcó una época, de la mano de un gran director como De Palma que supo darle su impronta a una novela terrorífica de una de esas pesadillas que tan bien refleja King en sus obras, y es una de esas películas que tiene que estar en tu catálogo a la hora de disfrutar una gran película de terror.

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