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INTA Bolívar prepara una interesante jornada a campo para el 28 de febrero

La jefa de la Agencia de Extensión local dio detalles de la inminente jornada y de las numerosas actividades que programan para todo el año.

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La agencia local del INTA el año que pasó duplicó su cantidad de agentes a su servicio. Por diferentes razones (traslados de empleados que solicitaron ese pase, la sumatoria de becarios, etc.) sucedió esta buena noticia que se transformó en tal no solamente por el aumento en la dotación de funcionarios, sino muy especialmente porque todos ellos terminaron conformando un verdadero equipo de trabajo en el cual cada uno aportó su diversidad.

Esta particularidad le permite afrontar el desarrollo de nuevas ideas y también llevar a la práctica la multiplicidad de tareas que se llevan a cabo habitualmente en este instituto nacional que tiene particularidades muy específicas. En primer lugar, el hecho de que en casi todas las ciudad, al menos de la provincia de Buenos Aires, haya una agencia de extensión con gente capacitada al servicio del productor agropecuario y, de ese modo, dispuesta a hacer docencia y a aportar experiencias y tecnología que son abrazadas de buen grado por ellos.

Lo refiere así a este medio Carolina Estelrrich, la ingeniera agrónoma que hace muy poquito se puso al frente del INTA Bolívar al ganar el primer concurso abierto que hubo en muchos años para ese cargo. Ya lo hemos dicho en notas anteriores pero vale insistir en que Carolina es bolivarense, integrante de una familia “chacarera”, como a ella le gusta decir y eso le da un plus, un valor agregado al puesto que alegremente asumió.

“Somos un equipo conformado por gente diversa. Tres somos ingenieros agrónomos pero cada uno con inclinaciones diferentes y con el resto de los integrantes del staff hay mucha armonía, lo que constituye una fortaleza”, subraya Carolina, quien remarca que “esa diversidad es muy buena, porque también es diverso el universo de productores a los que llegamos. Siempre lo fue, pero hoy creo que el campo es más diverso que nunca. Esa fortaleza se ve incrementada al tener un campo experimental, porque no es común que eso suceda. Y además, ese campo es muy lindo, con una ubicación excepcional. De modo que con todo esto a favor y con más gente estamos en condiciones de seguir haciendo todo lo que se venía desarrollando y sumar otras actividades”.

¿Están preparando una actividad, precisamente en el campo experimental de próxima realización?
– Así es. El miércoles 28 de febrero a partir de las 8 de la mañana hasta el mediodía vamos a realizar una jornada de Cultivos de Verano a la que llamaremos “Barnetche expone”. La idea es que todas las actividades que vayamos haciendo de las distintas áreas temáticas, lo sean bajo ese nombre. Lo que queremos es que la comunidad conozca la existencia de ese campo que está al servicio de todos. Nosotros estamos a diario allí, pero la información que se genera no es para nosotros sino para la comunidad y especialmente para el sector agropecuario”.

¿Cuáles son esos cultivos de verano?
– Fundamentalmente soja, maíz y girasol. Sobre esos cultivos tenemos ensayos comparativos de rendimiento sobre todos los materiales que están en el mercado. Eso se hace todos los años buscando precisamente comparar las variedades sembradas, su rendimiento, bajo las condiciones meteorológicas que se van dando en el año. Que el productor pueda saber qué variedad se comportó mejor. Por supuesto que todo se hace en parcelas, con repeticiones. En el caso de la soja es una red nacional donde Bolívar es uno de los lugares. Lo mismo en el caso del girasol. En lo que se refiere a maíz tenemos variedades tempranas y tardías. Luego hay otros ensayos de manejo y de otras alternativas productivas, de uso de bioinsumos en semillas de soja; tenemos un ensayo de girasol de segunda sobre rastrojo de trigo o cebada. Esta es una alternativa de siembra no tan común, pero nos estamos viendo obligados a buscar otras alternativas en función de cuestiones de malezas u otras circunstancias que se dan en el sistema.

También vamos a hablar sobre cultivos de cobertura, que son aquellos que no se cosechan, sino que se dejan para generar otro tipo de beneficios tanto al propio cultivo como al suelo. Ahora, en febrero, vamos a sembrar una vicia con centeno. Allá por septiembre le cortaremos el ciclo ya sea con un herbicida o con una labranza y sembraremos arriba de eso, porque genera una cobertura que impide que nazcan las malezas. Eso permite utilizar mucha menos cantidad de herbicidas, que es uno de los objetivos y además aporta nutrientes al suelo, poros, y activa bastante la microbiología.

Todo esto puede hacerse con una sembradora o bien con una Altina, que es una especie de pulverizadora, un poco más alta, que lo que permite, con el maíz en planta, es volear la semilla surco por surco. Es una máquina de Catalpa Agropecuaria y por eso ellos harán esa práctica”.

Si bien esta última experiencia a la que hace referencia Carolina ya es una práctica bastante conocida, el interés está puesto en insistir con ella, analizar sus reales posibilidades en la inteligencia de que ayuda a la conservación del suelo, recurso no renovable por naturaleza. “Hay muchas cosas en contra para el cuidado del suelo -dice la ingeniera-, uno de ellos son los alquileres de corto plazo, la incertidumbre en los mercados, y otros; pero la realidad es que deberíamos tender al cuidado de ese recurso. De eso se trata la sustentabilidad, esa palabra tan usada en diferentes lugares y que significa simplemente mantener los recursos que utilizamos a lo largo del tiempo”.

Para esta jornada del 28, ¿cuentan con el apoyo de firmas comerciales locales?
– Sí. Se da la particularidad de que, en el caso de Catalpa, es una firma que tiene esa máquina y la utiliza como parte de sus servicios y por eso van a mostrar ese trabajo en la jornada. Seguramente contaremos con otras firmas de Bolívar porque la idea es que sea algo de Bolívar, con actores bolivarenses”.

Se nos ocurre que en una sola jornada, al menos desde nuestro punto de vista periodístico, es imposible comprender todo el trabajo que se desarrolla en esta chacra experimental y, por eso, comprometemos nuestras visitas para poder informar detalladamente tanto esfuerzo. Carolina lo acepta entusiasmada y ejemplifica: “es muy cierto eso. Ahora por ejemplo, en verano, los ensayos de girasol tenemos que taparlos con unas redes todos los días para evitar que se lo coman las palomas o las cotorras”.

En relación a la jornada, que al fin de cuentas es el objetivo central de esta nota, ¿hay algo más para decir?
– Sí, que vendrán especialistas en manejo de malezas de la Experimental Pergamino y otro compañero del INTA de Bragado que hablará de soja. Todo eso en la carpa, el resto es todo a campo. Las invitaciones ya fueron cursadas y seguramente haremos una conferencia de prensa en el curso de la semana que viene para difundirla. Va a ser nuestra primera actividad demostrativa del año. Digo esto porque, por ejemplo, este viernes realizaremos junto a la Dirección de Turismo municipal y el grupo Arbolado Urbano un city tour botánico que es muy interesante. La producción vegetal no es importante solo en términos económicos de producción sino que también es producción la sombra y otros beneficios. En marzo tendremos la entrega de semillas del Programa Pro Huerta, que dirige Ramiro Amado y en finales de marzo seguramente habrá una capacitación en la Unidad Demostrativa Apícola. Este año, por primera vez tenemos un ensayo comparativo de batata, que es una especie que se sembró mucho en Bolívar en otros tiempos. Para nosotros es novedoso y estamos muy expectantes de cara a la cosecha, para la que todavía falta”.

Quedaron muchos temas para abordar, por supuesto. Como todo lo que hace INTA desde hace más de 30 años en el tema Cambio Rural, programa en el cual Bolívar ha sido pionero y generador de muchos grupos, dos de los cuales están activos o la coordinación de las Mujeres Rurales Hilanderas, ese grupo que agrega valor a la lana y cuyo contacto con el INTA local surgió en la última exposición rural.

“La gente sabe que las puertas están abiertas y quizás lo que me consulten yo no lo sé, pero podemos buscar alguien que sepa”, cerró Carolina la extensa charla, sintetizando quizás el verdadero sentido de su tarea.

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