Con la presencia de la subsecretaria de Promoción Sociocultural de la Provincia de Buenos Aires, Lorena Riesgo, y el intendente Marcos Pisano se concretó ayer la primera jornada del programa ‘Huellas de la Cultura’ del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica bonaerense que homenajea a los artistas que dejaron su huella en distintos municipios de la provincia.
‘Huellas de la Cultura’ rescata la historia de localidades de la Provincia para conformar un registro de memorias culturales bonaerenses. El programa, articulado con los distintos municipios, reconoce y homenajea a artistas que nacieron, vivieron o transitaron parte de sus vidas en territorio provincial. Además de Bolívar y Julio Cortázar, este programa recorrerá Pardo (Las Flores) donde estuvieron Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo; Avellaneda, que vio a Alejandra Pizarnik; Guaminí, por donde pasó Nelly Omar; Pergamino, por donde dejó huellas Atahualpa Yupanqui; San Martín, que recuerda a José Hernández, entre otros.
La propuesta se enmarca en el 107° aniversario del natalicio de Julio Cortázar, que se cumplió ayer, de ahí la fecha elegida para homenajear a uno de los más grandes escritores de nuestro país, que vivió en Bolívar en su juventud. Colaboró en su organización la Dirección de Cultura municipal que encabeza Jorge Fernández.
La apertura de la que fue la jornada inicial tuvo lugar pasadas las 17.30 horas, en la rambla que lleva el nombre del escritor, ubicada en avenida Alte. Brown entre Sarmiento y Avellaneda, con las intervenciones plásticas de artistas locales que, cada uno a su manera y con su técnica, retrataron al gran escritor. Al mismo tiempo, el talentoso músico Diego Peris amenizó la puesta con música en vivo.
Cortázar vivió en esta ciudad entre junio de 1937 y junio de 1939, y pudo apreciarse un video, ilustrado con testimonios fotográficos de la época, donde Julio Fal -conocedor de Cortázar y su paso por esta ciudad- relata momentos relevantes de esos días del escritor por estas tierras.
Fal destaca que Cortázar era “un gran lector, pasaba todo el día y hasta altas horas de la noche leyendo, o escribiendo en su habitación” -uno de los cuartos del Hotel La Vizcaína-. “A mediados de la década del ’30 había aquí un político local, el Dr. Rogelio Solís, él fue al Instituto Mariano Moreno y pidió los mejores promedios de ese año. En ese momento, como había pocos colegios nacionales en el país –NdelR., y en Bolívar se hallaba uno de ellos- no había mucho trabajo para los profesores. Entonces consiguió que esos mejores promedios vinieran a Bolívar, entre esos vino Julio Cortázar, con 23 años aproximadamente. Incluso escribe su primer libro acá en Bolívar, un libro de sonetos que se llamó ‘Presencia’ y que lo firmó con un seudónimo”.
Julio destacó en su relato la relación de Cortázar con ‘las Duprat’, “sobre todo con la madre de Marcela, su compañera, Lucien Duprat, quien lo había tomado como un hijo. Y diría yo que el conocimiento sobre pintura que después tuvo Cortázar y su afición por las obras pictóricas nació con las Duprat”.
Tras la proyección de los audiovisuales, se procedió al descubrimiento de la placa homenaje a la figura del escritor.
En la continuidad de las actividades, a las 18 horas, en La Vizcaína el realizador audiovisual Marco Lanzoni ofreció un taller de stop motion denominado ‘Cortázar para Armar’, dirigido a adolescentes; y a la misma hora en Firpo se realizó el conversatorio ‘Sobremesa con Julio’, del que participaron Cynthia Callegari, Diego Tomasi y Julio Fal.
Más tarde, también en Firpo, Cecilia Bona brindó el taller de lectura ‘Queremos tanto a Julio’ sobre la obra de Cortázar. Y a las 20 horas tuvo lugar un concierto de jazz con lecturas (con la actuación de Yamile Burich y Guido Baucia en saxo, Dante Picca en piano, Diego Rodríguez en contrabajo, Camilo Zentner en batería, con un repertorio de Charlie Parker entre otras referencias del jazz presentes en la obra de Cortázar) y se presentó La Maga.
Hoy, en la segunda y última jornada, se proyectará en el cine Avenida ‘Cortázar y Antín. Cartas iluminadas’. Con una duración de 65 minutos, entrada libre y gratuita, el espectáculo está previsto para las 20 horas. Se trata del análisis de la correspondencia entre el escritor y el cineasta Manuel Antín durante los años sesenta, a través de la cual se da forma al guion de ‘Circe’, la adaptación de uno de los cuentos publicados en ‘Bestiario’. Su directora es Cinthia Rajschmir.
Las actividades enmarcadas en el Programa ‘Huellas de la Cultura’ fueron las primeras que se realizaron de manera presencial en Bolívar en este contexto de pandemia, teniendo en cuenta el status sanitario del Partido. Se implementaron estrictas medidas de prevención y se dispuso un límite de público para participar de las propuestas y cumplir así con el aforo sanitario.
V.G.
