Escribe: Mario Cuevas.

Desde su álbum debut, “Murmur” (1983), los R.E.M mostraron una actitud original y diferente. Oriundos de Athens, Georgia, se mantuvieron independientes hasta que se ‘vendieron’ a las grabadoras en los 90. Muy pronto se convirtieron en una especie de padrinos del grunge (Kurt Cobain adoraba sus canciones) y cimentaron un prestigio sólo comparado con U2 y más acá con Radiohead.

Su alma mater, Michael Stipe, cantante y letrista, era el motor lírico e intelectual del grupo. Supo crearse un personaje basado en su ambigüedad sexual y en misterios en cuanto a su vida privada, pero lo importante son sus canciones y cómo las interpreta. Se dice que sus letras son críticas, puede ser, pero es innegable que son de una belleza insondable. “Aprendí con el tiempo – dice Stipe – Empecé siendo ingenuo y me parece que fui desarrollando aptitudes como compositor, que al principio se me atravesaron y se convirtieron en piedras en el camino. Ahora creo que he dado una vuelta entera y puedo confiar en mi intuición de compositor y permitir que algo fluya desde mi interior. Después lo analizo, como lo haría un buen editor con un escritor: separo lo redundante, detecto el espíritu de la composición y claro – se ríe – lo pongo como estribillo y lo repito diecinueve veces.”

Automatic of the People

Luego del éxito descomunal que generó “Out of Time” (1991,) a caballito del hit ‘Losing My Religion’, la banda se abocó a la tarea de su siguiente álbum, “Automatic of the People”, que resultaró una de las gemas de la discografía del grupo: melancólico, introvertido, pero de una belleza exuberante.

El disco, cuyo título está inspirado en el lema de un restaurante de su ciudad natal, abre con ‘Drive’, una oda al misterio de los viajes con una música tan enigmática como certera; le sigue la más que melancólica ‘Try Not to Breathe’: “Trataré de no respirar / la decisión es mía / he vivido una vida plena / y estos son los ojos que quieren recordarte…” canta Stipe.

Para equilibrar, desembocan en la saltarina ‘The Sidewinder Sleeps Tonights’. ‘Everybody Hurts’, el cuarto tema del disco, se convirtió en uno de los grandes temas del grupo: “Cuando el día es largo, y la noche la noche es tu soledad / cuando estás seguro de que tuviste suficiente de esta vida / entonces esperá, no te dejes ir / porque todos lloran y todos sienten dolor, algunas veces…” trata de reconfortar el cantante con dramatismo. Luego de un tramo instrumental, llega la contemplativa y orquestal ‘Sweetness Follows’ (Lo dulce continúa), sobre las pérdidas de los seres queridos; en el octavo tema, R.E.M acelera el ritmo y se despega de la atmósfera general del álbum para lanzar una crítica feroz a EEUU: “La nación de la información recoge sus pistas de la masoquista información-basura / Mil novecientos ochenta, ochenta y cuatro, ochenta y ocho, noventa y dos también / Cómo ser lo que quieres ser / vaya apuro, heroínando tus energías / Cómo caminar con dignidad con vómito en tus zapatos…”.

La deliciosa ‘Nightswimming’ es otro plato fuerte de “Automatic of the People”. “Nadando de noche / la fotografía refleja / toda luz me recuerda / nadar de noche merece una noche callada…” con un piano coronado por cuerdas que le marcan el camino al vocalista.

‘Find the River’ es un más que digno cierre. “El océano es la meta del río / debo irme y el agua lo sabe…” cantan los R.E.M y nos dejan con el gusto agridulce en la boca y en el resto del cuerpo, con la sensación de haber recibido experiencias disímiles: la voz de Stipe, las letras, el piano, los instrumentos acústicos, guitarras sabiamente diseminadas y las cuerdas arropando canciones que hablan de la vejez, la mortalidad, la pérdida de seres queridos y la esperanza reinando sobre situaciones extremas.

Hombre en la luna empujando elefantes

A ‘Man On The Moon’, décima canción “Automatic of the People”, le dedicaremos atención especial. El guitarrista Peter Buck cuenta en el libro de notas de “In Time” (compilado de temas de 1988-2003): “Cinco días antes de la grabación teníamos la canción completamente finalizada, sólo nos faltaba la letra. Michael no tenía ninguna idea y comenzaba a ponerse un poco irritado con todos nosotros. Se decidió que en lugar de andar como locos por el estudio, nos tomásemos unos días de descanso. Michael pasó su tiempo libre conduciendo con su coche alquilado escuchando la canción en un casete y cantando a lo largo de cuatro días. Cuando volvimos, Michael caminó hacia el estudio cantando ‘Man on the Moon’ por primera vez y se fue. Nos quedamos todos aturdidos. Fue uno de esos momentos mágicos.”

Eminentemente acústica, ‘Man On The Moon’ está basada en la figura de Andy Kaufman, comediante norteamericano que falleció en 1984 a los 35 años víctima de un cáncer de pulmón. A pesar de que no le gustaba mucho aparecer en televisión, Kaufman se hizo conocido a fines de los 70 por la serie ‘Taxi’, encarnado a Latka Gravas, un extraño personaje con actitudes aún más extrañas. Kaufman imitaba muy bien a Elvis Presley, a tal punto que se dice que era considerado por el rey del rock and roll como su imitador favorito.

Artista inclasificable, le gustaba la lucha libre y a menudo participaba en esas contiendas. De allí que Stipe dice en su canción: “Dime, ¿estás en pleno combate? / Andy, ¿estás burlándote de Elvis?”

Kaufman se transformó en un mito y como tal se tejieron conjeturas sobre su muerte: como no bebía ni fumaba y además era vegetariano, se dijo que era improbable que haya muerto de cáncer de pulmón. En esos días que aconteció su muerte la gente se preguntaba si ése no era otro de sus chistes extravagantes. Por esa razón la sentencia en la letra: “If You Believe There’s Nothing Up My Sleeve, Then Nothing Is Cool” (Si crees que no hay nada bajo mi manga, entonces nada es divertido).

En 1999, Milos Forman dirigió un film basado en la vida de Andy Kaufman. Llevaba por título el de la canción de R.E.M y estaba protagonizado por Jim Carrey en el papel de Kaufman, Courtney Love y Danny Devito (que en sus inicios fue compañero de Kaufman en la serie ‘Taxi’). La música de la película estaba a cargo de R.E.M y se estrenó una canción para dicha banda de sonido: ‘The Great Beyond’, publicada recién en “In Time”. En uno de sus escasos reportajes Stipe declaró: “Me gusta cuando la gente canta conmigo, siempre y cuando pueda escucharme a mí mismo, ‘Man On The Moon’ es un tema muy divertido de tocar en vivo. Todo el mundo sable la letra, e incluso si no la sabe, puede cantar: ‘Yeah, Yeah, Yeah, Yeah’ en la tercera línea. Y a todos les gusta esa parte de ‘The Great Beyond’ que dice ‘Pushing An Elephant Up The Stairs’ (empujando un elefante por las escaleras).

‘The Great Beyond’ se puede considerar hermana de ‘Man On he Moon’: con una belleza lírica que sólo Stipe y su grupo pueden lograr, las dos hablan de soñar lo imposible… tratar de cumplirlo, de perseguir metas y de buscar respuestas en lo desconocido.

“He observado a las estrellas caer en silencio desde tus ojos / Oh, las cosas que he visto, no puedo creer que las he creído / Me gustaría que las hubieras visto / Hay un nuevo planeta en el sistema solar, no hay nada bajo mi manga / Estoy empujando un elefante escaleras arriba, estoy diciendo chistes que nunca existieron / Un piano cae sobre mi hombro estrellándose en el suelo…”