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sábado, 20 de abril de 2024
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Hacia el Este: Un viaje musical por Trenque Lauquen

Escribe: Mario Cuevas.

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“No sé,no sé lo que quiero, lo que quiero no existe / solo toma forma

viajando hacia el este…”

(La Sobrecarga)

Hoy visitaremos la ciudad de Trenque Lauquen. Fundada en 1876, Trenque Lauquen significa laguna redonda en idioma mapuche, y es reconocida entre otras cosas por ser cuna de La Sobrecarga, banda que brilló en la década del 80 y aún hoy continúa brillando.

Para los jóvenes amantes del rock, el Trenque Lauquen de los comienzos de los 70 no era muy diferente a cualquier ciudad de nuestra provincia: escasas posibilidades para escuchar y/o tocar rock, algún programa de radio local, alguna publicación, o programas de radio nacionales como ‘El tren fantasma’. Pero estaban los deseos: el joven César Dominici había acondicionado un espacio en el fondo de su casa, llamado ArteSala, allí, con sus amigos Willy Robles, Gustavo Collado y Sergio Sáez cultivaban y maduraban sus sueños. En marzo de 1976 se ensombreció el panorama y el clima se puso opresivo, y fue en ese ambiente que comenzó a formarse el germen de Igoagrio y las crestas de Extrangulano, banda que nacería en 1978 con Dominici en guitarras, Sáez en voz y guitarra, Robles en bajo, Collado en batería y Néstor Polenta en teclados.

“Tratábamos de inventar cosas, leíamos, escribíamos, pintábamos, y una de esas creaciones fue Igoagrio – recuerda Sergio Sáez – Al principio fue una cosa medio indefinida, después se volvió un grupo aunque ninguno de nosotros era músico, tocábamos sólo dos acordes en una guitarra criolla, pero con el tiempo fuimos retroalimentándonos y creando algo totalmente nuevo. Por la radio no se pasaba nada que nos interesara, era muy difícil conseguir música, por eso nació algo muy propio, muy ensimismado. Nos copiábamos a nosotros mismos, si hay que definirlo musicalmente sería lo que hoy se define como ‘extra-dark’ con un ánimo de punk pero en ese momento no existían ni el punk ni el dark, al menos nosotros no lo conocíamos.”

Al influjo del rock progresivo, el teatro, la pintura y la poesía crearon sus canciones, bellas y artesanales, con una lírica muy personal. El grupo no llegó a realizar grabaciones formales, perode esa época se pueden escuchar algunas músicas en YouTube, por ejemplo ‘Atardecer’, grabado en el Teatro Trenque Lauquen, el 8 de agosto de 1981, también ‘Ángeles sin alas’.

Para disfrutar en plenitud aIgoagrio hay que escuchar dos álbumes editados mucho tiempo después. “Las crestas del Igoagrio” (2010), el disco que editó por el sello Viajero Inmóvil César Dominici acompañado de Néstor Polenta (teclados), Eduardo Peralta (batería) y Adrián Robles (bajo), con nuevas versiones de Igoagrio (‘Atardecer’, ‘El jardín’ y ‘Ángeles sin alas’); y “La coronación del fracaso terrestre”(2017), grabado por Sergio Sáez (voz y guitarra), César Stamati(guitarra y coros), Guillermo Robles (bajo), Néstor Polenta (teclados) y Gustavo Collado (batería).

Cuenta Sáez: “Tocamos en el Teatro Español donde tocábamos siempre, fue algo sentimentalmente interesante, musicalmente más o menos, pero ahí nos quedamos todos con las ganas de hacer algo mejor. Nos juntamos más seriamente y grabamos el disco que tiene algunas canciones viejas y otras nuevas. A partir de ahí continuamos haciendo cosas sin ninguna expectativa de publicidad, lo hacemos porque queremos y eso es Igoagrio hoy.”

En 1981 Igoagrio se desmembró, Sáez se casó y el resto de los integrantes buscaría nuevos horizontes. Luego de formar una banda muy efímera, Los Belicosos, Dominici y compañía dan el siguiente paso.

“Con la base de Igoagrio formamos La Sobrecarga, Willy (Robles en bajo), Gustavo (Collado en batería) y yo, luego entró Rufo Palezza (percusión), que nos acompañó en el trayecto – cuenta César en Ronda 9, programa conducido por Jorge ‘Alemán’ Azpiroz – Tuve que tomar el control de la voz, cosa que yo no quería estar tan al frente, me gustaba mi posición de sonidos. En realidad, nunca fue ni buen cantante ni muy bien guitarrista. Sergio Sáez me definió como un alquimista que va creando climas, pero tuve que estar ahí al frente, me fui soltando y logré crecer en mi parte compositiva.”

A fines de 1982 La Sobrecarga compartió escenario con Sumo en un festival en Olavarría. En mayo de 1983 las bandas se presentaron en el Club Argentino de Trenque Lauquen junto con AlphonsoS’ Entrega. Apadrinados por Sumo La Sobrecarga llegó a Buenos Aires ese 1983 democrático con sus canciones que exudaban sonidos post-punk y dark.Comenzaron a frecuentar Einstein, La Esquina del Sol y el Parakultural. Al poco tiempo se anexóGamexane (el guitarrista y compositor Horacio Villafañe) y así quedóformado el plantel completo: César Dominici (voz, guitarras), Horacio “Gamexane” Villafañe(guitarras), Gustavo Collado (batería), “Willy” Robles (bajo) y Pablo “Ruffo” Palezza (percusión).

Explotaron con su primer disco, “Sentidos congelados” (1986) y su hit ‘Conexión París’; le siguió“Mentirse y creerse” (1987). A esta altura, habían sido banda revelación en el Chateau Rock 1986, teloneros de The Cure en el Estadio de Ferro en marzo de 1987, pero en 1988 las bandas que cultivaban la música dark comenzaron a desmembrarse: Fricción, Don Cornelio y la Zona y juntos con ellos, la Sobrecarga. El segundo disco no tuvo la repercusión esperada, las deudas, y los desencuentros con el productor Daniel Grinbank hicieron que la agrupación terminara la primera etapa de vida.

En 1990 hicieron algunas juntadas esporádicas, y en 1994 se editó “Shock eléctrico”, compilado de sus dos primeros discos.En 2011 falleció Gamexane en México, dos años después La Sobrecarga grabó lo que es hasta ahora su último disco: “Cenizas del tiempo” (2013), que contiene material de los reencuentros de la banda desde 2009 en adelante. ‘Cielo de agosto’, el último tema del álbum, es la frutillita del postre con Daniel Melero cantando una letra suya inspirada en una música que Gamexane había dejado escrita.

En su estudioColdTurkey el trenquelauquense Marcelo Gulinofue quién masterizó“Cenizas del tiempo”, y grabó “La coronación del fracaso terrestre”. Marcelo también es músico y tiene en su haber una más que interesante discografía a descubrir. “En La Plata estudié música en la Facultad de Bellas Artes – nos cuenta – Comencé a tocar con un trío que hacía rock con influencias de muchas músicas que tenían que ver con el jazz. En 2001 volví a Trenque Lauquen, empecé a estudiar por mi cuenta Ingeniería de Sonido y en 2006 pude armar mi primer estudio casero. Comencé grabar mis discos aprovechando las posibilidades del estudio, hiceCanciones para oír la vida, con la idea de trabajar con texturas que con mi trío anterior no podía hacer.”

Marcelo Gulino, que compone, arregla y canta sus temas, además de tocar guitarras, teclados y bajos, editó Run to the Moon(2007), un disco con impronta jazzera dentro de la canción pop que permanece inédito. Le sigue El tren de los dones, que contiene cinco temas que iban a formar parte de un disco compartido con César Dominici. Con los mismos músicos salióEl teatro de las almas. “Este disco es mucho más eléctrico y se diferencia por la temática de las letras – explica Marcelo – pertenezco a la generación de músicos que pensamos en el disco, no en simples.”

En 2016 es el turno de Envuelve el mundo sin estrellas, junto al baterista Agustín Álvarez. Geminis (2018) es un disco de canciones grabado con músicos de jazz,su sucesor es el rockeroArgies Karma (2019). “Es una búsqueda retro con canciones más sencillas”, dice su autor.

Durante la pandemia GulinograbóSuite fantástica para robots (2020). “Para mí la música electrónica es un mundo nuevo, me resultó divertida y fresca de hacer”, comentó el músico.

Actualmente Marcelo se encuentra grabando canciones que formarán parte de unálbum cantado en inglés, titulado Tiny English Adventures.

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