Sofía Campos, una joven bolivarense que trabaja en el sector Cajas de la Cooperativa Eléctrica, ayer martes efectuó un posteo en su cuenta personal de Facebook a través del cual hace una denuncia pública de graves alcances y que involucra, precisamente, a la empresa empleadora.
Sofía comienza su relato por el final, informando que, tras los análisis efectuados, se ha detectado su contagio por coronavirus y por lo tanto, en este momento, es considerada Covid positivo. A tenor de su propia denuncia, dicho contagio debe adjudicarse a una falta de previsión y cuidado hacia su personal de parte de la Cooperativa.
En efecto, Sofía aduce que dos semanas atrás una compañera de área dio positivo y el médico de la empresa no la consideró a ella como “contacto estrecho”, determinando que debía seguir trabajando sin proceder al hisopado y sin aislarse.
Sigue relatando que, a la semana siguiente, su otra compañera de área también dio positivo a COVID 19, pero a ella nuevamente no la consideraron contacto estrecho obligándola a seguir prestando servicios.
No todo termina allí, porque también refiere que, más tarde, se detectó un tercer caso, en esta oportunidad sobre otro empleado que había sido designado como supervisor de cajas ya que todo el sector de Tesorería se encontraba de licencia por COVID 19. La empresa, en esta oportunidad, repitió su proceder y Sofía debió seguir trabajando.
Toda esta situación hace eclosión al recibir Sofía la notificación del turno para aplicarse la primera dosis de la vacuna anti Covid que le dispara lógicos temores, ya que es bien conocido que no se recomienda la aplicación de cualquiera de las vacunas vigentes a personas que estén cursando la enfermedad. Ante consultas efectuadas ante la Secretaría de Salud, le informan que, efectivamente, debe ser considerada caso estrecho y por lo tanto proceder a su hisopado preventivo que se realizó ayer martes. Horas más tarde le dan la noticia de la positividad.
Insiste Sofía Campos en su pormenorizado posteo en Facebook en la responsabilidad y falta de empatía que le cabe a sus superiores y, por lo tanto, a la empresa empleadora porque aún ante la certeza de que debía hisoparse por recomendación de Salud, le insistieron en la obligatoriedad de no abandonar su puesto de trabajo.
Por resultar esta exposición una denuncia pública, es menester que las autoridades de la Cooperativa Eléctrica y las propias de la Secretaría de Salud municipal inicien una investigación exhaustiva. No se trataría sólo de una cuestión de maltrato al personal sino también, y muy especialmente, de una determinación empresaria que pone en riesgo la salud de la población.
