Hay gente a la que le va bien. Empresarios a los que, independientemente de los tiempos, encuentran la forma de resolver problemas (al fin y al cabo quizás esa sea la mejor definición de empresario) para que su empresa crezca y se mantenga rentable. Nadie se sorprende de ello, porque precisamente para ello se esfuerzan.
Pero hay otros que, además de crecer empresarialmente, además de progresar, tienen quizás un gen particular que los lleva a querer un poco más y transformar su propio éxito en una fuerza de tracción a favor de quien la quiera aprovechar.
La vieja esquina de Alsina y Belgrano comenzó a mostrar desde hoy y tras muchos días de intenso trabajo, un ejemplo de esta segunda acepción de la palabra empresario que nos permitimos muy humildemente esbozar. Gama Center, la concesionaria de automóviles que ya hace varios años está radicada en Bolívar, ha refaccionado ese local al mejor nivel y añadiéndolo al que ya ocupa sobre Belgrano, se posiciona como para ratificar su compromiso de trabajo y crecimiento.
Impresiona la cantidad y calidad de vehículos en exhibición que allí se encuentran. Impacta la presentación de los mismos y es muy agradable la buena disposición de los vendedores para atender, con la misma sonrisa, a quien se acerca para intentar comprar su primer vehículo como para quien tiene poder adquisitivo como para subirse a la más encumbrada y cara de las camionetas.
Lo cierto es que, más allá de cualquier descripción que podamos hacer en punto a la operatividad de Gama Center, que excede el sentido de este trabajo periodístico, es dable resaltar que esa manzana delimitada por las avenidas Brown, Alsina y Belgrano y la calle Sarmiento, se consolida como el gran nuevo centro comercial local. Gama Center viene a coronar, en la esquina sur de esa manzana, un símbolo de progreso que Bolívar registra desde hace unos cuantos años, pero fortalecido con la apertura del Centro Comercial La Perla, perteneciente dicho desarrollo al mismo grupo empresarial.
Toda actividad humana tiene sus detractores y sus adherentes. Sin embargo, el tiempo siempre va poniendo las cosas en su lugar y sólo es preciso verlo transcurrir para que quede a las claras cuáles son aquellos emprendimientos valiosos a los que, como comunidad, debiéramos apoyar.
La post pandemia, que algún día llegará para devolvernos una normalidad que a veces nos parece perdida, encontrará a Bolívar posicionada como ciudad para otros desafíos. Para ser receptores, entre otras cosas, de visitantes de localidades vecinas que vendrán a disfrutar de un polo de atracción que habrá sido posible, entre otros factores, porque inversionistas como los protagonistas de esta nota, se animaron a dar un salto de calidad y eligieron nuestra San Carlos para ello.
