Las y los integrantes del colectivo “Tierra Viva Bolívar” se juntaron ayer en el Centro Cívico para celebrar, a modo de parodia, los dos años de la sanción por unanimidad en el Deliberante local de la ordenanza que regula el uso de agroquímicos, que continúa sin aplicarse ya que el intendente no la reglamenta.
A través de volantes y charlas con los transeúntes, los miembros del colectivo hicieron docencia sobre el espíritu y los contenidos de la norma, que básicamente protege a las escuelas rurales y la población en general al poner limitantes por vía de multas a las fumigaciones con productos agrotóxicos.
“Gracias a nuestra insistencia y a pesar de que no haya multas, algunos se están cuidando a la hora de fumigar. Hemos hecho la denuncia y han concurrido en algunos casos la policía o la Guardia Urbana”, dijo Juan Urrutia, de “Tierra Viva”. Sin embargo, “la Rural fumiga periódicamente el alambrado perimetral de sus instalaciones, y el Club del Golf hace lo propio con sus alambrados y con el borde del canal que atraviesa su campo”. Un matiz de diferencia ofrece el caso de Ferroexpreso Pampeano, que el año pasado “fumigó la vía que atraviesa la ciudad”, pero en 2019 “cortó el césped de alrededor con una motoguadaña”, lo que en el colectivo local leen como una “buena señal” de que esa empresa “acusó recibo”, enumeró Urrutia.
Alrededor de las escuelas rurales, donde la ordenanza en cuestión prohíbe fumigar, “lo que está ocurriendo es que lo hacen el fin de semana”, lamentó el militante.
Estuvieron presentes durante la mañana en el Cívico, entre otres, Marisol Darretche, el mencionado Urrutia, Mónica González, Elbio Sarnari y Guadalupe Díaz Gerea, de “Tierra Viva”, con cartelería informativa, volantes de difusión e incluso alguna torta para compartir el cumpleaños. Uno de los miembros del colectivo participó vestido con el típico traje de fumigador, lo que puso una nota de color a la jornada al tiempo que promovió una toma de conciencia colectiva acerca de una práctica que enferma a la tierra y a los pueblos.
En el marco del encuentro, “Tierra Viva” juntó firmas para exigir la inmediata reglamentación de la ordenanza 2459. El petitorio fue entregado al mediodía al jefe comunal por mesa de entradas del municipio.
¿Por qué el Ejecutivo no reglamenta esa ordenanza?
Urrutia: -El intendente es quien debe dar esa respuesta. Nosotros creemos que es por las presiones del poder económico real, reunido en las asociaciones de productores como la Rural, la Cooperativa Agropecuaria. El intendente nos ha dicho alguna vez que hay que ver cómo seguir produciendo y cuidando el ambiente. No sé por qué no logra entender, será porque no se ha sentado a leer o porque no le han informado bien, que es posible producir sin agroquímicos. Es mejor para el ambiente y para las personas y económicamente más rentable. Hay experiencias locales, nacionales y mundiales que lo demuestran.
En unos cincuenta de los ciento treinta y cuatro municipios bonaerenses existe una ordenanza que pone coto a las fumigaciones. La de Bolívar, aseguran en “Tierra Viva”, es una de las más proteccionistas. Pero como no se aplica, resulta hoy letra muerta. A pesar de ello, el Ejecutivo local conserva la chance de marcar la diferencia y que Bolívar sea vanguardia en la región, ya que la agricultura sin químicos es la agricultura del futuro, según entienden en el colectivo local. Más aún, Urrutia cree que hoy esa chance reverdece: “Pisano obtuvo un fuerte respaldo de la ciudadanía, no hay elecciones a corto plazo y entonces no debe quedar bien con todo el mundo, por eso si está preocupado por la salud de la población, si quiere que no se fumiguen escuelas rurales y barrios periurbanos, que no se apliquen agroquímicos innecesariamente en el interior de la ciudad (puede justificarse la aplicación en un cultivo extensivo pero no en un terreno baldío, puntualizó), está con las manos libres” para por fin reglamentar esa norma.
Chino Castro
