El domingo que pasó disfrutamos de la última columna que Mario Cuevas escribió para La Mañana, en un trabajo semanal que duró muchos años y le dio a nuestra hoja el brillo de calidad que sólo los estudiosos y apasionados como “Chiqui” pueden darle.
Nos sentimos verdaderamente orgullosos de haber contenido sus columnas dedicadas a la música y sumamente agradecidos a él por habernos elegido. Cuevas, está dicho, es un melómano local con un conocimiento extraordinario de la música y sus cultores; pero además y ante todo es un ser humano de valores superlativos.
Nos causará dolor que la página 8 de nuestra edición dominical contenga otro material de aquí en adelante; pero comprendemos perfectamente que los ciclos nacen y finalizan. Quizás sea una forma de renacer en algún momento.
Expresamos nuestro agradecimiento hacia Mario Cuevas por todos los años de compañía y nuestra admiración permanente por su trabajo y la manera en que lo lleva a cabo.