Todo hacía suponer que desde el próximo 10 de diciembre y por los dos años venideros, el presidente del Concejo Deliberante sería Luis María Mariano, reelecto concejal justicialista, partido al que le corresponde el sitial mayor porque tiene igualdad de votos con la oposición y porque es el ganador de las últimas elecciones. Pero en los últimos días la posibilidad de que Mariano vuelva a ser el presidente (lo fue entre 2015 y 2017) se fueron desvaneciendo y surgió la figura de Fernanda Colombo, la abogada que hoy se apoya en Marcos Beorlegui en el recinto y junto al resto defienden la gestión de Marcos Pisano.
El apellido Colombo no es uno más dentro del Honorable Concejo Deliberante, su padre Juan Emilio fue presidente del Cuerpo durante 8 años (1985 a 1993) y fue quien les tomó juramente a los ex intendente Julio César Ruiz y Juan Carlos Reina, nada menos. Conocido el dato, muchos salieron a resaltar la figura de una mujer en la presidencia, como algo histórico; pero a varios de esos muchos hay que aclararles que la historia no comenzó hace 10 años, ni 20, ni 50. Pero desde la vuelta a la democracia para acá hubo ya dos mujeres, también justicialistas, que fueron presidentas del Cuerpo.
La primera fue Alicia March, quien reemplazó precisamente a Colombo en el sitial mayor entre 1993 y 1995, año en que no sólo dejó la presidencia sino que también el PJ se alejó del sillón de la Belgrano luego de 4 años de gobierno de Reina.
A fines del 2001, luego de la debacle del gobierno de Fernando de la Rúa en la Nación, el justicialismo se repuso y obtuvo también el triunfo en Bolívar, en aquella legislativa que terminó por llevar al Concejo a los integrantes de una recordada grilla formada por el presidente del PJ, José Bucca en aquel momento, y que luego decantó en la presidencia de María Inés Longobardi, cabeza de aquella lista vencedora en el comienzo de la década del 2000.
Fernanda Colombo no va a ser la primera de su apellido en ocupar el sillón del presidente del Concejo y tampoco va a ser la primera mujer en llegar a ese preciado lugar; pero sí, por estas horas se rumorea que será quien modere en el recinto en cada sesión, quien decida con el voto doble cada vez que haya empate y quien convoque a sesiones, tales las tareas del presidente del Cuerpo, entre otras.
No han trascendido los motivos por los que Mariano no va a ser cuando era un número cantado. Posiblemente Pisano necesite a un batallador como el escribano en la banca, ahora que el moranismo tendrá cinco concejales en el bloque de Cambiemos y promete ser una oposición férrea, como la han sido hasta el momento los dos que arribaron al recinto en 2017: Nicolás Morán y Tati Thomann.
Colombo se ha ganado la confianza de Pisano, de Beorlegui y es respetada por el Ejecutivo. En poco tiempo, y casi si experiencia previa, demostró que los genes de su padre causaron el efecto deseado en ella en cuanto a la actividad política. Seguramente será la presidenta del Concejo Deliberante por los próximos dos años, y continúe con una carrera política hoy todavía corta; pero que quizás a futuro le depare otros lugares que hoy no imaginamos.
Angel Pesce
