Hay muertes que nos impactan de un modo especial. Que conmueven de solo pensar que a partir de ahora mismo sólo deberemos conformarnos con el recuerdo y sabemos que el recuerdo siempre es limitado, insuficiente.
Emilio Junco nos dejó hoy. Un hombre a quien hemos marcado desde estas páginas como ejemplo de lucha, de trabajo incansable. Un modelo a seguir para una humanidad que en esta hora reclama conquistas fáciles rehuyendo a compromisos permanentes.

Nos duele la partida del Emilio amigo y buen vecino. Y es una severa pérdida no contar más con su ejemplo presente.
Nuestro abrazo a su familia, continuadora de su buen nombre.