El “Paisano” Santos no esperaba recibir el reconocimiento que tuvo el viernes por la noche, cuando se efectuó el lanzamiento del Gran Premio “Ciudad de Bolívar” en el Complejo Domeño. El acto que en principio estaba anunciado en el Cine Avenida se hizo en definitiva en el Club Ciudad, donde el ex campeón argentino estuvo presente con su esposa, María Beatriz Munar y su hijo, Manuel, en muestra de apoyo a la realización de esta competencia sin precedentes en esta ciudad.
Tras la presentación del equipo que representó a la Municipalidad local, se proyectó un video y se le entregaron una plaqueta y una remera simbólica de “malla líder” de esta carrera, además de innumerables muestras de afecto de los presentes.
Momentos después, el “Paisano” habló con La Mañana y dijo lo siguiente:
– Como me engañaron… Jamás pensé que el homenaje iba a ser para mí; pensé que sería para Juan Pablo Dotti, porque lo tiene recontra merecido. Hace un rato estuvimos tomando con un compañero de él y contamos anécdotas, como esa en la que vos (al periodista) participaste: el Campeonato Argentino de Mar del Plata, donde Juan dijo que no tenía más ganas de correr… Tenemos tantas anécdotas con Juan… Pero juro que nunca pensé en este homenaje hacia mí. Me parecía extraño que hayan venido mi primo, mi tía… pero como Brenda (Sardón) está en el deporte y Adolfo me dijo que le iban a hacer un reconocimiento, “me la comí”…
Me emocioné con los vi (en el video) a Miguel y Néstor (hermanos Macchi) y Oscar Marina, mis compañeros en Veteranos. Ahí sí que se me cayeron unas lágrimas…
¿Qué te genera la realización de este Gran Premio?
– Me genera algo increíble porque en Bolívar nunca se hizo una carrera de tres etapas de ruta abierta. Se disputaron grandes premios, como el “Haroldo Reguero” y muchos otros, pero todos fueron de una sola etapa. Me pone muy contento porque estamos en una época en la que no te dejan hacer carreras de ruta, no te permiten cortar una ruta para hacer una contrarreloj o una etapa de pelotón… Por eso felicito a los que llevaron adelante esta patriada porque sé que no es fácil; en ningún lado te dejan hacer estas competencias y lamentablemte se está perdiendo la ruta.
Hoy estaba mirando las bicicletas de Juan y “Willy” Lucero. Son bicicletas que cuestan 300.000 pesos, pero ellos sí las usan allá (en San Juan). Acá, “Juani” Vicente y el resto tienen que usar las ruteras en los circuitos. Este tipo de carreras se van perdiendo. Ojalá que muchos copien esto y empiecen a hacerse de nuevo; si no ¿cómo hacemos para ir a correr a Europa, si allá son todas carreras de ruta?
Dejando el corazón y los sentimientos de lado, ¿cómo lo ves a Juan Pablo en la actualidad?
– Lo veo bien y los resultados lo dicen. Ganar cuatro veces la Vuelta de Mendoza no es para cualquiera. Yo decía que había otro corredor que ya la había ganado cuatro veces, el “Cóndor de América”, Contreras, pero estaba equivocado porque él ganó el “Cruce de los Andes”. A la Vuelta de Mendoza, el único ciclista que la ganó cuatro veces es Juan, así que va a pasar a la historia, pero incluso creo de todos modos va a ir por más… Tiene 34 años pero lo veo muy maduro, muy bien, y está apoyado por un gran equipo.
Qué bueno es poder verlo correr acá, en su casa…
– Sí, porque vinieron casi todos los de su equipo. Aunque no sea una carrera para ellos, porque su especialidad son las subidas, se las ingenian para dar pelea en cualquier tipo de terreno.
¿Ves ciclismo?
– Sí, miro todas las carreras que puedo. Lo único que no hago es ir a las carreras de acá porque tengo miedo a que me “pique el bichito” de vuelta. Quiero que ese sea un tema superado para mí. No quisiera agarrar la bicicleta de nuevo porque no estoy, ya dije “basta”, me retiré… No voy porque sé lo que va a pasar: es un ambiente “pegajoso”. De hecho, cuando veo las carreras me digo a mí mismo “¿y si empiezo a pedalear?”, pero después me digo “no; ya fue, ya pasó…” Para eso hay otros chicos ahora, que nos representan y lo hacen muy bien.
Esa malla líder que te obsequiaron irá a parar a la bicicletería…
– Sí, por supuesto; para mí significa un orgullo tremendo, inesperado y no sé si merecido porque ha pasado tanto tiempo… Ya hace diez años que me retiré. En el Campeonato Argentino de Salta dije “no corro más”. Así es que estoy dedicado a otras actividades; salgo a pedalear cada tanto, dos o tres veces por semana pero una horita nada más, solamente para despuntar el vicio, no para competir.
