“La tecnología me ha ido dejando sin clientela, y el Covid hizo el resto”, dice Estela Santillán, dueña del escaparate que se encuentra hace hoy 30 años en la puerta de la terminal de micros.
Entre resignación y nostalgia, recuerda cuántos diarios Clarín y La Nación vendía por día, ni hablar los domingos, y cuántos LA MAÑANA vendía en el lugar o en el reparto que hacía en su momento.
Pasaron 30 años, comenzó con los hijos chicos y hoy ya la han hecho abuela. Ella sigue firme en la puerta de la terminal, y hoy habrá festejo, con torta incluida.
Angel Pesce.