Luciano Carballo Laveglia es un hombre de la política con pergaminos propios. Es concejal por la UCR en la actualidad, fue secretario de Obras Públicas municipal durante la gestión de Juan Carlos Simón y ha participado dentro del centenario partido radical en innumerables actividades militantes.
Reconocido como un profesional consolidado de este medio, a pesar de no rehuir nunca a los debates, cultiva un cierto bajo perfil que, quizás, sea el motivo por el cual no anide en su espíritu el deseo de asumir un protagonismo que lo lleve a ser, alguna vez, intendente de Bolívar. A pesar de que en algunos runrunes populares su nombre suene como tal, Luciano prefiere en esta oportunidad apoyar a Juan Carlos Morán de cara a las PASO del mes de Agosto que llevarán a las generales de Octubre. Precisamente en estos temas anidó la primera pregunta periodística realizada por este medio, en el marco de una amable charla mantenida.
“Cuando ganamos la elección pasada me llegaron con más fuerza esos planteos, es cierto. Pero la verdad es que nunca pensé en mi vida ser intendente. Jamás. No lo hice ni en mis mejores épocas, junto a Juan Carlos Simón. Por cuestiones personales y también profesionales. A mí me costó mucho dejar la profesión en su momento (es arquitecto) y me costó mucho también levantarla cuando dejé la función pública. Y también porque creo que mí función ahora es acompañar a Juan Carlos (Morán), quien me dio la posibilidad -después de 10 años de estar fuera de cargos- de encabezar una lista y con ella ganar (se refiere a la elección pasada que lo ubicó como edil del Concejo Deliberante de Bolívar). De modo que es una forma de retribuirle ese gesto de confianza. Pero especialmente porque creo que Juan Carlos Morán es hoy el hombre más preparado política y técnicamente para conducir un municipio que no sabemos cómo va a estar después del 10 de Diciembre. Y lo voy a acompañar ocupando el lugar que él considere adecuado. Obviamente que no aceptaré posiciones que excedan mis conocimientos; pero Juan Carlos sabe que puede contar conmigo absolutamente”
“Así que creo que este no es mi momento. Es el momento de una persona que se viene preparando desde hace muchos años y con quien venimos armando equipos de trabajo, dato que no es menor, porque hay que llegar al municipio con ideas desarrolladas. No se puede llegar con improvisaciones porque, a pesar de que al menos en mi caso ya pasé por la función pública, todo ha cambiado mucho. Los equipos son básicos para asegurar solvencia para enfrentar los problemas centrales que habrá que resolver. La ciudadanía está esperando por esas soluciones. Hay algunas cosas que se habrán hecho bien y habrá que continuarlas, otras por corregir y unas cuantas nuevas a implementar”.
“hay que ganar las paso pero el objetivo principal es la municipalidad”
El armado de equipos tiene la mirada puesta en las elecciones generales del mes de Octubre, pero antes deberán sortear las PASO…
– Por supuesto que hay que ganar las PASO, pero el objetivo principal es ganar la Municipalidad y entonces el trabajo hay que hacerlo pensando en ello. No podés empezar a pensar en Octubre apenas finalizada las PASO porque no sería serio de ninguna manera. Yo creo que se pueden ganar las PASO si se piensa y se trabaja seriamente por el objetivo mayor. No hay otra manera. Nosotros empezamos a trabajar desde hace un año. El equipo se presentó hace muy pocos días, pero en realidad estamos trabajando desde hace, por lo menos, un año y en algunos temas mucho más. Por ejemplo: tenemos un mapa accidentológico de todo el 2022 que nos dice, día por día, los accidentes registrados en Bolívar. Algo similar con el tema de los consorcios canaleros. También hemos asistido a charlas vinculadas al tema tránsito con un especialista formado en Barcelona y que asesoró a la Municipalidad de Olavarría y lo está haciendo ahora con la de Mar del Plata. En fin, innumerable cantidad de acciones que no pueden desarrollarse en un mes, que al contrario, requieren mucho tiempo y continuidad. El año pasado estuvimos recorriendo plantas de abatimiento de arsénico, muy pequeñas, que pueden darnos una solución al “elefante blanco” que tenemos abandonado (la planta de abatimiento de arsénico que nunca se puso en funciones emplazada a continuación de los terrenos del cementerio). Insisto, hace mucho que estamos trabajando en proyectos y acciones concretas que abarcan casi todas las áreas. Todas elaborando propuestas acompañadas de un programa de puesta en práctica.
El tema planeamiento para vos es muy importante…
– Absolutamente. El Código de Zonificación que se hizo no fue un código de urbanización; fue simplemente un código de cambio de usos, que nos te dice dónde podés poner cada cosa y hasta dónde te podés expandir. Pero no hubo una planificación. Es como si preparáramos una estructura para hacer un edificio de 10 pisos y ocupo el décimo, mientras que del primero al décimo están todos vacíos. En Bolívar se está construyendo en las puntas, a 6 kilómetros de distancia entre uno y otro, adonde hay que llegar con servicios (algunos de los cuales no llegarán), mientras hay 450 terrenos baldíos en la planta urbana y muchas viviendas abandonadas, todo ello con todos los servicios.
Se ha hecho un plan para una ciudad de 50.000 habitantes pero nos falta muchísimo para llegar a esa cifra. Somos 26.000. Está bien en todo caso planificar para 50.000, pero planifiquemos las cosas por etapas.
Hay un tema en el que nadie piensa: los espacios verdes. La gente cree que Bolívar está llena de espacios verdes, pero no es así. Los únicos que tiene, me refiero a los comunitarios, son el parque y las plazas. Pero fuera de la planta urbana desaparecieron las plazas típicas. Por ejemplo, del otro lado de la rotonda (hacia los barrios de la zona sur) es necesario armar un parcelamiento que contemple plazas, cada una de ellas ocupando una manzana completa. En relación a lo que pide la Organización Mundial de la Salud, Bolívar está por debajo de lo recomendado en relación a espacios verdes. Más allá de que pueda haber quintas enormes, porque esos son espacios privados, no comunitarios.
En otro orden, hay que trabajar mucho en lo que en arquitectura se define como nuevas centralidades. Del otro lado de la rotonda, por insistir con esos barrios, hace falta no digo un centro cívico, pero sí un lugar donde se centralicen algunas cosas relativas a trámites. Lo mismo de la Rural hacia el norte.
En este trabajo que están desarrollando habrán detectado cuáles son los problemas más urgentes a resolver…
– Uno de los temas prioritarios tienen que ver con el personal municipal. Es necesario sin dudas congelar vacantes para poder mejorar los salarios. No pueden estar ganando lo que ganan. Pero tampoco puede haber semejante plantel. De 40 cargos ejecutivos que tiene el municipio, hay otros 40 políticos. De manera que habrá que cubrir los 40 ejecutivos (si es necesario) pero de ninguna manera los 40 políticos, que están de más. Son personas que ocuparon cargos, fueron reemplazados por otros pero ellos siguieron cobrando.
La planta de personal hay que acomodarla. No puede ser que el municipio dejó de hacer cloacas, pavimento, gas. Se terceriza todo actualmente y tenemos un plantel municipal con empleados que tranquilamente podría estar abocado a todas esas tareas.
La salud es otro tema que debe estar en la agenda de prioridades y especialmente me preocupa la droga, cuestión que habrá que poner en manos de especialistas. El tránsito y la solución a los problemas que acarrea entiendo que también debe ser de tratamiento urgente y darle la importancia que merece, porque no es un tema menor ya que también atañe a la salud y a la buena utilización de los recursos económicos. El área de Seguridad Vial tiene 120 personas y que yo sepa en el último año no han ido a las escuelas a dar capacitaciones, que es algo de fácil implementación y que da muy buenos resultados”.
¿Se podrá gobernar escapándole de alguna manera a la famosa grieta que tanto afecta?
– Sí, se puede si se ejercita el diálogo. Yo hace un año y medio que soy concejal y el intendente no me ha invitado siquiera a tomar un café. Se gobierna con diálogo. Creo que hay obras que Bolívar deberá empezar a plebiscitar. No todas, por supuesto. Pero por ejemplo: ¿gastamos 100 millones en pavimentar el contorno de la glorieta del parque o los aplicamos a arreglar todas las salitas de los CAPS? ¿Gastamos 260 millones en bicisendas o aplicamos ese dinero a otras prioridades? Plebiscitar es parte del diálogo. Y dialogar no es que te tiren por la cabeza un proyecto, como pasó con la compra de los terrenos para la relocalización de la planta de tratamientos de efluentes cloacales y te digan que van a gastar 1000 millones de pesos. Dialogar es juntarnos alrededor de una mesa y discutir un proyecto hasta lograr consenso. Hay que buscar los puntos en común, porque se trata de cuestiones para el bienestar nuestro, no podemos estar tan lejos en las ideas. Alfonsín decía que donde se termina el diálogo empieza la guerra.
Hoy directamente el diálogo no existe”, asevera Luciano quien pone el grito en el cielo respecto a las demoras en la puesta en funcionamiento de la Línea de 132Kv. Expone que hace 10 años esa obra debiera estar terminada y funcionando y ataca enfatizando que “hay un juego político por el cual eso no sucede. Es más, ahora nos dicen que el municipio deberá pagar 40 millones más para poder terminar la conexión. Nos preguntamos por qué, ya que esos fondos siempre los aportó nación. Preguntamos, pero no nos responden”.
¿Cómo sigue la cuestión interna en la Unión Cívica Radical? ¿Es irremediable enfrentar las PASO o hay alguna chance de una unidad?
– Aquí hay una cuestión donde dos grupos fueron a una interna. Por lo tanto debería haber dos candidatos. Uno de esos grupos, que aglutinaba a 3 ramas internas ahora se volvió a atomizar. Por lo tanto hay 4 precandidatos. No sé cómo termina todo esto, porque hay que ver qué sucede con lo que dicta el radicalismo a nivel nacional y provincial. Si va a legitimar todo esto o no. Se verá. Por de pronto nosotros seguimos trabajando y creo que hasta último momento siempre debe haber alternativa de unidad. Ese en rigor es el trabajo que tiene ahora Sergio Croce. Asumió como presidente del Comité y su función es conseguir la unidad”.
