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viernes, 26 de abril de 2024
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“Está bueno diferenciarse, hacer algo de molde me resultaría aburrido”

Neco Marcenaro, a horas de su primer recital en Bolívar.

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Al frente de un cuarteto con reconocidos instrumentistas, el cantante Neco (Andrés Guillermo) Marcenaro se presentará este sábado en la sala El Taller, de Avellaneda 730, desde donde izará su bandera habitual regida por la búsqueda de originalidad o un sello propio a través de la mixtura de géneros, la variedad de colores y letras jamás explícitas ni obvias, siempre sin perder de norte a la canción. Suficiente para un buen plan.  

Pablo Passini, en guitarra; Colo Maddío, en batería, y nuestro conocido Quique Ferrari, en bajo, son un andamiaje ‘de luxe’ para acompañar al vocalista nacido en Rauch.

Tras comentar de su “alegría” por tocar en Artecon, su primera vez en el circuito bolivarense, Neco adelantó que mostrará piezas que conformarán el corpus de su próximo disco, además de recorrer sus dos álbumes a la fecha, Otros mundos y Abriendo, donde participan prestigiosos músicos de la escena folclórico-cancionera argenta, como Ernesto Snajer, Verónica Condomí y Liliana Herrero.

Después, durante este diálogo telefónico puso de relieve el laburo de la producción, Cable a tierra, de Daniela López. “No es fácil llevar adelante algo así, autogestivo, convocando a proyectos que también son autogestionados, con música de autor. Es muy destacable, y siempre nos entusiasma llevar de este modo nuestra música a diferentes ciudades”, un concepto que comparte con su bajista, Quique Ferrari, quien sí ha tocado bastante aquí en los últimos años, con diversas formaciones y en escenarios variados, como la biblioteca Rivadavia, el hall de Cultura municipal y la propia sala de Artecon.

Tu proyecto no forma parte del mainstream, al menos no en un lugar relevante en términos de difusión mediática y masividad, pero sin embargo ha concitado el interés de artistas de la valía de Liliana Herrero, Verónica Condomí y Ernesto Snajer. ¿Qué representa que esa gente se sume a un proyecto propio?

-Hay amistad y don de gente. Estar en el ambiente de la música… El mainstream está muy lejos de lo que hacemos, pero nos gusta nuestra apuesta. Llevamos esa bandera y es la que nos impulsa hacia adelante y a seguir confiando en nuestras canciones y en la música que desarrollamos.

Soy muy amigo de Ernesto y de Verónica. En su momento, cuando grabamos el primer disco, él me lo produjo y entonces nos encontramos con un montón de gente que él conocía. Así fue que tocamos con Liliana en Rauch, y con ellos dos. Eso desembocó en sus participaciones en mi disco. Y la verdad es que representa un orgullo y un honor que sus incursiones hayan quedado plasmadas en grabaciones, más allá de que también significan eso sus participaciones en vivo junto a mí.

Elaborado pero no pesado, liviano pero no frívolo

Definir es un vicio, o una necesidad, de la prensa y quizá del público, los músicos buscan desmarcarse de los rótulos. En lo tuyo hay un montón de purezas mezcladas: jazz, folclore, rock, bastantes aromas y colores rioplatenses. ¿Cómo pondrías en palabras lo que hacés?

-Creo que cada uno tiene una percepción diferente de lo que escucha. Si tengo que ponerle una etiqueta a lo que hago, te diría que son canciones en diferentes rítmicas. Pero mi leitmotiv es la canción, que puede tener un ritmo jazzero, o de balada jazzera, o entrañar algo de rock, de chacarera, de funk, de soul. Todo mezclado, hay ahí como una batidora medio extraña. Y rescatando algo que tiene que ver con el espíritu de la edad, me parece: la mayoría de nosotros venimos de fines de los setenta y de los ochenta (Neco tiene 47 años), de una cultura de rock, te diría, y también de folclore, que llevaban como bandera diferenciarse unos de otros. Entonces hacer algo de molde me resulta aburrido, y me parece que está bueno diferenciarse, decir ‘okey, nosotros mezclamos todo esto es nuestra batidora y esto es lo que sale’, que puede gustarte o no, por supuesto. Yo te diría que son canciones con distintas rítmicas.

Y un material que no solamente apunta a entretener o a lo pasatista.

 -Me parece que el tiempo decanta las cosas. Pero la cuestión nuestra es diferenciarse. No hay mucho más. Hacemos un laburo musical, hay una elaboración, no nos quedamos muy conformes con algunas cosas y les damos vueltas de tuerca a las rítmicas, para que sea entretenido pero haya también un trabajo y que obviamente nos entusiasme tocarlo. Tiene que ver con el gusto y con las cosas que nos entusiasma tocar y escuchar. Somos en ese sentido un poquito rebuscados.

Podríamos decir: elaborado pero no pesado, liviano pero no frívolo.

-Exacto. Y también tiene que ver lo que se dice en las letras.

“Me releo todo el tiempo, es súper importante”

¿Cuánto importa la letra para Neco Mercenaro?

-Es bastante importante, y atravieso diferentes momentos con respecto a eso. Siempre estoy como analizando lo que escribo, sobre todo ahora que estoy componiendo, si bien siempre estoy haciéndolo. Me releo todo el tiempo, es súper importante. No soy pornográfico para escribir, sino más bien encriptado. Eso también tiene que ver con la búsqueda de diferenciarse del común. No tengo una pluma muy explícita, tiene una vuelta de tuerca lo que hago, lo que a su vez creo que provoca que se dispare el imaginario de quien escucha. Eso se busca desde la composición. Que el que escucha cree o imagine algo a partir de la letra de una canción, que cada quien construya su historia. Me parece que la escritura tiene que ver con eso.

Algo mostrarás el sábado, pero ¿hacia dónde viaja tu nuevo material?

-Más de lo mismo no es, porque voy testeando con diferentes amigos y me dicen ‘che, esto se parece a aquello’, o ‘no, nada que ver con lo que venias haciendo’. Pero si vamos al hueso de la cosa, metiendo un poco de etiqueta, yo creo que más o menos sigue rigiendo esa cuestión de la mezcla de ritmos. Te diría que continúan el funk, la cuestión rioplatense también, pero mezclado todo en la misma canción. Por ejemplo un tema viene bien funky, y el estribillo es candombeado. O en una balada jazzera hay cosas souleadas. Por ahí habrá menos ritmos folclóricos en el disco que se viene. Pero después, quedará a criterio de cada escucha. Seguirá habiendo variedad, te diría.

El recital comenzará a las diez de la noche, MB proveerá el sonido. Las anticipadas siguen en venta, a 600 pesos, en City Cell, de Brown 156, y por transferencia bancaria al 1130356234; en puerta el valor será de 800.

Chino Castro

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