No hace tanto tiempo, en estas mismas páginas, Nicolás Morán anunciaba que quería ser precandidato a intendente en 2023. Atrás había quedado la concejalía que ostentó entre 2017 y 2021, el alejamiento del grupo de su tío Juan Carlos y la decisión de no renovar por cuatro años más una banca que parecía imposible que se le escapara.
Problemas de salud, atender una familia que todavía lo necesita y mucho, con integrantes muy pequeños, lo llevaron a levantar el pie del acelerador, detener la marcha y buscar más claridad para pensar y ver hacia dónde salir. Era obvio que no estaba solo, que no se había ido solo, y que cuando volviera a hacer algo en política lo haría acompañado de esa gente. Hace un año atrás la noticia era que no integraba la lista de Juntos por el Cambio para ir por la reelección como concejal.
12 meses más acá en el tiempo la novedad es que armó su propio espacio, con radicales pero también con independientes, muchos jóvenes que se sumaron a aquella campaña de 2017, que vivieron todo el período de su paso por el Concejo y que decidieron seguir con él, aunque la decisión fuera por dos años quedarse fuera de todo. Estuvo en varias actividades en el último tiempo.
Se mostró en el aniversario de Urdampilleta, en el de Hale, organizó una actividad conjunta con los espacios de Emilia Palomino y César Pacho en Casariego para el Día del Niño y lo vimos por última vez en la visita que hizo la diputada nacional Danya Tavela la semana pasada. Fue ahí donde tras la nota dijo “esta semana vamos a hacer ruido”.
No imaginábamos de dónde podía venir el golpe; pero conociendo de la seriedad de Nico para ciertas empresas, era obvio esperar que algo sucediera. Y ese algo sucedió: por debajo de la puerta de cada vivienda de Bolívar entre jueves y viernes aparecieron unos panfletos de una calidad de impresión importante, con el logo de Sumar de un lado y las caritas de varios de los integrantes del otro lado, con la cara de Nicolás Morán en el centro de la escena.
Él ya había dicho en estas páginas en aquella entrevista que lo acompañaban la concejal Patricia Oroz, el ex concejal Roberto “Tati” Thomann, el secretario del comité UCR Nicolás Piermattei; la ex secretaria del bloque de Juntos y ex titular del Renaper Bolívar Inés García Chorén, entre otros nombres con menores títulos; pero no con menos ganas.
Muchos esperaban que la aparición fuera de cara a la conformación de listas de la interna radical; pero esta presentación en sociedad, que por ahora es sólo panfleteada en el casa por casa y en espacios públicos, da cuenta más de una jugada hacia las primarias de Juntos del año que viene que a la interna partidaria, donde el grupo de Nicolás Morán, junto al de Emilia Palomino y al de César Pacho, al menos hasta las últimas negociaciones estarían encolumnados detrás de la figura de Sergio Croce como candidato a presidente; aunque tratándose del radicalismo cualquier cosa puede pasar hasta el último minuto del 14 de octubre, fecha estipulada para el cierre de la presentación de listas.
Hace ya tiempo que Nicolás Morán quiere emprender su camino en política, por las suyas. Atrás quedaron aquellas acusaciones de Pablo Bucca, por entonces concejal oficialista, cuando como al pasar dejaba la frase de “no sé si ahí está sentado Nicolás Morán o su tío Juan Carlos”, en clara alusión a que por entonces compartían el mismo espacio y tenían la misma sintonía. Pasaron cosas, diría Mauricio Macri. Y vaya que pasaron.
Nicolás Morán ha salido a jugar su propio partido, una patriada, con un grupo de jóvenes entusiastas, algunos con más experiencia que otros. Para algunos históricos es un pecado de juventud; pero la realidad es que si no se abren paso a los codazos y empujones, es muy difícil que en política alguien te ceda el lugar, pruebas hay a montones y en todos los espacios. La intención es Sumar, tal cual el nombre del nuevo espacio, veremos hasta dónde suman.
Angel Pesce
