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“En el metal de hoy hay más apertura”

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Cultura Metálica es una serie de seis libros que su autor, el poeta, profesor de Filosofía y experto en la historia mundial del heavy metal presentó hace dos viernes en el club Argentino Junior, el marco del festival en homenaje al guitarrista bolivarense Martín Tolosa (falleció hace unos años, siendo muy joven), que ya va por su segunda edición bajo organización de la banda punk ADN, la familia de Martín y colaboradores.

Los libros nacen a raíz de que en 2013, Minore y otros organizaron en la CABA la primer feria del libro heavy. (Años antes, Minore había escrito la biografía de la banda Tren Loco, y ese fue el germen de la feria y en definitiva, de Cultura Metálica, a partir de que el volumen “no tenía un recorrido propio, no entraba en librerías y tampoco había en 2010 esa cultura actual del libro de música”, explicó el autor en diálogo con este diario.)

La serie de Cultura Metálica refleja la actividad de la feria, que ya acumula varias ediciones, y material sobre la producción del heavy metal argentino no referida exclusivamente al trabajo de las bandas, sino a charlas sobre diversos tópicos y otras iniciativas que motorizan los cultores del rock duro.

“El heavy metal no es sólo música, sino que alrededor de ella se da un montón de situaciones culturales”, puntualizó Minore.

 

¿Y hay una mirada que prepondera sobre la cultura metálica, una mirada o corriente hegemónica, o hay diversidad?

-En el heavy metal argentino hay un discurso que se terminó instalando como el más fuerte o hegemónico, que fue el del thrash (metal extremo), el realismo denuncialista, con la gran figura de Ricado Iorio. Empieza en V8, triunfa en Hermática y sigue en Almafuerte. A partir de esa figura, hay un montón de cosas que giran alrededor. Ese realismo denuncialista está en Logos, en Horcas, en Rata Blanca incluso, que tiene una línea más fantástica (todos grupos que surgieron de V8). Y en la parte cultural, ahí sí se rompe un poco, y empiezan a aparecer miradas diversas. Todo esto de la solidaridad y el heavy metal, que también forma parte de nuestra cultura. Ir a ver a Iron Maiden y pagar una entrada de 5 mil pesos es heavy metal, lo mismo que esto que estamos haciendo hoy acá, que tiene un fin solidario (se invitaba al público a entregar un alimento para un comedor, en lugar de cobrar una entrada). Hoy hay más apertura, incluso en la música también hay más hibridaciones.

 

¿Qué tan abierto está el metal a esas hibridaciones?

-Está más hibridado que otros géneros el metal, hay tantas etiquetas… Muchísimas mezclas. Hubo cincuenta años en los que en la cultura de la juventud, por decirlo en términos globales, todo el tiempo había renovación, cambios, pero del 2000 para acá no parece que hubiese pasado lo mismo. En general, no sólo entre los grupos de metal y de rock. No sé,  por ejemplo Madonna. No sé si hoy hay figuras más grandes que Madonna o Michael Jackson. También cambiaron los métodos de reproducción, de venta, las tecnologías, un montón de cosas que estaban ligadas a ese mundo de la música que se les ofrecía a los jóvenes. Hoy por hoy no sólo a los jóvenes se les vende de todo. Y no se sabe hacia dónde se está yendo. A César Fuentes Rodríguez (un referente entre los teóricos del heavy metal y aledaños) una vez le preguntaron por qué no hay bandas nuevas de metal, y él respondió que no hay bandas nuevas en general, no sólo en nuestro estilo.

 

“HACE MUCHO QUE NO HAY UN ANTES Y UN DESPUÉS”

O sí hay millones de bandas nuevas…

-Cuando apareció Pantera fue un antes y un después, cuando apareció Metallica también. Ahora hace mucho que no hay un antes y un después, antes pasaba todo el tiempo. Ahora toda banda nueva suena como otra. Me parece que hay un gran profesionalismo en el heavy metal argentino, que antes no lo había.

Minore brindó una breve charla durante el festival, que se desplegó desde las 19 horas en adelante del viernes 25 de octubre, ante un buen marco de público, de tinte familiar/barrial. Hubo puestos de expositores que ofrecían libros, fanzines y remeras, y varias bandas cultoras del estilo convocante, entre ellas Manthrax, Mal Momento, el número de cierre, y los locales ADN Punk Rock.

 

Daniela Roldán

y Chino Castro

 

“Entre el metal y el blues, Pappo eligió el blues”

¿Qué lugar ocupa Pappo en la historia del metal argentino? Algunos dicen que el estilo nació con V8, otro ubican al Carpo en el kilómetro 0, otros hablan de El Reloj.

-Para mí empieza con V8. En el Barrock ’82 aparecen V8 y Pappo. Cuando aparece V8, lo primero que dice es heavy metal. A ellos nos los filman, eran disonantes, rupturistas. Y cuando aparece Pappo, le preguntan qué pasa con el rock y él les contesta un chiste. Pero en serio, ¿qué está pasando con el rock?, vuelven a preguntarle. No lo consultan por el heavy metal. Y después aparece todo su imaginario: los autos, las ruedas, las camperas. Pappo para mí es el que trae al heavy metal. Él toca con Lemmy, en el embrión de Motörhead, agarra del movimiento heavy metal londinense todo ese espíritu, la ropa, lo rupturista. Sin embargo cuando está con Motörhead le sale una oportunidad para tocar blues y se va. Tenía para elegir heavy metal o blues, y se va con el blues. Y cuando viene a la Argentina, tiene la indumentaria y mucha polenta en la música (con Riff), es un rock muy pesado pero que no termina de ser heavy metal. Pappo es el padrino del estilo, él trae a V8.

“ABUELO ET NADA ES EL PRIMER DISCO ARGENTINO DE HEAVY”

¿Y El Reloj?

-Y Miguel Abuelo et Nada y un montón de otros grupos son la prehistoria del heavy metal argentino. Es más, para mí el primer disco de heavy argentino no está grabado acá, sino en Francia: el de Miguel Abuelo et Nada. Tiene temas que son heavy metal puro.

En realidad, V8 estaba inventando el thrash, y Pappo un primer heavy metal. Pero el discurso que gana no es el de las letras de Pappo, de carreteras, sensualistas. Ese heavy no es el que prosperó acá, por lo menos en ese primer momento. Recién ahora se está yendo por otros lugares, por el camino de la fantasía (en contraposición al realismo denuncialista). En la Argentina siempre hay esa división, ese Boca-River eterno. En los noventa venían algunos a decirte que Magos, espadas y rosas (título de un disco de Rata Blanca -el que trae los súper hits Mujer amante y La leyenda del hada y el mago-,banda de la línea fantástica, si bien tiene letras denuncistas) era para putos, falso metal. Que no era heavy, era para minas. Estaba esa figura del mandato del hombre en todos lados, de cómo ser hombre, también en el heavy metal. Pappo le dice a DJ Deró que se busque un laburo digno, me parece que no estaba entendiendo lo que se venía.

 

“Rob Halford nos enseñó a ser hombres”

¿Hay un cambio, el metal incorpora las nuevas miradas sociales, las nuevas culturas?

-Hay un cambio, si bien también está el ‘cabeza’ que piensa como hace cuarenta años; en la sociedad está, no sólo en el metal. Pero el que toca heavy hoy está atravesado por otras culturas, se ha impregnado de lo que pasa en la sociedad. Antes había un mandato de cómo ser hombre, y había una aceptación de la sociedad. Estaban bien vistas cosas que hoy no. Y aparte tuvimos a una súper estrella del heavy metal que vino a enseñarnos a ser hombres: Rob Halford (cantante y líder de Judas Priest, una de las bandas más icónicas de la historia del género). Es muy interesante su mirada sobre la masculinidad. Painkiller (disco de Judas) surge porque estando en la cima de su carrera, él no podía seguir llevando esa doble vida que sí llevaba en Londres, donde todo el mundillo sabía que era gay, que todo su atuendo era gay. Y en un país pacato como Estados Unidos -estaba viviendo ahí-, no podía continuar con su vida. Casi se mata, y a partir de los analgésicos que tomaba para mitigar el dolor, escribe Painkiller. Fue chocante, los fanáticos decían ‘¿pero cómo que es un puto, loco?’, hubo gente que lloró. Y esa cosa machista argentina de salir a decirte ‘ah, a vos te gustaba porque sos puto (pudre la voz, parodia a los cavernícolas). Igual, a parir de ahí se rompió, y me parece que está bien el lugar que hoy ocupa Rob Halford, es el que tiene que ocupar. 

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