A las 11.15 horas de hoy, un avión sanitario procedente de la ciudad de La Plata tocó suelo bolivarense para trasladar al bombero voluntario local Luciano Russillo hacia el Hospital El Cruce, derivado desde el Capredoni de esta ciudad por un cuadro grave de COVID 19.
El procedimiento, en rigor, se iba a realizar anoche ya que la aeronave solicitada se encontraba disponible pero las condiciones meteorológicas imperantes en la capital provincial, que afectaban notablemente la visibilidad, lo impidió.
Luciano fue internado en el nosocomio local hace unos días al presentar complicaciones pulmonares su cuadro de COVID 19 y el agravamiento de su situación de salud aconsejó su derivación hacia un centro de alta complejidad.
Media hora antes de que arribara el avión sanitario al aeródromo de Bolívar, comenzaron los aprestos y preparativos necesarios. Los propios Bomberos Voluntarios fueron los primeros en llegar al lugar con el jefe Jorge García a la cabeza, junto al Director de Defensa Civil, Roque Bazán. De inmediato, una segunda unidad del cuerpo de voluntarios arribó con efectivos vestidos con ropas anti covid, ya que serían los encargados de colaborar en las tareas de traslado de Russillo desde la ambulancia hacia el avión. Esta última llegó minutos después, disparándose uno de los momentos más emotivos de la mañana, ya que sus compañeros bomberos pudieron expresarle palabras de aliento y contención a través de la puerta trasera entre abierta de la ambulancia. La esposa de Luciano y su pequeña hija también lograron dialogar brevemente con él quien, a pesar de requerir la asistencia de oxígeno, se mostraba estabilizado y animado.
Aterrizado el avión sanitario se desató un intenso operativo que contempló todos los protocolos a los que obliga el coronavirus. El pasaje de Luciano desde la ambulancia hacia el avión fue controlado, en todo momento, por el Dr. Carlos Manganiello, quien lo acompañó desde el hospital y se mantuvo a su lado hasta que la aeronave comenzó su carreteo.
Toda esa labor demandó poco más de una hora ya que, además de ubicar el cuerpo del bombero local en una camilla especialmente acondicionada, fue menester “envolverlo” en una especie de carpa de plástico transparente con asistencia de oxígeno y, especialmente, controlar todos sus signos para asegurarle un vuelo sin inconvenientes.
Personal médico procedente desde La Plata acompañó a Russillo en el vuelo que demandaría aproximadamente 50 minutos para llegar a destino. El propio intendente municipal, Marcos Pisano, se hizo presente en el aeródromo y allí permaneció hasta el momento del despegue del avión sanitario.
“Hasta la vuelta, amigo. Nos vemos a tu regreso”, fueron palabras que Manganiello expresó a Luciano a modo de despedida. Luego el médico bolivarense saltó desde el avión a tierra, las puertas de cerraron y el vuelo de la esperanza comenzó. Las lágrimas se mezclaron con las sonrisas, como casi siempre sucede cuando la fe quiere derrotar a la tristeza.
