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miércoles, 24 de abril de 2024
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San Carlos de Bolívar

El padre Scoltore ya tiene en su poder un bosquejo del proyecto de restauración del templo

Parroquia San Carlos.

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El padre Mauricio Scoltore, a cargo de la Parroquia San Carlos desde hace unos 6 años ya, habló con LA MAÑANA sobre el hurto de la imagen de la Virgen del Pilar; pero también se refirió a otros temas de interés para la colectividad cristiana.

¿Cómo va el proceso para deshumedecer el templo?
– Estamos con un proyecto integral de restauración del templo, el primer paso era colocar los deshumificadores, van funcionando, están trabajando, hace un par de meses estuvieron los técnicos controlando el proceso. No se avanzó todo lo que los técnicos hubieran querido, creo que uno de los temas que afecta es que la humedad que entra desde arriba es tanta que es imposible que funcionen bien, tenemos un tema gravísimo de techos y desagües. Tenemos desagües obsoletos, obstruidos, techos destruidos, todo eso afecta más. En los lugares que está seco se ve que estos aparatitos funcionan bien.

El segundo paso es el proyecto integral de restauración que le pedimos que hiciera la Fundación Cultural Patrimonio junto al estudio de arquitectura de Francisco Ezcurra, de Buenos Aires, que tiene un currículum abultado, han trabajado en la restauración de la Basílica de Luján, en el Teatro Colón, la Iglesia de San Francisco en Buenos Aires, la Iglesia de San Francisco en La Plata.

La última vez que vinieron lo hicieron acompañados de un vitralista que fue el que restauró los vitrales de la Catedral de La Plata. El proyecto tiene una enumeración de los vitrales dañados para repararlos.

¿De eso hay fotos para restaurarlos tal cual eran?
– Hay fotos de todo. De lo que está un poco deteriorado hay toda una sesión de fotografías que hizo la pareja del cubano que vino a hacer la restauración, hicieron fotografía de todo, incluso de algunas cosas que hoy están más deterioradas que en ese momento. Lo más importante, que son los vitrales de Nidia Danessa, que tienen un valor más sentimental para Bolívar, hay un librito editado en el que están todos los dibujos, la explicación del sentido del dibujo y las frases.

Están los elementos para que todo se pueda restaurar; el tema es que son tres estilos distintos, hay una parte que es la clásica tradicional que se hizo en época del padre Aducci, que están en el atrio de entrada del templo. Eso ya fue restaurado, se ocupó Patrimonio de la Provincia. En estado regular están los vitrales hechos con vidrio y plomo, de Nidia Danessa, y después hay algunos vitrales que son los que dan al frente, al coro y al campanario, que están hechos con otra técnica, son vidrios unidos por un polímero, hay algo plástico que une ahí. Ese elemento de fusión está totalmente deteriorado.

Después que esté todo el relevamiento hay que buscar financiamiento, que en principio había alguna promesa del Estado Nacional…
– Exactamente, pasa que el Estado Nacional no hace proyectos, que fue lo que me explicó el ministro Katopodis en su momento, y una obra de esta magnitud sin proyecto es para hacer macana; hay que tener un proyecto con una buena enumeración, con gente que entienda de las patologías que tiene el edificio, el modo de restauración respetando materiales originales, revoques originales, la carpintería, los vitrales, el revoque exterior, los relojes, las cruces de las torres.

Lo que ellos plantean es mucho, hay que restaurar el techo de la nave central, que originariamente era de losa con baldosas o algo que cubría, después por filtraciones se hizo la cubierta de tejas, que no es original; pero está en la memoria visual del vecino de Bolívar hoy, por lo cual la idea es restaurarla así.

El proyecto entonces está casi listo…
– Sí, la semana pasada me entregaron un borrador, no está la valuación del trabajo pero sí la enumeración de lo que hay que hacer. Lo voy a repasar y agregaré algunas cosas que puedan faltar. Está previsto reacondicionar las tejas de la nave central, las dos naves laterales tienen techo bajo, de chapa, cubierta por membrana, eso estimamos que hay que reemplazarlo todo, al igual que los desagües de esos techos.

Con la restauración hay que transformar en accesibles las partes que hoy son inaccesibles para el mantenimiento. Encontraron las esferas del reloj de cuatro caras, la maquinaria también; pero la primera consulta que hicimos a un técnico nos sugirió que preserváramos las máquinas viejas pero que colocáramos una aparatología nueva, electrónica, que facilitaría el control.

¿Cómo está funcionando la heladera de la Parroquia?
– Está funcionando, viene gente que dice que necesita, algunos nuevos se van incorporando. La provisión funciona, Dios providente nunca nos deja, siempre hay. Hace poco tiempo atrás nos reunimos a almorzar con todos los voluntarios y hay alrededor de 30 personas trabajando. En su momento eran muy poquitos, se han ido sumando y ahora hay varios equipos para cocinar, entregar, tenemos turnos fijos, tenemos una nutricionista que colabora, instituciones como el Rotary Club y la Sociedad Rural que también colaboran. La Fundación Movilizarse que organiza La Chocleada nos dio una mano muy grande el año pasado en alimentos frescos y alimentos no perecederos. La comida que sale es buena.

¿Cómo viene la actividad de las capillas?
– Me he transformado en el mejor cura del Partido de Bolívar, porque no hay otro (risas). Hemos tratado de armar un esquema con los equipos de gente que trabaja y me ayuda. Villa Diamante tiene el comedor que funciona todos los sábados al mediodía y la feria los viernes, más el Hogar San Francisco. También tenemos la catequesis, una biblioteca que se está armando.

Está la sede de Cáritas en calle Olascoaga que los martes y jueves atienen de la gente con entrega de alimentos no perecederos y la entrega de ropa.

El templo parroquial tiene misa de lunes a sábados a las 18 horas; los sábados a las 16 horas con niños, que nos ha sorprendido a las catequistas y al cura la participación de los niños; y a las 19 la misa común, vespertina de la parroquia. El domingo tenemos a las 9.30 horas la misa en el templo parroquial y a las 19 horas en la Santísima Trinidad.

El día 7 de cada mes celebro misa en San Cayetano, en el Barrio Colombo, ahora estamos preparando las fiestas patronales para mañana domingo 7, que tenemos la procesión 15.30 y después la misa y el chocolate. El primer domingo siempre lo dejo libre por si cae 7 para poder celebrar ahí.

El segundo domingo de cada mes celebro misa en la capilla de Luján de Villa Diamante. El tercer domingo de cada mes voy a la tarde temprano a Unzué y el cuarto domingo, a Hale.

A Urdampilleta voy a celebrar misa todos los domingos a las 11.30 horas, y si piden bautismos los celebramos ahí. La atención de la Parroquia de Pirovano el obispo se la asignó al diácono Juan Luis Alvarez, yo lo acompaño para poder celebrar misa. Tenemos fijo el segundo y cuarto sábado de cada mes.

El segundo jueves voy a Lourdes, al Barrio Los Troncos; el tercer jueves a Pompeya y el cuarto jueves Santa Rosa en el Barrio Casariego. Con eso el cura anda como loco pero una vez por mes llego a cada lugar.

¿Cómo es la respuesta de la gente?
– Generalmente buena, hay lugares que tiene fija, hay otros en los que cuesta un poquito más. Estoy planteando el tema de lo gastronómico, que une y convoca a la gente. En el Barrio Casariego es muy poquita la gente que va, el matrimonio encargado de la capilla, la catequista, la capilla está muy en una punta. Estoy pensando en convocar a los vecinos en el Club Casariego, comer algo y plantear qué se les ocurre hacer con la capilla, que es un lugar importante del barrio, y por ahí puede surgir algo. Estoy pensando lo mismo para Pompeya.

Y además de todo eso que enumeré, una vez por semana visito la Unidad N° 17 de Urdampilleta. En la capilla que lleva los nombres de los padres de Walter D´Aloia Criado hay actividad fija todos los miércoles a las 17 horas se reza el rosario por Zoom unidos a otras unidades penitenciarias, eso lo hace un grupo de internos solos, nosotros vamos a acompañarlos. Nosotros visitamos los pabellones, tenemos la posibilidad de ingresar a 5, donde hacemos distintos trabajos. Tatá Moncany les ha enseñado a hacer rosarios, celebramos misa en el pabellón. Por cuestiones de seguridad interna de la cárcel evitan unir a población de más de un pabellón, que es lo que nos pasaría si fuéramos a la capilla a dar misa.

Angel Pesce.

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