Es diferente este Me Encanta Bolívar, por el hecho de realizarse en pleno centro de la ciudad y no en el parque, y también por la amplitud hacia sectores como el comercio, que mediante los gastronómicos y los bares tiene una fuerte representación, y las instituciones, básicamente las culturales, ya que las bibliotecas realizaron anoche una suelta de libros frente al Cine que convocó a muchos interesados. Es, también, la respuesta del gobierno municipal a la recesión nacional, para lo cual puso en juego creatividad y amplitud.
El movimiento comenzó temprano ayer a la tarde en el perímetro que se dibujó con núcleo en el Centro Cívico, y abarcando las avenidas y calles adyacentes, que fueron cerradas al tránsito vehicular para delimitar una peatonal por donde el público pudiera pasear y consumir. En ambas plazas centrales, hubo galerías de artesanos y manualistas, y sobre el Cívico, se montó el corredor gastronómico. Frente a la municipalidad se organizó, sobre la avenida San Martín, un sector infantil para promover el entretenimiento de los ‘locos bajitos’ con juegos lúdicos, básicamente de ingenio para armar estructuras con maderas, y algunos de mesa. El plaza Alsina, tuvieron su rincón la Feria Verde y el MTE, Movimiento de Trabajadores Excluidos. Esto, grosso modo, hay más puestos que recorrer.
Y hay, como fundamental, tres escenarios provistos por técnicos locales. Esa es la gran novedad de un festival donde casi todo es novedoso. Porque tres escenarios, aunque sensiblemente más chicos que el único que se usaba en el parque, imprimen un gran dinamismo e invitan al público a circular. Hablando de circular: a eso de las 20 de anoche, y mientras la gente comenzaba a llegar masivamente al epicentro artístico-cultural, muchos/ as con sillas y reposeras, el intendente Pisano se dedicó a recorrer puesto por puesto el corredor de microemprendedores y manualistas, y habrá hecho lo propio con los demás sectores del armado. Sonrisal y relajado, el jefe comunal seguramente ha cubierto estos trayectos mientras tomaba notas mentales respecto de los albores de esta edición, porque como fue dicho acá el gobierno municipal evaluará muy seriamente si no conviene radicar el Me Encanta en el centro de la ciudad, el sitio en el que nuestra máxima fiesta popular comenzó como Cantapueblo a fines de los años ochenta.
El escenario principal es el San Martín, montado bajo el monumento al gran General, mirando hacia la estación de ferrocarril. Se había anunciado que la grilla general comenzaría a andar allí a las 19, pero fue una hora después cuando el locutor, Kevin Sánchez, dio la bienvenida. Recién a esa altura había gente deseosa de empezar a ver y escuchar, antes todo el mundo recorría lo mucho que hay, sin apuro por acercarse a los escenarios a disfrutar de la música y el baile. El primer número fue un cuadro deportivo-musical a cargo de la Selección nacional de Gimnasia de Dinamarca, a la que siguió el grupo local de danzas Dejando Huellas.
Un rato después estallaría la música en el escenario Alsina, y finalmente en el peñero, donde Misterio Swing ofrecería una versión propia de la zamba Amanecer de San Carlos para celebrar el aniversario 146 de nuestro pueblo, que para eso se realiza este año el festival.
Esto es sólo la primera parte de un Me Encanta que nuclea a 45 bandas y solistas de todos los géneros, lo que representa a 202 músicos, cifras quizá históricas de convocatoria artística.
La música volverá a sonar hoy desde las 19 en el escenario San Martín, con Tiringuntingos, que descorchará la última luna de esta edición del Me Encanta, con cierre a cargo de Los Caligaris.
Ch.C.
