Mientras el coronavirus avanza y junto con una millonada de contagiados y decenas de miles de muertos provoca un desconcierto mundial de inédita envergadura, el arte se erige en refugio de los pueblos refugiados. Los músicos y realizadores producen nuevas ideas, completan proyectos, tocan desde su casa para mandar ánimo y esperanza.
En esa senda se halla el bolivarense Felipe Chorén, cineasta y escritor que resiste desde La Plata con música y palabras.
Por un lado, junto al olavarriense Eduardo Spínola compendia textos breves que serán filmados por actores y actrices en sus casas, con teléfono celular. Con ese material, Chorén tramará capítulos cortos y dará una forma final al proyecto, que se titula Teatro en cuarentena. Serán doce episodios. El tema para los escritores invitados es libre. El material podrá verse por las redes sociales apenas esté listo. La idea tiene su germen en El panoptismo, un capítulo de Vigilar y castigar, de Michel Foucault.
VIVAS Y CON CANCIONES
Durante este encierro forzado, el director que se ocupó de documentar fílmicamente la inundación de 1985 en Bolívar con la película Cuerpos de agua, en su momento exhibida en el Avenida, aprovecha para ir completando cosas. Por ejemplo el primer corte de experimentación de Las fuerzas vivas, La ley de gravedad, sobre un poema propio de 1998 que resuena de un modo particular en tiempos de pandemia. “Newton empezó a escribir sus primeras ideas y observaciones sobre la ley de la gravedad en cuarentena. Me pareció fuerte que trescientos sesenta años después, el mundo se enfrente nuevamente a paradigmas antiquísimos para combatir la peste”, reflexiona el artista, vía Messenger forzoso.
La ley de gravedad acaba de ser publicada por Chorén en YouTube y Facebook.
Las fuerzas vivas es “un grupo virtual. Un sueño digital de vieja data. Empezó por pseudo rapear mis poemas con una percu despojada, y fue evolucionando a un sistema de grabación itinerante, con un pequeño estudio y una notebook. Nos pasamos por whatsapp los audios, grabamos por músico y por pista y luego armo todo en casa, proporcionándole una piel audiovisual a la obra”, describe Chorén.
El nombre surge de “la apropiación de un concepto antiguo: las fuerzas vivas son esas fuerzas organizadoras de la sociedad casi siempre conservadoras y recalcitrantes, entonces lo que hacemos es descontextualizarlo para devolverle su fuerza poética”, explica.
Participan del proyecto Javi Ordoñez (de Barker), autor de la banda de sonido del film Cuerpos de agua y experimentado artista que ha tocado, entre otros, con Chango Nieto y Bruno Arias; Tato Ibarguren (de Necochea), baterista de Yamila Cafrune, y Richard Rolando (de 9 de julio), que es guitarrista de Carlos Cabral y también lutier. Felipe es “el lenguaraz” del combo, en su propia definición. “E irán apareciendo más invitados”, promete.
La mencionada alineación también está componiendo canciones sureras, huellas, triunfos y milongas, “pero teñidos de urbanidad”, remarca el ‘lenguaraz’.
Chino Castro
