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viernes, 29 de marzo de 2024
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Desde una nueva posición, con una obra en marcha, se aseguró la inminente vuelta de la laguna San Luis

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Pasaron diecisiete años en los que el Club de Pesca Las Acollaradas tuvo que mantenerse en pie sin su principal motor, la laguna San Luis. Hoy, después de haber corrido mucha agua por debajo del puente, se está hablando nuevamente de un vertedero que le permitirá al club contar nuevamente con su espejo de agua, ya en forma permanente y no por unos días, como ha sido en este último tiempo.

Fue por una iniciativa de un grupo de allegados al club, y luego con el aval de la institución que decidió encarar su realidad desde otro punto de vista, es decir con la laguna y ya no sin ésta, que se puso en marcha la obra de regulación de aguas aprobada hace ya tiempo por Hidráulica.

Desde el club saben que esta “porfía” con los productores de la zona (algunos de ellos, no todos) continuará en el tiempo; pero remarcan que siguen abiertos al diálogo, el cual hasta ahora no ha dado resultados. Remarcan que no tienen ningún inconveniente en explicar de qué se trata lo que están haciendo, pero son explicaciones que ya se han dado y que no han sido aceptadas por aquellos productores que siguen oponiéndose a esta obra.

El martes por la noche hubo una reunión clave, trascedental en la historia del club. En la sede de Mitre 248, donde fue convocada la comunidad y se vio un aceptable marco de gente, se “oficializó” la realización del vertedero. Mauricio Iglesias, presidente del club, fue el encargado de señalar lo sucedido en estos últimos años. Hizo referencia a la aprobación de Hidráulica del año 2004, a las tres licitaciones que no se concretaron y recordó cómo se llegó a la dura realidad de no contar con la laguna. Y luego habló de este presente, de esta determinación que tomó el club.

Durante más de media hora, secundado por la Comisión Directiva y el grupo de allegados que impulsó la obra, Mauricio habló y en su discurso se dieron momentos de emoción. El mayor fue sin dudas cuando enfatizó que “vamos a seguir peleándola, pero no más sin laguna”, frase que despertó el aplauso generalizado.

Sobre este presente dijo que hace cuatro años, un grupo de allegados se acercó al club, sin “paciencia” para nuestras promesas de seguir trabajando con Hidráulica, el Municipio y demás, y nos  dijeron que debíamos volver a hacer el vertedero para recuperar la laguna. Les permitimos tener reuniones para que comprobaran lo que nos decía Hidráulica y los distintos estamentos políticos, y en ese momento se nos había dicho que esperáramos un poco más porque el tema estaba próximo a resolverse. Como todos sabemos, pasó el tiempo y la obra no se concretó. Este grupo de amigos siguió respetando la decisión del club pero hace unos meses, ante la sequía y la suspensión del concurso provincial de carpas que habían planificado, nos insistieron en que levantemos el vertedero y “pelear” por una obra definitiva pero ya con la laguna. Les dimos nuestro punto de vista, de acuerdo a la experiencia de estos 17 años, y les dijimos que lo ideal no era tapar el paso de agua porque sabemos que si hacemos un vertedero similar al que estuvo antes, la laguna se sedimentará, perderá su poca profundidad y desaparecerá la fauna ictícola. Entonces, lo que les propusimos fue volver a cerrar la laguna con su boca natural, porque desde que se planteó el labio fijo, se fueron socabando los laterales de la laguna y hoy la boca del arroyo no es la que todos conocen, no es la verdadera. Antiguamente era mucho más chica. Entonces les propusimos llevar la boca a su origen y entubar toda  la parte del arroyo, para que el agua siga circulando de manera natural, y ver de qué manera podemos regularla para que la laguna conserve sus 80 ó 90 centímetros.

Lo que menos queremos es controversias con los productores ni caminar por la ilegalidad. Somos gente de bien; quizás nos podrán criticar y decir que no hicimos las cosas antes, pero quizás confiamos demasiado en quienes tenían que darnos la solución y no lo hicieron.

Hoy el contexto es el ideal para levantar la obra. Fundamentalmente, porque vemos que no hay laguna, que está todo seco, y es increíble que hoy todo el mundo tenga una “compuerta” menos la laguna San Luis. Hay algo que no cierra, que no se entiende; no se puede explicar porqué una comunidad hoy se está perdiendo un lugar como el nuestro. Lugar que quizás, para mucho, puede ser el único sitio para irse de vacaciones”.

 

“…Seguramente será un camino muy largo. Sabemos que los productores que nos sacaron la laguna  van a seguir insistiendo en su postura. Sabemos que no quieren nada; no les importan ustedes, no les importan nuestros hijos… Son unos pocos, no vamos a generalizar porque hay gente que está de parte de la laguna y entiende la problemática. Esos pocos productores que en todo este tiempo hicieron lo imposible para que el club no tenga su espacio, van a seguir con  su idea. Vivimos en un pueblo chico y los rumores corren rápido”.

“…Son días muy álgidos, muy complejos; pero la obra está terminada en un 80% y para el fin de semana se concretaría. Luego dependeríamos de la lluvia, pero sabemos que en el corto plazo vamos a recuperar nuestra laguna.

“Hoy, además de informarlos, queríamos pedirles otro favor: que nos involucremos todos, y si hay una próxima vez en la que alguien quiere sacarle este espacio a Bolívar, nos unamos todos. Que no ocurra lo mismo de aquella vez, cuando se nos rompió la compuerta entre gallos y medianoches”.

El grupo allegados que insistió en la construcción de la obra, en la persona de Jorge Campos, felicitó al club por lo hecho en estos 17 años a pesar de no contar con su principal espacio, e invitó a sumarse en una próxima campaña de socios. “Vamos a pelear con la laguna; no la tenemos debido a un capricho, porque la obra está aprobada, autorizada. Hay gente que se cree que sabe más que los ingenieros… Llegó el momento de ir a fondo”, sostuvo Campos.

S.M.

 

“Una obra para época de seca”

Una vez más, se reiteró que obra es para la época de escasez de agua. “En época de inundaciones, estamos tan afectados como los productores. Han habido experiencias en las que hasta tuvimos que ir a sacar al cuidador porque se le inundó la casa…”

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