Paola Siervo no para. Como el sol, aunque no la veamos siempre está. En su caso ensayando, proyectando, soñando, haciendo ‘cocina’ para salir a tocar. La pianista de Luna y Fango considera que el año pasado fue de siembra, ya que la banda de tango incorporó clarinete en lugar de bandoneón y contrabajo (la alineación se completa con piano, violín y voz), y esto implicó modelar un nuevo perfil, más ecléctico, antes de subirse a la ruta de los conciertos en el tiempo de cosecha que se abre en este incipiente 2020.

“Hasta mitad de año trabajamos en la producción de nuevos arreglos y adaptaciones, y después, salimos a presentar el nuevo proyecto (básicamente en La Plata, donde la banda tiene sede, y en Baires, en pos de ir moldeando un nuevo público)”, indicó la música bolivarense, que se hizo un alto en sus vacaciones en la quinta familiar para charlar con LA MAÑANA.

¿Y cómo fue recibido el nuevo formato por los viejos seguidores de Luna y Fango?

- Me sorprendió. Pensé que era una formación más difícil de aceptar para los seguidores más tradicionalistas del tango. Pero no fue así. El clarinete tiene un vínculo antiquísimo con el tango, contrariamente a lo que podría pensarse. El tango arrancó con clarinete y violín, antes de que aparecieran el ‘fuelle’ y el piano. Es volver a la sonoridad antigua del tango, con una producción de arreglos más moderna. Se genera esa cosa ecléctica que me parece que está buena y llama la atención.

¿Se acercan más jóvenes a la nueva propuesta, que, por lo que explicás, es menos tradicionalista?

- El ‘fuelle’ es el ‘fuelle’, es la representación tanguera incluso en la gráfica. Pero también era interesante proponer otras sonoridades para el tango, porque está plagado de quintetos tradicionales. En ese sentido, con la nueva formación ganamos. El año pasado concursamos en Bares Notables, y tuvimos la suerte de quedar seleccionados para hacer dos fechas este año en capital. Y una de las cosas que resaltó el jurado fue la formación. Pero por fuera del jurado, la gente también lo recibió muy bien.

2020 comenzará de modo intenso para Luna y Fango, ya que sobre el epílogo del verano argentino y hasta fines de abril el cuarteto girará en Europa, en especial en España, donde ha sido invitado a la XXXII edición del Festival de Tango de Granada, uno de los más antiguos del mundo. El encuentro entre artistas del Globo este año se hará en homenaje a Cortázar, lo que para Siervo le confiere un plus dada su admiración por la obra de uno de los más grandes y originales escritores nacidos en nuestro país. Tocarán en un teatro de Granada (se analiza una performance en un subte, en el marco del tributo al autor de Rayuela), en una universidad, en el Colegio Mayor de Madrid, quizá en Valencia y Barcelona y, saliendo de la península ibérica, en Bruselas (donde actuaron el año pasado), París y posiblemente Suecia, si prosperan las gestiones para desembarcar por primera vez en la tierra que parió al cineasta Ingmar Bergman y al ‘Hombre de Hielo’ del tenis, el multicampeón Björn Borg.

El grupo llevará un repertorio de milongas, uno de los tres que ha preparado para cuando pinte la ocasión: tiene otro pensado para tocar en teatros y otro para presentarse con bandoneonistas y contrabajistas invitades.

A simple vista, no parece que vaya a haber algo más interesante en 2020 que la gira.

- No creo, pero ojalá que sí, que surja algo tan lindo como eso.

Lo demás será seguir tocando, fundamentalmente en la CABA y La Plata, ciudad donde el cuarteto se autogestiona sus conciertos y ya atesora un público fiel que ha sabido ganarse con los años. “Ahora tenemos ganas de enfocarnos en los teatros. Cerramos 2019 en el Don Bosco, un teatro platense muy lindo, y la gente quedó muy contenta en términos de la propuesta, porque hubo bailarines e invitados. La escucha en un ámbito así es diferente, queremos apuntar a eso y seguir abiertos a lo que vaya surgiendo”, resumió.

Luna y Fango está integrado por Sandra Valdovinos en violín; Matías Borinelli en clarinete, Paola Siervo en piano y Gabriela Maceira en voz.

MUJERES POR MUJERES, Y UNA NUEVA SEMILLA

Otro proyecto que ocupará las horas de este año de Paola se titula Voces de Mujeres. Allí comparte formación con Maceira y Valdovinos, sus compañeras en Luna y Fango, más la cantante Miriam Sofía. En 2019 el cuarteto repuso un espectáculo pergeñado hace años por Maceira y Sofía, que se titula precisamente Voces de Mujeres y recrea la obra de grandes compositoras y poetas de la historia. “M tiene muy contenta, porque trae otras músicas: hacemos tango pero también otros estilos, y a mí me hace falta moverme. De hecho, ando con otras ideas en la cabeza, y ya tuve alguna reunión con músicos amigos sobre finales de 2019”, adelantó la intérprete. Esa idea gira en torno a lo minimalista instrumental mixturado con lo audiovisual, y rozaría lo clásico penetrado por lo electrónico. En ese sentido y con esa orientación, en estos últimos meses Siervo se dedicó a escuchar músicas que formarían la cantera de la nueva propuesta. Los artistas visitados son Philip Glass, Debussy, Satie, Moby y Phoenix, entre algunos más. “Hay cosas de ellos que tengo ganas de llevar al piano, sin que exista una versión de sus obras para piano. Y tengo ganas de sumar batería, sintetizadores, no encarar esto yo sola”, adelantó finalmente la pianista.

Chino Castro

Esperanza tras “cuatro años  muy terribles”

¿Te provoca buenas expectativas el cambio de rumbo político del país tras las elecciones de octubre?

-Me da esperanzas. Muchas. Lo que pasa a nivelo nacional con lo cultural. Yo sentí que estos cuatro años que pasaron fueron de los peores desde que tengo conciencia, nací en 1981. Fueron muy duros los noventa y el 2001, pero este periodo de cuatro años resultó muy terrible. Hubo gente que la pasó de verdad muy mal, y no me fue indiferente. Yo tengo mi comida, mi piano, mi gira (ver nota principal), pero la situación general me pesó bastante porque vi a mucha gente muy mal. Por eso en esta nueva etapa tengo esperanzas. No digo que vaya a ser maravilloso, porque el país está devastado, endeudado hasta la cabeza. Será un año difícil, pero mi sensación es que ya no está el mapa de la Argentina tironeado para cualquier lado con desidia, sin poner el ojo ahí, sin sensibilidad social ni consciencia hacia los más postergados. Que Cultura vuelva a ser Ministerio también me parece central. Son nombres, pero detrás de eso hay presupuestos, hay el respeto que se le da al área, un área que siempre queda atrás respecto de otras.

Y paradójicamente, se vive hablando de la ‘batalla cultural’.

-No se termina de entender que sin cultura, un pueblo no tiene identidad, no tiene nada. Ojalá que podamos seguir teniendo esperanzas, que no nos decepcionemos y que las cosas estén mejor para todos. Por lo que escucho ahora, pienso que hay otra vez un intento de ser equitativos y de repartir la torta económica de otro modo, que sea más ecuánime, o al menos de discutirlo, mientras que en los últimos cuatro años no escuché que se hablara nada ni nunca de ese tema.