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jueves, 25 de abril de 2024
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De esto y aquello: Nota 1485 – (4ª Época)

Por el Dr. Felipe Martínez Pérez.

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Llevamos dos años hablando de las vacunas y al cabo no las han querido aplicar en su momento y desconocen cómo aplicarlas ahora que falta poco para elegir. Llevamos dos años hablando de los muertos cotidianos llevando y trayendo cifras y porcentajes que los han usado de cualquier manera y mal, porque en definitiva unas veces para calmar a la población y otras para excitarla no sabían ni hacer uso de las tasas. Llevamos dos años hablando del Fondo y los dólares y resulta que todo lo conseguido es no tener moneda y es casi lógico porque al no amar la bandera tampoco interesa el peso. Y por si no bastare ya están a diario rematando dólares, como el anterior. Llevamos dos años hablando de escuelas si, escuelas no, y lo conseguido en dos años ha sido enfermar adrede a los niños, cerrados los estudios y cerradas las mentes gracias a los baradeles y baradelas;  que  algún día  y espero sea pronto, aunque no me lo creo, sean llevados a juicio. Y también por las vacunas y por la moneda nacional. Pues con astucia y bajos instintos  han roto el país y a cada uno de sus paisanos. “Estamos en la crisis de mayor dimensión de nuestra historia”.

Es curioso y no deja de llamar la atención que esta frase se haya dicho hasta el cansancio en los últimos tiempos, y agudizado en los dos últimos meses. Que es de suponer por dos razones. La primera porque hay elecciones y en esos apurones se mueven a altas velocidades y  la segunda porque recién se han dado cuenta, los que cuentan e importan, que los tiempos se terminan y urgen, y deberían de una vez por todas ponerse los largos y tomar conciencia, que parece en eso andan aunque no cunde; que en esta elección o se cae en Venezuela o no se cae en Venezuela. Así de fácil, de manera que esta elección hasta puede ser la última. O se vota bien en esta, o nunca más se vota por varias generaciones. Y no solo se ha de saquear la nación como es de suyo, sino que los habitantes serán de primera o segunda o tercera, o no serán, de acuerdo a lo que digan quienes se hagan cargo, que ya se los conoce desde hace un cuarto de siglo. Pero no se escarmienta.

Ahora todos se han enterado de lo que se sabía, pero que solo lo sabían quienes querían saber. O sea, lo habitual. Ha salido a luz y se ha  masificado lo que suponían estaba a buen recaudo, aunque a decir verdad les gusta que algo escape, para que se sepa que están por encima y hacen lo que les da la gana y no se ponen colorados. Faltaba más. Son dioses que terminan en diosecillos. Pero claro, ahora se sabe que la ética y la moral les ha importado tres pimientos y que en definitiva se trata  de unos politiquillos sin hechura; granujas y diabólicos, y nada más. Para muestra las vacunas  para los esenciales que al cabo, eran ellos. Y al día de hoy que pocos tienen las dos vacunas, ellos las tienen y desde hace meses y meses. Quiero decir y traducir que los únicos bien vacunados y con la buena son los amigos de la cámpora.  Ellos, sus parientes, amigas y amigos. Y al pie del avión que había ido a buscarlas a Moscú y lo presentaban como un viaje a la luna. Hasta las azafatas lloraban por la faena humanitaria que les había tocado servir y vivir.

Y la algarabía de esa canallada les hacía olvidar a los esenciales; mientras ellos y ellas se ponían a salvo. Falta que solo puedan votar los que tienen las dos.  O sea, que cuanta cosa no había que hacer la han hecho. Ya se sabía pero no se decía, porque en Argentina todo es muy encorsetado y con abundancia de políticos correctos y cobarditos, que ya se sabe que a larga son quienes dejan pasar todo para que exista esta retrógrada actualidad. Porque el problema no son quienes han venido sino quienes los dejaron entrar. Pues ahora la moral del argentino medio de la política se ha venido en banda. O sea que las elecciones traerán cola, pero la buena vidaquien le quita lo bailado.  Y creídos de sí, a la manera de unos machos del Abasto, han terminado  como verdaderos patanes, que es la estatura que les cae bien.

Lo curioso es que en vez de marchar hacia adelante, a la oposición parece les interesa más, que ganen los otros. Porque no puede ser que solo sirvan para pelearse entre ellos.  Porque no se puede ser tan insensatos a esta altura, y andar a la greña. Ni el adversario ni el enemigo es el vecino de la lista y el que está en la otra. El enemigo está enfrente no al costado. O sea, se han dado el lujo de poner gente sin experiencia y que guardando alguna distancia podrían ir de la mano con el gobernador, dadas las estupideces que les sale. Eso sin caer en el famoso colega que ni bien  aterrizaba empezaba a las coces; y lo muestran como una promesa. Falta que sea un tapado.

Eso sí, pienso corren tiempos que merecen grandeza, y la campaña vendría bien para que de una vez por todas la oposición publique un mínimo programa para salir del pantano. Que los argentinos oigan algo positivo. No obstante y hasta parece mentira, que con la que está cayendo y continuará hasta no dejar nada en pie, en las encuestas la gente contesta que no sabe a quién votará. No deja de ser alarmante, porque si hay elecciones que poco hay que pensar, son estas. Pues se juega Argentina entera con cada uno de sus habitantes. Es hora que la oposición haga lo que corresponde, que en bandeja de oro se lo sirven a diario. Pues el trabajo no lo pueden hacer solamente un grupo de valientes columnistas en los medios.

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