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viernes, 29 de marzo de 2024
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San Carlos de Bolívar

De esto y aquello

Por Felipe Martínez Pérez.

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Y ahí estamos, como hace meses pero peor, con la justicia, la escuela, las vacunas y las elecciones, todo de necesidad; y al paso de los días y los meses, se puede atisbar que a ellos no les son necesarias, porque prefieren tontos, vacunas para la recua y nada de elecciones porque ya se han anoticiado que han  perdido. Sin embargo, hay que parecer aunque no se crea. Que el parecer vale mucho.De manera, que la vuelta a las escuelas, ahora es presentado por el oficialismo como algo lógico y natural cuando es de suyo, que no las querían abrir bajo ningún punto de vista. Y otro tanto está ocurriendo y ha de ocurrir con las Paso y las Legislativas, si no se despiertan los dormidos. Y en consecuencia, es importante, que tanto los unos como los otros que no comulgan con lo oficial, se encuentren en lo primordial para que juntos se apuren e insistan en que es necesario llevar a cabo lo que manda la Constitución y la tradición; para que no se convierta en traición en cuyo saco caerán todos, sin importar palo.

Pero mientras tanto todo sigue igual. Todo pasa por el mismo meridiano desde hace meses y algunos años. Ataque diario a la justicia, el conteo de los muertos sin saber aritmética y meter miedo; y que ya tenemos vacunasde diversas procedencias. Pero no cumplen con los protocolos y como si tal cosa, tampoco con la ética y se vacunan a mansalva entre ellos. Se llevan por delante, violentando los protocolos a diestra y siniestra. Tal como se ha visto al reabrir -palabra usada por los medios- el Senado para el velatorio de Menen. Lo curioso es que hasta ese instante no se reunían por la pandemia; y como es habitual entre quienes prohíben, pues ahí estaban juntos, unos encima de los otros,  al menos en las fotos. Un fallecimiento que trae a la memoria que por estos pagos todo es olvido, tal como ocurrió con la explosión en Río Tercero.

Y como es de rigor, el difunto se ha ido sin juzgamiento; algo natural desde medio siglo atrás. Y como consecuencia los habitantes de dicha ciudad que quedó arrasada para tapar señales escabrosas, ledijeron no al duelo nacional. Y al cabo esas cosas terribles ocurridas han quedado en agua de borrajas y aquí no ha pasado nada. Por eso no ha fallecido un ejemplo ético o democrático, sino alguien que vivía de chanchullos e inventaba el champan con pizza y las pieles bajo las pieles, a la vez que se reía de los pobres que salían de la fábrica gubernamental muy bien aceitada.  Al igual que los actuales que de alguna manera son discípulos aventajados. Sin embargo, rompen todo lo que tocan y todos los días se hunden en la mala praxis. No hay una bien, desde el más alto hasta el más bajo. Y siempre echando la culpa al otro de lo que son ellos.Porque si bien no han leído al famoso escritor francés, para ellos el infierno son los otros.

Pero no tienen ninguna gana de hacer nada bien y además de lo que hacen mal,que es casi todo, se vanaglorian. Parece mentira pero son tan fatuos que les parece bien su petulancia de haber atentado contra el pueblo en su salud, justo en el sitio que los tuvieron sobre ascuas por el miedo constante y brutal machacando a cada minuto durante catorce meses, en un verdadero acoso a la salud; que un buen abogado lo puede convertir además de traición a la patria en cada uno de sus habitantes y en todos, en la imagen que se adapte y cuaje en el concepto de lesa humanidad. Dan pena. Que un grupo dedesgarramantas tenga en sus manos vidas y haciendas de  más de cuarenta millones de habitantes es inaudito; y que la oposición, todavía, siga aletargada, es cosa nunca vistay como poco inquietante.

Que los descendientes de quienes con sus manos y cerebros construyeron la Argentina moderna,en consonancia, con directivas y enseñanzas de la Generación del Ochenta,para que ahora, nietos y bisnietos, y con cierto orgullo se dediquen a romperla. Que un pobre hombre que está en los medios traiga a colación para salvar lo insalvable y embarrarla más como acostumbran, que en un “naufragio  se salva antes a las mujeres y a los niños; los viejos ya vivieron”. Pero al sesgo de lo que abunda serían los primeros en saltar a la barca. Y a codazo limpio. Es lo que han hecho con las vacunas.El tema es que se pasan todo el día mintiendo; y continúan sin darse  cuenta o esquivan el problema o les importa tres pimientos que la gente salga a la calle. Por otra parte ya era horaque acompañen, aunque todavía tibiamente algunos políticos; y singularmente de los que interesan. De los que deberían pisar fuerte y que recién se dan cuenta que estamos cerca de Venezuela. Y que la zorra no está para bailes.

Y los mayores apuntándose en planillascon género y sin sexo, para empelotar. Todos en espera, como debe ser. Pero como por arte de magia olvidaban las planillas y se vacunaban sin planilla  yen nocturnidad, salvo los primeros, los pioneros, que se arremangaban y ponían el brazo y el hombro a la causa y ahora tiemblan porque abundan las fotos y videos.  O sea, que deberían ser juzgados por haber dañado y lastimado la salud de la población que esperaba a merced del miedo inyectado durante meses. Y ni bien arribaban los míticos vuelos de AA, pues nada, que se las aplicaban ellos sin saber que fabricaban dolo. Es que son esperpentos de buena marca. Y se creen astutos y sagaces, pero son pícaros y de percal. Y esto bien llevado podría entra en los cómputos de lesa humanidad. Al punto que por entre las palmeras se decía que la orden venía de arriba para llamar a los elegidos.

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