Por el Dr. Felipe Martínez Pérez
Han vuelto los cortes y los piquetes y en consecuencia los enfrentamientos, y llama la atención que salgan a la palestra en momentos en que los políticos de todas las facciones monten un tinglado para subir a escena la obra que no cesa; no saber qué hacer.Roto el timón. Perdido el rumbo.Esta vez, son todos, no se salva ninguno. Aunque eso si todos asoman la cabeza y causa pánico y pena por el país los que ya han cumplido con su trabajo años atrás de arruinar la nación. Pero se creen dioses. Aunque los caballos tiran coces. Es lo habitual. Se les ve el paño, y en el orillo pone que no debieron estar ni debieran estar. Ni ayer, ni hoy, ni nunca.Y sin embargo, van a seguir estando. Por muchos años. Basta ver las edades. Y ya me dirá usted señor lector.
Pero el asunto es que han vuelto con fuerza los tunantes piqueteros que solo sirven y lo saben, porque está en la paga, para frenar a la gente en los espacios públicos. Manosear y enfrentar como les mandan. O sea, embarazar la vida diaria, a los que a diario van a trabajar para ganar lo que corresponda, y que el fisco les saque lo que corresponda, porque así se corresponde el trabajo con los buenos. A los malos como todo lo tienen en negro no tiene sobresaltos fiscales. Incluso, vivarachos, buena parte de ellos se solazan ante los demás. Siempre me pregunto,cómo puede ser que gente inhábil y además por lo regular perversa, dictamine lo que tenemos que hacer todos. O sea, los tontos diciendo lo que hay que hacer y los listos haciéndose los tontos. ¡Bravo!
Me llama la atención que en un momento tan grave e inhóspito por el que atraviesa la nación y cada uno de sus paisanos, donde la angustia, la tristeza, la incertidumbre, abunda en los semblantes, como una marca imborrable, y sin embargo, el pobre y deslucido gabinetillo convencido que ofrece el maná,obsequia a las graderías con ofertas que parecen jocosas, sino no fuera para llorar por lo alarmantes. Subir desde la luz hasta la yerba, desde el gas hasta la leche y desde hace cuatro años hasta hoy trastada tras trastada, jugando a la tómbola del dólar. Y como el mal olor cunde todos o casi todos se pasan tendiendo la mano a los gerifaltes, pero nada, que no quieren escuchar. Solo oídos sordos eso sí, gracias a la siembra maliciosa del pro que impide garantizar una buena cosecha, a corto y largo plazo, a juzgar por los nubarrones que se ciernen. Digo,que me llama la atención y hasta me produce inquietud pensar quien estará tras los tumultos; porque los otros siempre lo hacen para hundir y viéndolo desde el otro lado, puede estar hecho por unos, para salvar el pellejo.
Y en una de esas, la posible víctima,paga la arenga y el zafarrancho. O en una de esas creemos es aquella y trabajan para aquel. O sea, como esa avecilla simpática con estancos para el grito y para los huevos. Pero por las alturas nada de eso, solo política cortoplacista y con vuelo de gallinácea. Y comodel pellejo se trata, pues ganen unos o ganen los otros, el pellejo de los otros, o el pellejo de los unos, van a estar en zozobra permanente. En consecuencia, toman conciencia que mejor sería no mover las tablas en demasía. Y alguno ha dicho, hemos llegado juntos, estamos juntos y juntos caeremos si aterriza la plaga de la mala gente. A la cual, el hombre del sillón, dejó quietecita, por amor o por miedo y sin embargo, estaba aupado por la mitad del pueblo, por lo menos. Y al cabo, lo hecho se resume en el constante desasosiego. Y lo curioso es que a juzgar por lo que dicen a los cuatro vientos, sin ponerse colorados, suponen que echan a volar las cuatro virtudes teologales.
Lo curioso es que hay tanta tristeza y desapego a los políticos que a pesar de los titulares nos pasa como a los inversores que queremos que vaca muerta eche a volar y nos ponemos contentos, mientras los inversores quieren saber quién va a ser presidente, que en otro país poco importaría, porque las grandes cosas no las cambian los que van de paso. Así que se verá andando, mientras tanto la empresa bien posicionada, que anduvo por el pago años atrás, mucho antes de los descalabros, quiere que como cuesta mucho y el convenio se ha roto, les ayudemos con dinero. La verdad que podría hipotecar el pozo al igual que hacemos cuando compramos algo de cierto porte. Digamos una casa.
Yo no pienso darle nada, porque estoy dando al campo los famosos cuatro pesos, para que el campo exporte, y yo no me puedo exportar. Quiero decir que yo quería saltar el charco y Macri me lo prohibió hace un año. Lo siento por Techint, pero otra vez será, aunque dicen que cuando eso esté trabajando a rabiar, los autos ya serán eléctricos O sea, que en este país no se acierta una. Y se ha puesto todo tan vidrioso que puede suceder que aparezcan y bien pagos los fabricantes de vidrios y no para mirarse en ellos, sino para ponerlos rotos en el camino de los que ya están hartos.
Gastan miles de millones de dólares tratando de convencer que ese es el camino para maniatar el dólar. Sin darse cuenta o seguramente a sabiendas, que han credo una de las timbas más importantes a nivel mundial y que solo sirve para aniquilar al que trabaja, dar más incertidumbre a los jubilados que no tienen ni para ir al geriátrico más barato. ¡Que se dice pronto! Trabajar para quedar en la calle. Y todos tan campantes sobre todo los del gabinetillo. Ristra de incompetentes. Supongo habrá algún cambio Porque la actualidad rememora los angustiosos días alfonsinos, en que minuto a minuto subían los alimentos pertinentes. Porque aquellos y estos son impertinentes.