Por el Dr. Felipe Martínez Pérez.
En la política ocurren las cosas más inverosímiles y en los últimos tiempos abundan Y en Argentina por doquier al punto que sería lo verosímil. Tal lo acontecido entre los radicales después de que se votaron para presidente a un peronista, y de los malos, y como era de esperar, el otro día los dejó plantados y votó, casualmente, para los peronistas, es decir para la señora, que se derriten el uno por la otra; debió haber sido para alquilar balcones y ver la cara de alegría de la señora, la cual por supuesto debe estar aplaudiendo, porque por f in sucedió que el delfín hiciera lo que debía hacer; y para lo cual estaba preparado.
Ir a romper al partido radical para lo cual no está solo, sino que abundan. Que en el espectro político, hay muchos con muchas ganas; y los radicales por lo que se ve de parranda, como si no pasara nada. Y como estaba escrito, al fin sucedió, para que ella no se ponga nerviosa. Pero dejando a un lado estos trastos parece que los radicales no se han dado cuenta y ya van meses que de lo único que se trata a nivel político es romper al partido radical porque si bien han pasado muchos y hay muchos rasguños y fisuras entre los mismos, no cabe duda que les hincha las neuronas un partido centenario. Y bueno ellos sabrán.
Y mientras tanto el señor Milei continúa presentando mamotretos extensos y por supuesto intensos a las Cámaras al parecer para que se los bajen, y pode decir todo el verso sobre la casta y demás en vez de dejarse de andar de parranda por la calle con los improperios y subir en la Casa Rosada y sentarse en el sillón de Rivadavia y comenzar a hacer lo que le ha indicado el voto. Es decir gobernar. En vez de hacerles el juego a todos, y son muchos, que esperan se caiga. Y en consecuencia saca de la manga lo que interesa y lo pone en práctica y se deja de andar con mamotretos, que ya tendrá tiempo de ello.
Porque la Constitución por algún sitio dice que puede hacer buena parte de lo que quiere hacer, que, por otra parte es lo que han hecho otros y algunos y algunas hasta por demás; y sobre todo dando la espalda a la Constitución. Es decir que tiene a mano las herramientas necesarias para gobernar y salir del atolladero, en particular el económico, en un país donde la gente ya ni come carne que es lo que ha comido siempre; y por si fuera poco los meses corren más de lo anunciado. No hay que olvidar que desde Octubre han pasado cinco meses y el pescado sin vender.
Peor, se está pudriendo sin vender. Y lo que se está pudriendo también es la confianza, porque al día de hoy hay más gente que ha dejado de soñar; y que de haber elecciones ni se imaginan la hecatombe. A seis meses ni carreteras, ni rieles con lo que va arriba, ni casas ni edificios, ni aviones, ni barcos. O sea, lo de siempre que tiene que llover bien y a tiempo, para que el campo salve al país. Y al cabo, mucho hablar, pero la Argentina de siempre, con el viejo malhumor y a la espera de que caiga el maná. Pero se ve que toda esta gente que gobierna y desgobierna son ateos y solo caen plagas; y para peor Cristo se detuvo en Éboli.
Y es que esto de Milei pasa de castaño oscuro porque lo único que hace o que se ve, es elegir hombres o mujeres, con las que discutir y emponzoñar Argentina; y así van para seis meses y nada se ve. Y sin embargo, continuamos esperándolo. Y a ello hay que sumar el asunto calamitoso que nunca se arregla y siempre al parecer se les tira abajo el futuro que les queda. Me refiero al problema que se arrastra con los jubilados que al parecer, se le ha metido algo en la cabeza, que desconozco, si es bueno, más o menos bueno, o simplemente malo; y ahí estamos hace meses y cada tanto una limosna. Lo curioso es que poco les importa dejar en la cuneta a la espera del auxilio a casi seis millones de argentinos que han trabajado mucho o poco, pero el tiempo pasa para ellos y ha pasado para sus distintos habitantes de la Rosada y ahí están siempre olvidados; y ahora sin olvidar y sin avanzar. Y sin embargo, jubilados y no jubilados esperan con ansiedad que de una buena vez se vea salir el sol. Porque sin duda, aunque indirectamente es lo que elegimos; y hasta ahora polos de tensión a es puertas, mientras a las empresas de la casta no se les ha tocado un pelo; y curiosamente, el pescado sin vender.
Que en definitiva es lo que ha venido a echar sobre el tapete el Episcopado. Yal cabo, lo que ha sucedido es que a los que no comían se han sumado los que comen poco. Y eso, aunque no se han dado cuenta, en el país de los alimentos, que por otra parte ha abierto la importación para que los bajen los precios sus amigos de la casta. Mientras se espera ese plan tan ambicioso que supone la suma de mamotretos que manda a las Cámaras, y como el tiempo pasa enrarecido, se las patean. Y no se ha dado cuenta, el señor presidente que las leyes ayudan con los decretos de suma importancia. Mientras tanto un clima denso y solapado de malestar. Y sin embargo, a pesar de todo la gente espera, porque al pasado hay que pisarlo. Y hablando del pasado parece ser que no lo hay, porque ni se habla de cárceles ni sumarios. Y por si no bastare al Presidente le faltaba La Corte Suprema para embestirla; y en eso anda. Está convertido en un Mihura.
