Uno de los países más ricos de la tierra tiene la mitad de la población pobre; se llama Argentina. Y es de esperar que esto pase y se pierda en el olvido.
Esta Argentina la hicieron los próceres, singularmente Sarmiento y Roca, y singularmente las grandes avenidas de inmigrantes que aquellos llamaron e hicieron la Argentina que sus nietos y biznietos vienen destruyendo; es de esperar que se aborte.
Es de esperar que esto cambie de una buena vez. Porque parece mentira que sean tan maléficos y jodidos y es de esperar que todo cambie después de veinticinco años que es mucho,aunque un cuarto de siglo es mucho más, y es de esperar que no vayan a buscar el dinero al Fondo pues está y mucho, en los fondos de cinco mil personajillos, que por otra parte,por todo el país todos los conocen. De manera que para qué ir al Fondo si todo el dinero necesario está por los fondos. Por decirlo de alguna manera.
Y ganó Milei porque lo hemos votado todos, menos los otros, que querían eternizarse; y que tampoco se van del todo.Y no está demás recalcar que hemos votado y ganó la ultraderecha, aunque ya estábamos en manos deuna jauría inculta y asaltante; y en los últimos meses, insoportableen su totalidad. El último año cada día peor. Y el de turno, prometía que iba a hacer, lo que no quiso hacer. Peor que eso, nada puede venir. Y por otra parte se podría decir que ha de venir más de lo bueno que de lo malo. Por una simple razón, pues todo está por hacerse. Y lo malo, al conocerlo, se ha de saber cómo defenderse. Pero lo curioso de todo ello es que la gente ha votado, como es de suyodesde tiempo inmemorial al menos malo,pero de forma original, desde ellos mismos, sin sus respectivos partidos políticos.
El argentino estaba tan cansado que no ha esperado órdenes que por supuesto, y a la vista está, iban a ser contrarias. Por lo tanto a lo hecho pecho. Y si sale con barbas San Antón, y si no la Virgen María. Que con la derecha en serio y bien armada, nunca se sabe; y a estas alturas y con esta inauguración tampoco se sabe para dónde caminaremos. Y es de esperar que construya más de lo que rompa y en ello tienen que estar los aledaños humanos. El argentino ha votado para salvarse sin esperar a los salvadores que faltan por un lado y desprecian por el otro. Por decirlo de alguna manera y en la práctica es así; y es para alegrarse y es de esperar que le bajen un poco los humos para que pueda hacerse potable.
O sea, que la gente lo ha votado como se dice apretándose la nariz; pero, y eso es lo importante, porque estaba hasta las narices de cuestiones prácticas y morales.
No por bueno, sino porque la gente estaba harta de arribistas y confusionistas y entonces ha ganado un señor que parecía patear el carro y eso al parecer a la gente le ha gustado. Y en definitiva ha ganado con tres o cuatro propuestas que a nadie le ha parecido normal y es de esperar se las olvide. Porque en Argentina se trata de construir y no de romper nada de lo que hay, que el problema, es la mala gente, que curiosamente es la que atenta contra la patria. Que Argentina no se arregla rompiendo el Banco Central sino haciendo que el peso pese y valga; para eso se necesita gente buena, que la tiene el que ha llegado, y que la gente, el pueblo, se ponga a trabajar para sí y para los demás. Que en eso se basa el crecimiento de cualquier nación. De todas maneras todos han pensado que si gana se olvidará y hará lo que tiene que hacer, construir en vez de destruir…
En una palabra que, Argentina estaba siendo pisoteada en cada poblador, y el último año, pues ya lo hemos visto, dirigido y bien dirigido para romper a cada poblador;yesta gentuza y sobre todo, este impresentable mentiroso que le ha sacado cincuenta o sesenta a cada cien pesos. Es de esperar que en dos o tres meses se abran las puertas de las cárceles, que sería lo lógico dada la cantidad de culpables que andan por las calles de todos los pueblos y ciudades. Que es lo que debería hacerse, pero como está Macri de por medio y ya estuvo en el tema, quizás pase poco o nada, para lo que debería hacerse; aunque a decir verdad, en este caso no me lo creo del todo,que estas cruciales cuestiones lleguen a buen puerto; o sea, a buen calabozo.
Sería de esperar que el radicalismo eche por votos o con palabras altisonantesa los radicales que son de la señora empezando por el que dirige, más el famoso artífice del golpe al campo de años atrás, más el no menos famoso dedicado al té y que, curiosamente, siempre aparece cuando hay elecciones y los radicales al parecer lo escuchan; y así les va. Y por consiguiente al país. De todas maneras, lo importante que hace mucho tiempo no se veía, y que es la buena nueva, ha sido que la gente por su cuenta ha cambiado en su totalidad la Argentina y sobre todo la que iba en bancarrota desde hace un cuarto de siglo y se ha acelerado, con el gran estadista del último año. Y eso multiplicado por varios, ha conducido a la gente a votar por su cuenta, y no al mejor, sino al menos malo. Que puede convertirse en el mejor lo cual sería una suerte para todos. Y ha dependido de la gente totalmente.
Y mientras van saliendo los que gobernarán. Y lo curioso es que si todos los hombres de negocios se dedican a la política nacional y a la diplomacia. ¿Quién va a hacer los negocios?
