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De esto y aquello

Nota 1568 - (4ª Época).

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Por el Dr. Felipe Martínez Pérez.

Ahora con los problemas del famoso banco suizo saltan a la luz todos los emblemáticos salteadores de caminos de América incluidos los nuestros, y las nuestras, claro. Y ya se ha silenciado, pues se habló el primer día y se silenció el segundo. Son los que por arriba del mapa se quedaban con pozos de petróleo, y los que por los bajos del mapa, también. Y andan los unos y los otros, a medida que pasan y se caen, hablando de cómo ir adelante; pero levantando el orillo se atisba que son todos hunos. Este desgobierno posee la pasarela por donde pasan los famosos que se van a caer, porque no tienen nada en la cabeza para los argentinos, pero curiosamente todos se llevan y con cierto ahínco, el dinero de los argentinos.

Se salvan entre ellos y viven de los otros. Y los otros o la otredad es lo que menos les interesa y mucho menos entrar en filosofías extrañas. Que por ahí sin darse cuenta están retratados. Parece mentira el tiempo que ha pasado, para que el cordobés caballo que estaba haciendo mal las cuentas en todos los gobiernos, saliera a última hora, en los diarios como el tipo que hacía bien a todos los mangantes; y no hizo bien, a ningún habitante de los que trabajan con la cabeza o con las manos. Ni a uno. Y los que hay como él, pasan desapercibidos. Ni se los cuenta por la abundancia. O sea, que todos los malos tenían los verdes en un banco de los buenos; pero al parecer, también era mentira. Pero siempre caen parados. Para que no se caiga la fama o los dineros han debido pedir dinero al central correspondiente y éste, el central, antes de que cante el gallo, se los ha dado. Faltaba más, arañarse entre pares. En suma que también a ellos les cae el famoso, acuéstate con niños y te levantarás más temprano, y sucede que no les hace nada porque siempre de día y de noche andan en el negocio. Y sin embargo, pues eso, que algunos números no le han dado; y eso que es de los buenos o al menos tienen la fama. Y por estas pampas y quebradas estamos conociendo a desconocidos que nunca han hecho nada y a última hora se han subido al carro de los que sin duda van a ganar.

El asunto es si con esa gente son capaces de ganar para trabajar solos, sin otros; y sobre todo sin los actuales. Porque viendo las presentaciones actuales y por esta provincia uno se da cuenta que se les votará porque no queda otro remedio; por descarte, y porque curiosamente así viene sucediendo desde casi medio siglo, y así le ha ido al país siempre a trancas y barrancas, y en el último cuarto de siglo los depredadores de cincuenta millones de habitantes con la totalidad de sus pertenencias. Y tan contentos, y ahora aparecen cuatro imberbes a salvar la patria sin siquiera haber salvado sus propios bolsillos, trabajando, y a oscuras con los que piensan en definitiva.

Pues no basta con subirse al carro. Que la que se viene es difícil aún con mayoría absoluta. Y otro tanto sucedería si por el contrario en las juntas actuales, cada cual tenga su plan. Pues adiós el futuro. Y el futuro, de entrada, es salir de este paisaje inmundo de un cuarto de siglo que no cesa. En consecuencia, guste o disguste, se requieren dos o tres viejos que sepan dar los primeros pasos, y los hay, y están en el interior. Los primeros días hay que poner los ladrillos que permitan crecer y eso no se hace dándole a cada habitante un dólar distinto; que recuerdo que nunca hay un dólar para los médicos porque de alguna manera hacen que los demás puedan tener dólares y en este caso los buenos y los malos. Que lo bueno de esto es que abundan los buenos.

Y sin embargo, el país está donde está porque así lo han querido sus habitantes. Aquellos que siguen sin tener idea y los que teniéndola, no la aplicaron; y cuando sucedió, hace poco tiempo, erigieron a uno que suponía que Argentina era solo un poco más grande que la famosa bombonera. Que parece mentira. Pues así estamos, gracias él.

Que se dice pronto y anda jodiendo la marrana. Y en consecuencia sería tremendo que se eligiera como es habitual a este para que no gane aquel, y no por sus ideas y dones. Ha sido todo tan gracioso, si no fuera para llorar, además que los graciosos han intentado matar y casi lo han conseguido, matar a todo el aparato económico y social argentino. Y lo han hecho con risas y palmaditas y augurios porque era una fiesta que pagamos todos, y todavía mareados por el éxito no encuentran el ojo de la cerradura; y malos de pacotilla, es imposible lo encuentren.

Y ahí estamos sin haber adelantado las elecciones y teniéndole la vela al presidente, a la presidenta y al que no va a ser presidente; y se cree que da la talla para macho del abasto. Porque en definitiva se trata de un país hollado por hombres y mujeres que se han enriquecido, y que no saben qué hacer por el país, aunque más no sea para hacer un papel honroso en las elecciones que pasarán a la peor historia de la nación. Gente que ni siquiera a estas alturas pueden hacer un poco de política favorable, porque al cielo le ha dado por no darle agua. O sea, que hasta el maná les es negado. Y ahí están, unos que no se quieren ir, y otros, que no han querido adelantar las elecciones. Y ahora, justamente, de lo que se habla después del despilfarro a distintos bolsillos conocidos, es que no queda otro remedio que recortar gastos y lo de siempre, quitar la asistencia, olvidarse de la obra pública y por supuesto subir las tarifas. El viejo verso, pero en peor.

https://felipemartinezperez.com.ar

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